domingo, 31 de mayo de 2009

KELVINATOR cap 36






Y, entre el devaneo de si era cigüeña o águila, los calores aprietan, con casi 40 grados en los pilares de Cristóbal Colon, la semana se acalora entre mítines políticos para representacion en Europa.
El submarino amarillo de Riosa Diez, como quien cambia de pelo con la misma facilidad que se disfraza mortadelo. Una apuesta fuerte, casi del mismo talonario que apuesta por un club merengue.

-Mi señor, ese empeño vuestro de ir corriendo a las americas espero que sea pasajero, por que habiendo sido Colon el descubridor, toda la gloria y su nombre se la quedo ese Americo, que de su apellido Vespucio le venga lo de avispado y astuto. Digo que arreglemos primero nuestras calles y vecindario como hace aquel buenisimo Alcalde de Marina leda, austero y total que, bien querido.

-Sancho, no os falta razón, tanto tiempo nos han tenido engañados con lo de salvar a la oveja descarriada, de salir todos a su encuentro, cumpliendo las reglas impuestas de las bien guardadas, para manjar del lobo y su camino abierto bien dispuesto.

-Si os fijáis bien mi señor, ahora que esta mas de cerca ese pájaro y, haciendo vuelo en raso os repito que yo veo una cigüeña.

Y, nuestro Don Quijote mira nuevamente hacia riba, con la letal mala suerte, que dicha cigüeña defeca en vuelo y, en dicha altura, cayendo le toda la gracia en la mismísima cara de nuestro hidalgo y caballero.

-¡Hija de puta! ¡tenéis razón Sancho! ¡el espíritu del águila jamás nos enviaría un mensaje de tales maneras!

-Si, mi señor que, esa cigüeña, su mensaje es de diarrea, de cagar en alto como se hace en los campanarios.

El pobre hidalgo y caballero, los tintes del gallo en su frente, le cambiaron como un boquerón enharinado y, quito se las cuatro plumas mal colgadas, asentándose, no sin calentar temperaturas a las tres de la tarde, cuando en dicha rotonda pasaban automoviles con un remolque y gran pancarta con la figura de un señor y una gaviota, con megafonía incluida que dice "Vota a la gaviota para que no te tomen por idiota" ante tal mensaje, reacciona Don Quijote.

-¡Voto a bríos! ¡que de tal gaviota prima de la cigüeña, nos tome por unos primos!

Y, con los ojos vidriosos, rabiosos de la anterior cagada, embiste con su lanza al carro con su cartel anunciador, volcando a este en medio de la circulación, desenganchando a dicho carro del vehículo que lo transportaba.

-¡Hay mi señor! ¡que la habéis tomado como con pajaros de cuidado! pero este es de cara acartonada y no dice ni pío.

-¡Tened cuidado Sancho! estas son las avanzadillas de zapadores con almidones acartonados.

Casualmente, otro carro propagandistico enganchado a su vehículo y megafonías, hace el mismo recorrido, cuyo emblema dice representar a todos los trabaja-dores y cuyo eslogan dice, "Por una Europa de progreso de futuro". A lo que nuestro hidalgo caballero Don Quijote, aún mas cabreado si puede y, con la misma lanza golpea dicho carro, que lo vuelca igual que al primero.

-¡Insensatos! ¡si dejáis esa fresca y roja rosa para regarla en un futuro! ¡A BUEN SEGURO QUE LA ENCONTRAREIS SECA Y MARCHITA!

-Mi señor, esa rosa tambien es de cartón, que ni siente ni padece y, la estáis liando.

Cierto que la estaban liando, interrumpiendo el tráfico, hasta los que tenían facilidad de salida, paraban su coche para ver tal escena de película, por que así lo creían. No tardaron, en venir los mozos de escuadra bien equipados, con sus uniformes hasta los dientes, que empezaron a repartir a diestro y siniestro. Hasta Rocinante se tiro un cuesco y, su compañero asno soltó un par de coces que, según parecía tuvieron que venir refuerzos. El tráfico completa mente colapsado en el lugar, Don Quijote amenaza con su lanza a la calma, pero las venillas de sus ojos rojos como tomates, no dicen lo mismo.

-¡Mi señor! ¡me de dao de cuenta que aquí no se reparten caramelos! ¿Y, si, nos alejamos en un descuido?

