domingo, 22 de marzo de 2009

LAGUNA NEGRA cap 30





Tras pasar en una larga caminata, dos centauros bien armados, mas sujetos a su silla y albarda, adentraron se en tierras de castilla, concretamente en la hermana Soria, pues tal velocidad e inercia hallaron casi fuera de esta provincia, no sin antes pasar por lo que se denomina las ruinas de Numancia. Caballero hidalgo bajó de su Rocinante bien cansado y, invitó a su escudero a que le siguiese en ceremonia. Y con rodilla en tierra, arranca un puñado de tierra con su mano derecha dirigiéndose a su escudero.

-Sancho, fija os en esta tierra yerma, ¡tocad la con vuestras manos! y decid me que no estáis sordo, ahora que tenéis la oportunidad de oírle sus lamentos aquí escritos en otros tiempos.

-Que no es de sordera, la que sufra yo mi señor, si no mas bien que, dándonos un baño de pascuas a ramos, en mis oídos estén de sembrar las patatas para recogida en verano.

-En esta Numancia hace dos mil años, sus ciudadanos mostraron valentías y la mas alta resistencia al maremotum romano. Imperio que acumuló todas las experiencias en batallas y guerras, como tecnologías y la sociología recogidas en pergaminos, que el ser tan bien ordenados para un buen fin intencionado.

-Determino mi señor, que de por esas de tecnologías sicológicas, aquellos ciudadanos no quedase ninguno para contarlo.

-Buena determinación Sancho, pero parte de esa historia la escriben los vencedores, de costumbres les viene las informaciones acumuladas en pergaminos. Que dicha información mas tarde, el Emperador Justiniano cediese a la iglesia de los cristianos, siendo estos últimos en occidente quienes escribieran la historia a capricho convenido.

-De los libros sois mi señor bien leído, que yo no tenga razones ni mas argumentos, que para saber cuando suena mi barriga, la lengua se me quede seca y llevemos encima mas resiembra que la de un palo en gallinero.

Saliendo de aquella zona, en dicha carretera a mano izquierda divisaron un dinosaurio echo de hormigón. Las dimensiones eran tan grandes que dos horas se quedaron inmovilizados sin quitarle ojo, no por ello los sudores y lo que arrastraban se quedaban quietos. Un lugareño que pasaba por el lugar, al verlos inquietos y con indumentaria conocida les pregunta.

-¿Que? ¿les gusta el animalejo echo de cemento?

Sancho, se adelanta interrumpiendo el protocolo.

-¡Buen señor paseante! ¿El artista que a posado para tal figura vive por destos andurriales?

-Bueno, en tiempos de maría castaña, estas tierras ellos si que las dominaban, ahora mismo están desaparecidos.

A lo que Don quijote añade y dice.

-Ya me parecía a mi, que algo de personalidad le falta a esa cara de lagarto. Para verlo desde tan lejos y retratarlo.

Resuelto este pequeño entuerto, decidieron cambiar de dirección, no por precaución, si no más bien seguir un poco la dirección del sol, ganarle unos minutos de luz al día, pues aún eran las once del medio día. Se adentraron en una muy buena sierra, tierra de abundantes y diferentes especies de árboles que pugnan por el espacio y que están delimitados por la altitud. Entre ellas está el haya, que crea un cerrado soto bosque y crece a altitudes relativa mente bajas que comparte con el pino albar, que es el rey del territorio y forma grandes bosques. El roble albar, el abedul y el álamo temblón, en definitiva fueron a parar hasta la "laguna negra", divisando se agua cristalina en sus bordes y orillas, como contrapunto hacia el centro se percibía la oscuridad del mismo averno.

-Mi señor, otro milagro de la naturaleza que nos viene a las manos, aligere monos bien la carga que nos cubre el pecho, espalda y demás piel reclama.

Mientras sus rocines mojaban sus cascos y bebían de ese agua cristalina, Don Quijote rodilla en agua, brazos abiertos y mirando al escenario de las estrellas...

-¡Aaaah, quietud de agua calma!

¡Espejo de los mensajes quietos!

¡Caídas de lágrimas de la luna!

¡Espejo del sol donde peina sus rayos!

¡Ladrona del alma de los poetas!

¡Cárcel de los cuatro puntos cardinales!

¡Gobernadora de la voluntad del joven Narciso!

¡¡¡Despierta la sensibilidad al mundo entero, que con los ojos abiertos dan pasos de ciego!!!

Mientras tanto, Sancho se había agenciado un puñado de plantas aromáticas y sentado cubierto de agua hasta el ombligo, frota que te frota. Lugar de paseo y turismo que las personas disfrutaban los fines de semana, fijando su atención en dichos personajes.

