jueves, 30 de abril de 2009

FIEBRE MEZQUINA cap 33






Antagónico resulta el asfalto de carretera que, en la refriega de unas herraduras desgastadas, al unísono tableteo de castañuelas en concierto de dos tonos equinos de un caballo desgastado y de un domado jumento, que al compás de sus movimientos de orejas fijan la medida de velocidad que no cortan los vientos. Ligera brisa les peina, a quien acompaña oxidada armadura y albarda, con dirección a Zaragoza, siempre por donde no molestan ni a coches y camiones, guardando todas las distancias entre el mundo de las prisas y la suave caída de la pluma del ave Phoenix.

-Ah! mi señor, que de dolor de riñones, de llevar siempre la mesma postura en deste mi dócil pollino.

-Sentiros orgulloso, pues sois vos quien monta al burro. ¿Sentiríais los mismos dolores si fueses tú quien caminando y sobre tus hombros llevaríais a tan dócil burro?

-Dejemos lo estar así mi señor, que el contrato entre mi animalejo y yo, no se hizo con letra pequeña que, fue testigo el mismo notario que sirvió entre vos y Rocinante.

-Cierto, pero mis quejas no se entretienen en menudencias ni pelos de ombligo y soluciones baratas que no afectan a propio bolsillo.

-¿De que bolsillo habláis, que yo no tenga conocimiento? que, por no tener ni lo tengo lleno ni vacío, solo cuento con vuestro pagaré de boquilla pa cobrarme su de prometida ínsula.

-Sancho, es costumbre de aquellos que de lo que tienen sin ningún esfuerzo, se presten a dar consejos a quienes realmente sudan el pan con el sudor de su frente. Dicho de otra manera, como dicen y hacen algunos Pepes, sería que, el burro después de su caída, este se le apalee o reciba dos patadas, se le pida que rebaje su sueldo, se abarate su despido y se le exija que trabaje hasta que justo al doblar la esquina, la parca impaciente, le espere con su barba blanca.

-Mi señor, entramos en Aragón, de seguro que, el entuerto esta al doblar la esquina. Por destas tierras andurreó Agustina del Cañón, tengo de entendido.

-Sancho, el apellido que le habéis puesto a la tal señora son primos de rima, que de ruidos ya lo hace el cañón.

-Mire mi señor, que del roce con mi humilde pollino, además del cariño, se me haya pegado la parte del borrico.

-Es natural que se manifieste esa parte animal, porque de allí venimos. Un buen consejo en la vida, siempre es bien agradecido, Sancho, la experiencia parió a la ciencia y esta sazonó el pescado, midiendo los tiempos de los relojes de Dalí.

-Ahora, de me pierdo mi señor, desto, de un buen consejo ¿Sería bueno un muy buen consejo en la vida, mi señor?

-Ni preguntar tiene lo que se presume de buenas intenciones Sancho. Pero he de deciros que, existen personas que necesitan doce o más consejos para sobrellevar una vida, son los menos dotados que necesitan esa muletilla para poder caminar por este mundo tortuoso. Esta chapa oxidada y abollada que me cubre, es de privilegiados enfrentarse a las inclemencias de la vida que, de insignificantes tormentas, huracanes y demás necesidades sientan
envidia.

Siguiendo por dicha carretera nacional en la provincia de Zaragoza, decidieron apearse en una zona de descanso, donde almorzaba un camionero en una mesa de madera un bocadillo, mientras su camión cargado de cerdos y sus alientillos, junto a los ecos de orquesta chirrional, a esta pareja le auguraba cierta emoción.

-¡Mire mi señor! ¡una carreta de cerdos hasta la bandera, de por lo menos quinientos! mire que rebonicos y de tienen la misma cara que mi cerdo ricanor que, allá deje en la chiquera manchega.

-Y, de seguro que usan la misma marca de colonia Sancho.

El camionero añade.

-¡Dejen tranquilos a los cerdos que ahí no se les ha perdido nada!

-¿Nos tomas por unos ladrones carretero?

-¡No!, miren ustedes, es que hay una fiebre que según dice la contagian los cerdos, es tan rápida que traspasa las fronteras en cuestión de horas y las personas se contagian.

-¿Queréis decir, que unos cerdos encarcelados, sin voluntad propia como los que lleváis en vuestro ancho carro, nos han declarado la guerra?