-¡Sancho, si, decidimos no hacer las americas y solucionar los entuertos destas tierras!
¡queda os junto a vuestro caballero, como hace todo bien servidor, haciéndose llamar escudero!

Pero las bolas de goma con su velocidad y repetidas fue fácil tumbarlos en el suelo, aún así Don Quijote se arrastraba hacia uno de aquellos blindados mozos de choque, con el sonido característico de su ya desgastada armadura sobre el asfalto y sus ojos rojos ensangrentados, más por la rabia que por el dolor, que en eso tenían callos. Fueron llevados al cuartel y sus rocines a las cuadras, estos últimos disfrutaron de un buen pienso. Y,en el cuartelillo.

-Vamos ha ver, ¿Quien coño sois vosotros?

-Yo, soy Don Quijote de la mancha y, mi fiel escudero quien en mi nombre me acompaña.

-Y, yo Santa Teresa de Jesús...No me toquéis los cojones, ¡encima de la que habéis liado!

-Con permiso, señor gendarme y, de mi señor, si, nosotros somos quien somos y usted Santa Teresita, pa que tenga cojones de me pienso que es un tras-vestido.

-JAAJAAAAAJAAJEEE, JAAAJA, JIIIJJJIIII, JAAAAAAAJA..... ,

Los demás compañeros de este interrogador, no pudieron aguantar la risa. Don Quijote pidió un poco de agua fresca y se la sirvieron, prestando la siguiente declaración.

-Me dá igual si ustedes creen en mi nombre o no y, de quien me acompaña. Dicho de otra manera soy el mensajero del tiempo, testigo de los buenos hace res, soy la frescura de este planeta, como este agua que me servís y refresca mi garganta seca. Vengo anunciaros que las malas educaciones del ambicioso bolsillo, hace subir en grados temperaturas, sucumbiendo las esperanzas verdes de las Dulcineas y hombres buenos.

-Así, que mensajeros del tiempo. Una ficción de Cervantes hecha realidad. ¡Sargento Perez! ¡llama al centro psiquiatrico haber si esta mañana estos dos no han fichado!

-Mi señor, estos de gendarmes nos toman por locos.

-Si, Sancho, tomando el camino recto nos llaman locos, los que se dejan arrastrar por las costumbres de caminos tuerzos y del avaricioso dinero.

sábado, 23 de mayo de 2009

UNA MUY BUENA RESACA cap 35







Y, como la canción de Juaquín Sabina a este par de personajes, en tal fiesta de celebraciones, les dieron las una, las dos y las tres de madrugada. Que incluso fueron invitados a bailar sardanas, hecho muy gracioso y, que la bebida en exceso invita ha decir tonterías.

-Mi señor, que deste baile de sarnada con gusto no pica.

-Sancho, he de corregiros, es sardana, baile de folclore que identifica a estas nobles gentes catalanas.

-Un poco de lento, si que es mi señor.

-Y, con lo que habéis tomado entre bebidas y granja avícolas, ¿Podéis mover vuestro redondo cuerpo al son de un rocanrol?

-Si, será para que nos baje la cena con gracia.

-No, os acordáis, cuando de niños jugabais al corre que te pillo, pues ya habernos todos maduros, quedamos pillados en el laberinto de los diferentes bailes pagando tributos.

Despidieron se, del FC- Barcelona de jugadores y directivos, ofreciéndose estos, a invitarlos nuevamente el próximo año si se proclamasen tri campeones. Y, por el paseo de Las Ramblas pasadas las tres de madrugada, montados en sus pacientes rocines, corrieron otra fantástica suerte al ser acometidos por jóvenes africanas ligeras de ropa y, hasta lo mas parecido a un tanga.

-Señor del caballo, ¿Quiere que juguemos con su lanza?

-Si, os referís a mi, tengo que deciros que esta mi lanza, es solo para resolver entuertos.

A Sancho, no le faltarón tambien sus alagos.

-Baja te de platero y, te hago la borriqueta.

-¿Es que no queréis echar un polvo?...A lo mejor es que son chaperos...

Y, siguieron caminando despacio alejándose de aquel encuentro.