"Laaaago neeegro"

"laaaago blaaanco"

"paatitoo chaapurrea"

"paatitoo ne laagua"

Evidente mente, el baño esta prohibido, pero la escena de estos dos personajes que allí al personal visitante les pilla de improviso, aprovecharon para disparar sus cámaras fotográficas como si se tratasen de animales en extinción.

-Mi señor, que de gente mas rara, que se aglomera en grupo cerrando un ojo y escondiéndose el otro detrás de una lata de anchoas.

-Sancho, es posible que quieran atrapar con sus ojos ciegos, lo que nosotros impregnamos con los nuestros abiertos.

-Pues yo, me impregnado de bien con los abiertos y los cerrados, destas hierbas en estos andurriales, de los pies a la cabeza, que mas razón tengan ahora de llamarle laguna negra.

Alejaron se de allí en sus rocines, ignorando que los de medio ambiente iban a buscarlos.




sábado, 14 de marzo de 2009

LAS FALLAS DE LAS LETRAS cap 29




Por que todos los caminos dicen que se llega a Roma, por que todos los caminos son de ida y
vuelta, por que los atascos a campo abierto permiten oxigenar pulmones quietos, en la distancia sean las letras bien vitaminadas que den alimento al necesario pensamiento, sean de libertades a decir lo que a este par de caminantes, les de la gana. Que Don Quijote habiendo se salido de su pesadilla, así mismo se respondía.

-Sancho, por los laberintos de mis pensamientos, de ellos es posible que me sean repetirlos el decirlos, que en sueños, de haber combatido con los turcos por capricho de un ignorante Papa bendecido, dícese estar el, mas cerca del cielo y afirmar de Dios ser su ministro, ¿Donde cabe mas ignorancia? y, encima sea, aun queden ove jitas, ciegas que le sigan. La tal eternidad, sus ministros que la administran, dudo que se hayen en la tierra. La hipocresia se ha apoderado de la faz de la tierra.

-Mi señor, que de las españas no hemos de salido, para que tenga un examen de completo mas allá de las fronteras.

-¡No! no, es necesario, hasta con la punta de esta mi lanza, percibo las hondas y sensaciones de temperaturas de los cambios climáticos y gramaticales que el humano adapta a sus necesidades.

Por uno de aquellos caminos comarcales de la Guadalajara, sin destino a ninguna parte, pues como dijo Colon, el centro de ninguna parte está bajo nuestros pies.

-Mi señor, de un tiempo a esta parte que os de observo raro, que de sus otras rarezas ya, me había familiarizado.

-Sancho, al igual que el chocolate, en mi pensamiento frió, tambien me muestre espeso, sea esta primavera que a diferencia de vestirse de seda, dibujando flores en el cielo por el artista natural de las cuatro estaciones, que sin moverse de su sitio en un año, pinte cuatro lienzos sobre unos pies descalzos.

-Que yo, me de acuerde, mas de medio año llevamos juntos caminando, que de los males pegados a la espalda como lapas.

Rocinante y su compañero asno disfrutaban con tales discursos, hasta se le hacia mas agradables el llevadero de carga a la espalda, mientras con los rabillos de los ojos divisaban nuevos paisajes y horizontes en cada alba. Subiendo una encaminada cuesta, se toparon con el castillo echo de una piedra blanca, castillo de Torija.

-¡Mirad Sancho! que belleza y relieve dibujan los contornos deste castillo, acerquemonos hasta tocar su revestido de piedras.

Don Quijote invitó a Sancho, desde sus monturas a tocar con una mano las paredes de aquel castillo, pretendiéndolo a adivinar el mensaje escrito en el relieve de dichas piedras como si se tratase de aplicar el sistema Braile que aplican los mismos ciegos en la lectura. Sancho, rápidamente sintió los puntos sobre la i.

-¡Aaaay, ay,aay! ¡que de recelosa avispa bien me ha releído la mano!

-Sancho, accidental mente pusisteis vuestra mano en una avispa buscando lugar para confeccionar su casa. Son las inclemencias de la madre naturaleza que cortan comunicaciones, yo, os puedo contar la lectura desta mi mano que me dice: En otros tiempos como villanos, los lugareños de estos campos, pagaban impuestos en especies a sus amos y, si por un casual, estos lugareños les pedían le devolvieran parte de su impuesto en especie, por necesidades de las hambres, tendría que pagarlo con intereses.

-¿Queréis de decidme mi señor, que yo, ahora esté en deuda con la avispa, que sin queredlo me haya pagado en especie y que si tiene de necesidad me pida devolverle, que mas tarde me devuelva con mas intereses???

-Te lo explicaré deste otro ángulo. Hoy cualquier ciudadano paga sus impuestos, las leyes constitucionales dicen que el trabajador de a pié, en proporción paga más impuestos que nadie, ¿Me seguís?

-Si, si, mi señor, al igual que el vuelo de la avispa.