-No, miren, es que es complicado, parece que el virus que la produce muta y es difícil de controlar.

-De osea, que de usa traje del camuflaje, quiere de decir, mi señor.

-Viene a ser algo así como, ese capital que se deposita en una determinada marca o firma comercial que tiene fama, para exprimirla y, una vez succionada, parte de ese capital irá en busca de otra firma y así sucesiva mente, cambiándose de traje, de acuerdo con el clima y costumbres autóctonas del habitad.

-Bien aconsejados están ustedes, caballeros.

-Noble caballero, solo el consejo de la humildad llevamos como equipaje. Para tal fin de enfermedades se necesitan, como mínimo doce consejos, en cambio vos lleváis enjaulados a unos inocentes cerdos como los mismísimos que, son conducidos a galeras y os ordeno que, ¡los pongáis en libertad!

-¡Estáis loco! ¡me vais ha buscar la ruina!

Y, como alma que pierde el diablo, dicho camionero salió pitando con sus guarros.
Haciendo amagos de persecución Quijote y Sancho, perdieron de vista al tal carruaje de cerdos como ellos entendían y, curioso momento se produce justo al paso de uno de esos radares, cuando un vehículo saltándose el código de circulación, el armarito metálico fijado en dicha carretera, dio su fogonazo de fotografía, que Sancho advirtió con el rabillo de su ojo, pero su burro hizo un requiebro y dio un estruendo salto que a Sancho lo derribó. Tanta era la rabia que con una vigueta metálica abandonada, daba buena cuenta del tal radar, que lo deja más abollado que el peto metálico de su amo.

-¿Que pasa Sancho, que la emprendes con lo metálico?

-¡Mi señor! ¡en deste armario metálico, uno de esos malos consejos sa mimetizao con el terreno! ¡y, de mi caída fina, le enseño un poco de humildad!

-Cosas veredes Sancho, cosas veredes y, raro instrumento habéis elegido para tal enseñanza.

domingo, 19 de abril de 2009

EN LA PIEL DE CERVANTES cap 32




Encerrados, entre cuatro paredes, mas por locos de cuerdos pensamientos, pasaron las horas enrejados como mandan los mandamientos y sus leyes, que como redes no atrapan a los verdaderos delincuentes. Pues sirva ha decirse que el verdadero Don Quijote y su fiel escudero, no se tienen por pijos, ni por amantes de ninguna religión, como falsos que aparecen por ahí, haciendo manifiestos de los reyes católicos y hacedores de uniones europeas bajo una de las religiones que mas sangre haya derramado en todos los tiempos y en continentes, que no son capaces de cumplir ninguno de sus diez mandamientos, como bien demuestra la historia. Todo lo contrario, manifiestan estos dos caminantes, que solo creen en las estrellas que les ayudan a caminar en las noches oscuras y su hermano el sol que les viene a saludar cada día, que sus pensamientos le vienen y, son libres como la brisa. Están muy por encima del orden establecido por los duques de Alba y el conde duque de Olivares, poder a la vista y filosofías que en otros tiempos dirigían este país. Otros quijotes que no se ajusten a este perfil, son sencillamente malas imitaciones, mercenarios a cambio de dinero, cortos de pensamiento, por muchos besos que le den en sumisión al Papa.

Posiblemente, cuando leyeron al Quijote, mas lo hicieron por su fama, por grandes escritores que descubrieron esta gran obra y, el mensaje que dejo Cervantes, solo para los libres de pensamiento y, con cautela para que la santa inquisición no quemara en la hoguera esta obra, como por costumbre tenia de quemarlo todo, estos mismos, los mismos que crucificaron a Jesucristo y, encima quieren de él hacer negocio seculan seculoro.

-Mi señor, vaya nochecita la que nos ha dado manolo de su bombo y familia numerosa.

-Sancho, que sepáis que a golpe de tambor es como marcan el paso de Los Santos que, sacan a paseo, sean de madero o embalsamados, como tu bien dices. Aquí estamos por mi iniciativa de salvamentos falsos, que por intenciones de bondad infinita, a todos hubiera dejado calvos.

-Mi señor, que no sabia de que era entendido en peluquerías, bien podría hacerme un corte de pelo a la moda, de ahora que empiezan destos calores para que no me de confundan con del Jimy Hendry ese.