-Mi señor, lo de chapero, al igual lo decían por su armadura, pero lo de querer hacerme la borriqueta, tengo mis dudas si esa frescura que mi Teresa manchega nunca salió a la palestra, o de quería juguetear con mi pollino.

-Sancho, de cualquier manera estas jóvenes de color nos invitaban a otra fiesta y, no tengo ánimos de responder les con un "no" con clase de caballeros, por que aún me hormiguean los ojos por el exceso del cava. Pero si recodáis la aventura que tuvimos en Albacete hace algunos meses, la estructura y coacción de estas jóvenes alejadas de sus tierras están sometidas contra su voluntad. En alguno de los puntos falla este mundo liberal capitalista, que permite esclavos con cadenas invisibles hechas de emociones que aprisionan sus manos, haciendo un cerco de miedo en sus mentes para que los agentes dominantes se salgan con la suya.

Cuando llegaron al final de las Ramblas, exhaustos se sentaron en uno de aquellos bancos, después de amarrar a los equinos a los extremos del mismo, durmiendo los excesos hasta...Que un gallo dio su canto a las diez de la mañana enjaulado que, otra persona sentada frente a ellos allí descansaba.

-Mi señor, cantó el gallo al alba.

-No, Sancho, este gallo está fuera de hora, dándonos el tiempo falso.

Un niño de improviso, se les acercó y depositó un euro en el casco o vacin que curiosamente estaba boca arriba en el suelo al lado de Don Quijote y Sancho, corrió hacia su padre que le acompañaba y, ambos padre e hijo esperaron mirando la reacción de estos aventureros. Don Quijote y Sancho, tambien se quedaron esperando mirando fijamente a aquel padre y a su hijo que después de diez minutos el niño rompe diciendo.

-¡Papá! estos cómicos no hacen nada de nada.

-Perdonen, vuestras mercedes pero, estamos en horas de descanso y, que un gallo desfasado de enfrente vino con su canto retardado.

-Es que, ese gallo no se de entera de la fiesta por estar mal de sincronizado.

Solo bastaron aquellas palabras para hacer reír al padre y su hijo, que se marcharon contentos por la inversión de un euro. Pero el gallo enjaulado que tenían en un banco de enfrente con su presumible dueño, no correría las mejores de las suertes.

-Sancho, en este corto descanso donde estamos sentados, me ha venido a buscar el espíritu guerrero indio Jerónimo, me pide que siendo él, el último guerrero dejando aquella empresa sin acabar, corra a continuar la campaña que él había empezado. Y, lo siento por ese gallo de pelea que , ahora mismo lo quito de en medio para competencias.

Ni corto, ni perezoso Don Quijote se levantó como un rayo anunciando la tormenta, dio una patada a la jaula que, después de desguazada agarro al gallo por el cuello, descabezandolo. Su dueño no daba crédito, que viéndolo tan loco no se atrevió a preguntar que es lo que hacia, por si con el, hacia huso con la espada. Que más asombrado quedaba su escudero Sancho, al verle como se dibujaba su caballero en su cara con sangre del gallo los dibujos de empie de guerra, hizo un haz de plumas sueltas que, se las colocó en su cabeza he invitó a su escudero a embarcarse en el primer puerto. Subieronse a sus rocines corriendo el resto de metros que les quedaba de Ramblas y, Don Quijote se para mirando la estatua de Cristóbal Colon.

-Mi señor, vais a acabar conmigo, que de estando en reposo y tranquilo, rompéis los ánimos como las tormentas en tierra y en el mar los remolinos.

-Sancho, tenemos una misión por ser los hacedores del bien de este mundo, fija os en aquel señor petrificado genovés encima de la columna, fue a descubrir las americas para los españoles para mas tarde esclavizar a sus gentes nativas, pero un avispado Americo Vespucio, dicho continente lleva su nombre.

-Entonces las americas están en la dirección que señala su brazo.

-No, exactamente, este señor descubridor parece ser que lo paso bastante mal, hacia allí esta su ciudad natal Génova.

-De seguro que, tendría muchos lloros y añoraba su casa con los abrazos de su madre.
Pero ese cambio de luck con pintura de guerra y plumas descafeinadas sin laca que, me hace mucha gracia. Y, diga me mi señor, si no hemos arreglao los entuertos de este nuestro país
¿Que vamos de arreglar en un país extraño y lejos?