-Bien, Sancho, pues ese impuesto acumulado, por el arte de birli-birloque, está en poder de los bancos, que si necesitáis pedir un préstamo, de ese de vuestro propio dinero, encima tengáis que pagar intereses.

-Marchemonos deste lugar mi señor, que este hinchazón de mi mano, no quiero multiplicarlo por diez.

-Si marchemonos a campo abierto, allí el tomillo y espliego se respira mejor. Este año en las fallas de Valencia una vez mas, el libro cojo constitucional se salvará de la hoguera.

-Se tiene fama, la miel desta Alcarria, mi señor.

-No olvidéis Sancho que las abejas y las avispas usan armas parecidas.

domingo, 8 de marzo de 2009

domingo, 1 de marzo de 2009

BIENVENIDO MISTER MARSHALL cap 27





Aires renovados, en los alientos de estos incansables caminantes que, caminan por tierras de castilla. Rocinante y jumento, los animales más envidiados del momento, serviciales como ellos mismos, pues que mejor premio, que el que llevasen en sus monturas, nadie les ofertó otra clase de caminos, dándose por satisfechos ha seguir con sus destinos.

"Mariaaa de la o"

"marianica dela mo"

"que desgrasiaita deteniendolo to"

"quieres de rei o quiere de llorar"

-¡Sancho! si miráis estos pinares, esas vaguadas, esos pajarillos y este cielo raso claro, ¿no creéis que todos estos dones de la naturaleza, tambien se vuelvan desgraciados?

-De reconozco mi señor, que ricos son los dones desta naturaleza, que pa desgraciaos ya formamos pareja y, que yo entone con mis afortunados cantos.

-Difícil, entendimiento, ese de la fortuna, que sin duda Sancho, esta tenga que ser justa y equilibrada en las emociones, que maduros y autocriticos seamos con nosotros mismos al saber todo lo que valemos por escasos o sobrados premios que recibamos.

Transitaron por tierras de la Sierra Guadalix y, hasta imaginandose Don Quijote, su estancia en el tiempo en la villa de, Villar del Rio, tierras de Soria, no sin antes pasar por Alcobendas, sorteando calles y carreteras. Esta gran ciudad de Alcobendas sus calles se habian vestido de fiesta, grandes carteles de anuncios en sitios públicos, se mostraba una actriz bien premiada.

-Mi señor, que de bien guapa y morena de sale esta mujer retratada, que dice en letras grandes que ha recibido de premio un tal Oscar y de ese oro entre las manos se lo calla.

-Sancho, de mal gusto es pronunciar los oros de una tal valía, pues si en el envite resulta enamorada de ese tal Oscar, doblemente premiada resultará esta noble moza. De ese oro, que se muestre y no se pronuncie, responderá sin duda a las vergüenzas de aquellos nuestros paisanos que hicieron las conquistas por las americas que, ciegos por el brillo del vil metal derramaran sangre sin penas, sin castigos, por el altísimo bien bendecidos, que mas tarde con tecnologías avanzadas, con guerras, la Europa quedó arruinada. Con la pérdida de nuestros trigos y vacas lecheras, con harinas de otro costal de maíz y leche pelargón, la moderna America nos hechizó. Los principios básicos de la democracia que nos vienen de los orígenes de nuestra vecina Grecia, como su Partenon en ruinas hoy, igual está la democracia.

-Pero, estáis diciendo, mi señor que los premios por valía sean reconocidos, con los mismos entendimientos a este lado y al otro de las fronteras.

-Si, siempre y además que eventos y sus democracias sanas vallan cogidas de la mano.

-No os entiendo, mi señor, de que una cosa tenga que ver con la otra para recibir de galardones. Si la democracia cuida de las gentes, que este es su oficio, los eventos den premios por ser de diferente gremios.

-Si yo, como caballero os reconozco como un buen escudero, dandoros mi mejor trato y me mostráis agradecimiento-, -¿A caso, necesitáis de mostraros ante otro caballero que, os confirme un ecuánime bondadoso?

-No, mi señor, que de por bien reconocido y, aventurado escudero me tengo por vuestra señoría, pero, he de deciros, que por este cielo y sol que nos de alumbra, que somos más pobres que las ratas, que ni vuestro vacía o yelmo de mambrino que, lleváis por casco y mi albarda, no hallan sido ni prestadas, sino, más bien arrebatadas en los descuidos de las sombras.

-Sancho, durante muchos años y generaciones nos han enseñado que con la luz que nos da un día solar, no sea suficiente, se la haya embargado la luz hasta la pobre luciérnaga, se encendió la hoguera de las vanidades. Pues no hay mejor premio que aquel que recibimos de nuestros padres.

-Pues de se dice, de se rumorea que nuestro padre es, ese Cervantes, mi señor.

-De seguro que nuestro parecido, lo tenemos Sancho en el blanco de los ojos.

-Mi señor, ¿lo dice por el blanco de la leche pelargón?


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