Por ser, esta tierra de vinos, de de nominación de origen que tienen tanta fama. Las autoridades competentes, decidieron poner a este par de locos en la calle, invitándolos a marcharse de dicha capital, queriéndole quitar importancia al asunto, para que dicha prensa no se hiciera eco del contencioso producido en ese jueves santo y, hacer a este par de caminantes, con de nominación de origen manchego, las competencias de los vinos riojanos en sus tierras, precisamente ahora que tienen un mercado internacional bastante respetable. Y, con dirección a Zaragoza.

-Ah! de propósito, mi señor, ¿Es que el de Los Santos, no sabe tocar mas que del bombo y platillo?

-Mi fiel escudero, en la medida que las gentes agudizan su oído, necesitan para su confusión otro tipo de instrumentos, por que se da la circunstancia que abusando de uno de ellos, no se les llenen las iglesias.

-¿De podría ser, tocando la flauta como Hamelin, otra de posibilidad, mi señor?

-Sancho, cada día me asombras más, tu picardía y agudeza te vienen de tus tripas vacías, haciendo trabajar a tu cerebro, os cuento: Instrumento y Los Santos, tanto monta como desde el Tambor hasta piano piano, y, ya que habéis mencionado la flauta de Hamelin, sin duda el arte con una fina melodía, conducir a las ovejitas en fila, que buen negocio es el escardar le la lana, obtener su leche y, si han gozado de buenos pastos, hacer mercado con sus carnes.

-¿Queréis decir mi señor, que cansados los jefes de ese negocio, del tamborilete tan,tan,tan, ahora le cambien el instrumento sin dejar de ser Los Santos?

-Sancho, por Santos se tienen, pero por mucho que corrijan sus libros de cuentas, la historia no miente.

miércoles, 8 de abril de 2009

LA FIESTA DE LOS ESPINOS cap 31





Como saltamontes en busca de su grano, como las cigarras que frotan sus alas, estos dos caminantes, medio perdidos, medio encontrados con ellos mismos, con las herraduras que protegen cascos y almas por tierras riojanas, aparecen por la localidad de San Millán de la Cogolla, concretamente en el monasterio de Suso. Donde según cuentan las leyendas, un monje ermitaño, de cuya localidad lleva el mismo nombre, parió nuestro castellano, parto que sin duda dio a luz después de los dolores, lo cual pudiera igualar a la mismísima Santa María, manteniéndose este singular monje, virgen después de concebir su hijo "el castellano".

-Que de valle mas bonito mi señor, se nos presenta en destas tierras.

-Sancho, la madre naturaleza que es generosa escribe sus propias caligrafías y dibujos en los surcos de la tierra.

-Si, mi señor, que tiene de generosa, que es la época de la recogida del rábano y rabanillos que de ricos están con unas buenas migas de pan y de sofríto del ajillo.

Como si del mismo medievo se tratase, estos intrépidos galopantes, aparcaron al singular pollino y a su inseparable Rocinante. Justo a la entrada del monasterio de Suso, donde en otros tiempos, el tal San Millán afinase las plumas de las soberanas gallinas y calamares en su tinta, para deleite de los castellanos-parlantes, máxime reunión que se haya denominado este lugar patrimonio de la humanidad. Dos monjes se dirigieron al encuentro de estos fantásticos caminantes.

-Muy buenos días tengan ustedes...¿Pero, no han leído el cartel anunciador que dice que está prohibido subir con automoviles y, que hay que hacerlo andando?

-Perdonen vuestras mercedes, que ande este caballo, o que ande su caballero andante, monte tanto, tanto monte como Isabel y Fernando, pues fieles mi caballo Rocinante y yo somos en el pensamiento...¿Y, de que orden o cofradia son ustedes que les venga tanto recelo?

-Somos los Agustinos de Recoletos...Servimos a dios cristo y a hombres de buena voluntad.

-Muestren esa buena voluntad a este caballero y su fiel escudero, resolvedores de entuertos, que la providencia se muestre generosa a sus necesidades para que se esgrimen en fuerza y la debilidad se aleje como el rabo del perro entre sus patas.

-¿Tienen hambre ustedes?

-Si, Agustinos, que mi señor se expresa en maneras y a mi la tripa en tormentas y nubarrones.