-Sancho, recuerda la fiebre de los mezquinos, si no se corta la cepa que la produce estamos expuestos en todos los tiempos. Ahora veo que el espíritu del águila blanca, allí arriba, viene hacia nosotros, ha servirnos de guia.

-Ese pájaro, me parece mi señor que es una cigüeña.

-Sancho, solo alcanzamos a ver lo que queremos.


viernes, 8 de mayo de 2009

TRIPLETE cap 34




Tras haber dejado atrás los monegros y un antiguo campo de batalla, donde la bisectriz de sus aguas el Ebro dividía en otros tiempos a familias enfrentadas, más por una voluntad quebrada de ignorancia y su inercia de costumbres largas. Don Quijote y su escudero Sancho se adentran en tierras catalanas, tierras de grandes autopistas de peaje, de grandes artistas, escritores, pintores y hasta deportistas. Estos trotamundos habian recibido ecos de que un hecho importante se había producido por un equipo de deportistas, ganaban tres trofeos, hecho histórico para un equipo de fútbol y pudiera ser para el país que representan.

-¡Mi señor! ¿Que destos campeonisimos tripleros han de echo tres esfuerzos?

-Sancho, más bien yo diría que con un mismo esfuerzo, con la misma templanza y caballerosidad se garantizan los premios, que sumarle pueden todos los que se quieran. Bien sean procedentes de un reinado, nacional o internacional y, si me apremias, todos los demás del universo, pues esa es la esencia de seguir el camino recto.

-Mi señor, de se aglomera mucha gente por destas calles catalanas, yo, a mi pollino mejor lo llevo de reata.

-Bien pensado Sancho, que ante tanta aglomeracion y ruidos no se sobresalten nuestros serviciales dóciles equinos.

-Gran celebración se de presta para estos campeones que visten de rallas azul y granas mi señor. Y todo de dicen de averiguar una pelota en la red, que de antemano se la sortean de aquí pallí, da qui pallá.

En una de aquellas calles, perpendiculares a las Ramblas, les llamó la atención una cierta aglomeración de personas que todas quietas en ruedo, estos caballeros se prestaron a satisfacer su curiosidad.

-Sancho, allí en aquella esquina, algo importante debe ocurrir cuando mucha gente se aglomera. Acercaros, asta allí, yo me haré cargo de vuestro asno mientras tanto.

Y, servicial como de costumbre, se presta Sancho a tal recado que, una vez introducido en ese tal bullicio, observa como un señor con camiseta del barsa tiene una caja de cartón con tres cascos de nuez sorteando una pelotita, que curiosamente Sancho a uno de los espectantes le pregunta que era lo que allí se cocía.

-Buen señor, perdone y mil molestias, destoooo, Que es lo que aquí se despacha?

-Ya veo, que usted, hoy es la primera vez que sale de su pueblo. Mire, estos son los trileros, este juego consiste en averiguar donde está la pelotita entre esos cascos de nueces, apostándose dineros, si lo adivina donde está la dicha pelotíta, pero esta gente tiene unos ganchos para que la gente inocente pique y se le quede la cartera escurrida.

Sancho, con oír la palabra "trileros" a lo demás no prestó atención y, fue presto a dar la noticia a su Señor.

-¡Mi señor! ¡los tripleros! ¡los campeanisimos los de tenemos ahí mesmo con demostraciones de juego!

-¡No perdamos tiempo Sancho! demos nuestras felicitaciones a tan cercanos y de providencia campeones, de tal audacia y camino a seguir con los mejores ejemplos de este equipo bien avenido.

Y, abriéndose paso con el más genuino gesto educado, entre tantas gentes, se acercaron ante este triplero o trilero y, con la reverencia que le caracteriza a este Don Quijote, ve y observa como a un inocente pica facilmente llevándose 20 euros en principio y, al final con el mismo juego de cascos de nueces, (aquí, allí, palante, pa trás, izquierda, derecha) deja entrever donde está la pelotita, que este mismo inocente tan seguro de si mismo apuesta los 100 euros que tenia destinados para la juerga de esa misma noche.

-¡Si, aquí! ¡apuesto 100 euros!

Al levantar el trilero el casco de nuez...Aquel inocente pudo sentir el mismo desconsuelo de un portero que recibe seis goles como seis soles. Y, Don Quijote de la tal escena revienta y dice.

-¡¡Estafadores, ingratos!! ¡¡sois como alguno de esos personajes políticos que se disfrazan de colores de partido solo para llenarse el bolsillo!!

-Diga que si, mi señor, del arte birley-birloque, de osease, birlar.

Treinta segundos fueron suficientes para que el malabarista y sus secuaces desaparecieran entre el bullicio. Pero, otro año más, al otro lado del canal de la mancha, para que rime, por que todos navegamos en este océano de la vida. Un desconsolado capitán del chelsea, Terry, comprende que el golpeo de su bota, la que le hizo fallar un penalti en otra competición anterior, otra bota, de la misma marca, este año en los pies de un manchego, ha tenido el acierto de lanzarla a las redes, para discordia de la araña de la serie de la abeja maya. A cinco minutos de allí, todo el equipo del FC Barcelona montado en su autobús descapotable, con la resonancia de vítores y campeones, en lo que estos dos aventureros con sus rocines se vieron embutidos. Tales eran su perfilado porte que desde el autobús el jugador Iniesta, se quedó asombrado y presumió que se le hacia un homenaje con Don Quijote y Sancho por ser los tres de origen manchego. Iniesta dio las gracias a Guardiola y, tambien al presidente, he invitó a subir al autobús a sus paisanos Quijanos, dándose los correspondientes saludos a los tri campeones como se merecen, saborearon el cava en las tres copas que corrían a corro.

-Puyol, tu dentre pecho y espalda te metes un pollo picantón.

-Jajajajajjajaja, jejejejejejjejje y, tu esta noche te vas ha comer otro Sancho.

-Así, Iniesta que sois manchego, se dice que acariciáis el balón con tales cariños que no se despega de vuestra sombra.

-Eso, dicen Señor Quijote, pero este año hemos demostrado ser más equipo, los méritos son de todos.

-Sabias palabras, de todo un caballero, presumo que tenéis una muy buena escudería...Este cava sabe bien, me lo dicen los rizos de mis bigotes...Y, llevamos caminando un largo trecho que bla,bla,bla, en la fiesta de blas.

jueves, 30 de abril de 2009

FIEBRE MEZQUINA cap 33






Antagónico resulta el asfalto de carretera que, en la refriega de unas herraduras desgastadas, al unísono tableteo de castañuelas en concierto de dos tonos equinos de un caballo desgastado y de un domado jumento, que al compás de sus movimientos de orejas fijan la medida de velocidad que no cortan los vientos. Ligera brisa les peina, a quien acompaña oxidada armadura y albarda, con dirección a Zaragoza, siempre por donde no molestan ni a coches y camiones, guardando todas las distancias entre el mundo de las prisas y la suave caída de la pluma del ave Phoenix.

-Ah! mi señor, que de dolor de riñones, de llevar siempre la mesma postura en deste mi dócil pollino.

-Sentiros orgulloso, pues sois vos quien monta al burro. ¿Sentiríais los mismos dolores si fueses tú quien caminando y sobre tus hombros llevaríais a tan dócil burro?

-Dejemos lo estar así mi señor, que el contrato entre mi animalejo y yo, no se hizo con letra pequeña que, fue testigo el mismo notario que sirvió entre vos y Rocinante.

-Cierto, pero mis quejas no se entretienen en menudencias ni pelos de ombligo y soluciones baratas que no afectan a propio bolsillo.

-¿De que bolsillo habláis, que yo no tenga conocimiento? que, por no tener ni lo tengo lleno ni vacío, solo cuento con vuestro pagaré de boquilla pa cobrarme su de prometida ínsula.

-Sancho, es costumbre de aquellos que de lo que tienen sin ningún esfuerzo, se presten a dar consejos a quienes realmente sudan el pan con el sudor de su frente. Dicho de otra manera, como dicen y hacen algunos Pepes, sería que, el burro después de su caída, este se le apalee o reciba dos patadas, se le pida que rebaje su sueldo, se abarate su despido y se le exija que trabaje hasta que justo al doblar la esquina, la parca impaciente, le espere con su barba blanca.

-Mi señor, entramos en Aragón, de seguro que, el entuerto esta al doblar la esquina. Por destas tierras andurreó Agustina del Cañón, tengo de entendido.