Aquellos monjes se quedaron impresionados, con las formas en expresión de este hidalgo caballero y, en compañía de Sancho su escudero. Camino a la despensa, estos dos monjes se preguntaban por separado si, aquello había sido una alucinación o aparición, como las innumerables apariciones marianas que ellos veneraban. Y dándoles unos bocadillos, Don Quijote y su escudero se alejaron dándole las gracias a este par de ermitaños.

-Mi señor, que de bocadillo de chorizo tan rico, que hace que me sienta agustín, que sea de muy buena recolecta los criados cerdos y que de ahí les venga el nombre de Agustinos de Recoletos.

-Sancho, se ha de perseguir el buen fin para justas causas, los nombres por si solos, no dan soluciones.

Entre dos luces aparecen en Logroño capital, plena celebración de semana santa "Jueves Santo". La "Calle Mayor" abarrotada a ambos lados de los portales, muy diferente a aquella otra película que con el mismo nombre de esta calle, aquí se rodó. Un cristo nazareno sobre una plataforma, una cruz llevaba a cuestas y demás adornos de corona con sus espinas y cara ensangrentada con mirada baja. Don Quijote y Sancho atravesaron por una calle paralela "Laurel" calle de tapeo que en ese momento estaba vacía. Adentraronse hasta la Calle Mayor en culla maresma protocolaria de autoridades y banda de música con sus ciudadanos expectantes, muy impresionado queda Don Quijote montado en su caballo, viendo a un señor sangrando en tal escenario.

-¡Sancho! ¡Que me pierdan los diablos! ¡cuan cobardes se muestran estas gentes y disfrutando de sus sufrimientos de un hombre atado soportando el peso de un madero!

-Hay, mi señor que de esto me huele mal, que son muchas gentes quienes lo consienten.

Hincando las espuelas Don Quijote a su amado rocín, se dirige hacia el hombre presumible indefenso, que al oír el estruendo de los gritos de este caballero, abrieron paso las gentes viendo lo que se les venia encima, dejando paso hacia la imagen del nazareno.

-¡¡¡COBARDES FARISEOS!!! ¡¡¡DETENED ESTE JUICIO, QUE JURO POR EL SOL NACIENTE CON VUESTRA SANGRE ADORNAR MI ESPADA!!!

Subiose de un brinco desde su caballo a esta plataforma y escenario con espada en mano. Un silencio sepulcral se produjo en ese instante.

-¡Buen señor! ¿De que os acusan estos infames silenciosos, que solo hablan con la música de su banda? ¿Que tan horrendo crimen habéis cometido, para que sacien sus iras con esas espinas y el peso de ese madero?

-Mi seeeeñor, desto me huele mal, baje se de ahí.

Don quijote, quitó parte de las espinas, clavandoseles algunas de ellas, intentó quitar el madero, pero una buena tornilleria se lo impedía y.

-¡¡¡Responde hombre de los sufrimientos, que os habéis quedado como una piedra!!!

-Mi señor, baje se de ahí, que ese señor está embalsamado, para que dure tiempo y no haya que reponerlo, no vaya usted mi señor a ser su sucesor.

El concejal de festejos no daba crédito a lo que veían sus ojos, igualmente el hermano cofrade quedando se para un largo tiempo perplejo. Mientras tanto la policía municipal de servicio, que mejor momento para demostrar su eficacia al mundo entero. Agarraron de los tobillos al hidalgo caballero, haciéndole caer en la plataforma o escenario, desde dicho escenario, lo tiraron al suelo sonando su armadura oxidada como las cace-roladas en plena crisis de la pampa, se vuelve a levantar, de nuevo le tiran al suelo, lo sacan a rastras de esa calle, Sancho les dice basta, que como un remolino, a el tambien le pilla en la refriega, sacados a un apartado, un coche patrulla los lleva a comisaria donde pasan en calabozo la noche.

-Ay, ay, mi señor, que ya le avisé de que me olia mal, que estas heridas que sufre mi señor, están en el numero de caídas y las porras agresivas, mas con las espinas de regalo que le regaló el hombre embalsamado.

-Digno y humano es Sancho, prestar auxilio al desfallecido, al inocente condenado...Muchos sufrieron en paredones, la cobardía de las masas, de los fariseos, de la ignorancia...Bla, bla, bla, blas.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