-Sancho, el apellido que le habéis puesto a la tal señora son primos de rima, que de ruidos ya lo hace el cañón.

-Mire mi señor, que del roce con mi humilde pollino, además del cariño, se me haya pegado la parte del borrico.

-Es natural que se manifieste esa parte animal, porque de allí venimos. Un buen consejo en la vida, siempre es bien agradecido, Sancho, la experiencia parió a la ciencia y esta sazonó el pescado, midiendo los tiempos de los relojes de Dalí.

-Ahora, de me pierdo mi señor, desto, de un buen consejo ¿Sería bueno un muy buen consejo en la vida, mi señor?

-Ni preguntar tiene lo que se presume de buenas intenciones Sancho. Pero he de deciros que, existen personas que necesitan doce o más consejos para sobrellevar una vida, son los menos dotados que necesitan esa muletilla para poder caminar por este mundo tortuoso. Esta chapa oxidada y abollada que me cubre, es de privilegiados enfrentarse a las inclemencias de la vida que, de insignificantes tormentas, huracanes y demás necesidades sientan
envidia.

Siguiendo por dicha carretera nacional en la provincia de Zaragoza, decidieron apearse en una zona de descanso, donde almorzaba un camionero en una mesa de madera un bocadillo, mientras su camión cargado de cerdos y sus alientillos, junto a los ecos de orquesta chirrional, a esta pareja le auguraba cierta emoción.

-¡Mire mi señor! ¡una carreta de cerdos hasta la bandera, de por lo menos quinientos! mire que rebonicos y de tienen la misma cara que mi cerdo ricanor que, allá deje en la chiquera manchega.

-Y, de seguro que usan la misma marca de colonia Sancho.

El camionero añade.

-¡Dejen tranquilos a los cerdos que ahí no se les ha perdido nada!

-¿Nos tomas por unos ladrones carretero?

-¡No!, miren ustedes, es que hay una fiebre que según dice la contagian los cerdos, es tan rápida que traspasa las fronteras en cuestión de horas y las personas se contagian.

-¿Queréis decir, que unos cerdos encarcelados, sin voluntad propia como los que lleváis en vuestro ancho carro, nos han declarado la guerra?

-No, miren, es que es complicado, parece que el virus que la produce muta y es difícil de controlar.

-De osea, que de usa traje del camuflaje, quiere de decir, mi señor.

-Viene a ser algo así como, ese capital que se deposita en una determinada marca o firma comercial que tiene fama, para exprimirla y, una vez succionada, parte de ese capital irá en busca de otra firma y así sucesiva mente, cambiándose de traje, de acuerdo con el clima y costumbres autóctonas del habitad.

-Bien aconsejados están ustedes, caballeros.

-Noble caballero, solo el consejo de la humildad llevamos como equipaje. Para tal fin de enfermedades se necesitan, como mínimo doce consejos, en cambio vos lleváis enjaulados a unos inocentes cerdos como los mismísimos que, son conducidos a galeras y os ordeno que, ¡los pongáis en libertad!

-¡Estáis loco! ¡me vais ha buscar la ruina!

Y, como alma que pierde el diablo, dicho camionero salió pitando con sus guarros.
Haciendo amagos de persecución Quijote y Sancho, perdieron de vista al tal carruaje de cerdos como ellos entendían y, curioso momento se produce justo al paso de uno de esos radares, cuando un vehículo saltándose el código de circulación, el armarito metálico fijado en dicha carretera, dio su fogonazo de fotografía, que Sancho advirtió con el rabillo de su ojo, pero su burro hizo un requiebro y dio un estruendo salto que a Sancho lo derribó. Tanta era la rabia que con una vigueta metálica abandonada, daba buena cuenta del tal radar, que lo deja más abollado que el peto metálico de su amo.

-¿Que pasa Sancho, que la emprendes con lo metálico?

-¡Mi señor! ¡en deste armario metálico, uno de esos malos consejos sa mimetizao con el terreno! ¡y, de mi caída fina, le enseño un poco de humildad!

-Cosas veredes Sancho, cosas veredes y, raro instrumento habéis elegido para tal enseñanza.

domingo, 19 de abril de 2009

EN LA PIEL DE CERVANTES cap 32




Encerrados, entre cuatro paredes, mas por locos de cuerdos pensamientos, pasaron las horas enrejados como mandan los mandamientos y sus leyes, que como redes no atrapan a los verdaderos delincuentes. Pues sirva ha decirse que el verdadero Don Quijote y su fiel escudero, no se tienen por pijos, ni por amantes de ninguna religión, como falsos que aparecen por ahí, haciendo manifiestos de los reyes católicos y hacedores de uniones europeas bajo una de las religiones que mas sangre haya derramado en todos los tiempos y en continentes, que no son capaces de cumplir ninguno de sus diez mandamientos, como bien demuestra la historia. Todo lo contrario, manifiestan estos dos caminantes, que solo creen en las estrellas que les ayudan a caminar en las noches oscuras y su hermano el sol que les viene a saludar cada día, que sus pensamientos le vienen y, son libres como la brisa. Están muy por encima del orden establecido por los duques de Alba y el conde duque de Olivares, poder a la vista y filosofías que en otros tiempos dirigían este país. Otros quijotes que no se ajusten a este perfil, son sencillamente malas imitaciones, mercenarios a cambio de dinero, cortos de pensamiento, por muchos besos que le den en sumisión al Papa.

Posiblemente, cuando leyeron al Quijote, mas lo hicieron por su fama, por grandes escritores que descubrieron esta gran obra y, el mensaje que dejo Cervantes, solo para los libres de pensamiento y, con cautela para que la santa inquisición no quemara en la hoguera esta obra, como por costumbre tenia de quemarlo todo, estos mismos, los mismos que crucificaron a Jesucristo y, encima quieren de él hacer negocio seculan seculoro.

-Mi señor, vaya nochecita la que nos ha dado manolo de su bombo y familia numerosa.

-Sancho, que sepáis que a golpe de tambor es como marcan el paso de Los Santos que, sacan a paseo, sean de madero o embalsamados, como tu bien dices. Aquí estamos por mi iniciativa de salvamentos falsos, que por intenciones de bondad infinita, a todos hubiera dejado calvos.

-Mi señor, que no sabia de que era entendido en peluquerías, bien podría hacerme un corte de pelo a la moda, de ahora que empiezan destos calores para que no me de confundan con del Jimy Hendry ese.

Por ser, esta tierra de vinos, de de nominación de origen que tienen tanta fama. Las autoridades competentes, decidieron poner a este par de locos en la calle, invitándolos a marcharse de dicha capital, queriéndole quitar importancia al asunto, para que dicha prensa no se hiciera eco del contencioso producido en ese jueves santo y, hacer a este par de caminantes, con de nominación de origen manchego, las competencias de los vinos riojanos en sus tierras, precisamente ahora que tienen un mercado internacional bastante respetable. Y, con dirección a Zaragoza.

-Ah! de propósito, mi señor, ¿Es que el de Los Santos, no sabe tocar mas que del bombo y platillo?

-Mi fiel escudero, en la medida que las gentes agudizan su oído, necesitan para su confusión otro tipo de instrumentos, por que se da la circunstancia que abusando de uno de ellos, no se les llenen las iglesias.

-¿De podría ser, tocando la flauta como Hamelin, otra de posibilidad, mi señor?

-Sancho, cada día me asombras más, tu picardía y agudeza te vienen de tus tripas vacías, haciendo trabajar a tu cerebro, os cuento: Instrumento y Los Santos, tanto monta como desde el Tambor hasta piano piano, y, ya que habéis mencionado la flauta de Hamelin, sin duda el arte con una fina melodía, conducir a las ovejitas en fila, que buen negocio es el escardar le la lana, obtener su leche y, si han gozado de buenos pastos, hacer mercado con sus carnes.

-¿Queréis decir mi señor, que cansados los jefes de ese negocio, del tamborilete tan,tan,tan, ahora le cambien el instrumento sin dejar de ser Los Santos?

-Sancho, por Santos se tienen, pero por mucho que corrijan sus libros de cuentas, la historia no miente.

miércoles, 8 de abril de 2009

LA FIESTA DE LOS ESPINOS cap 31





Como saltamontes en busca de su grano, como las cigarras que frotan sus alas, estos dos caminantes, medio perdidos, medio encontrados con ellos mismos, con las herraduras que protegen cascos y almas por tierras riojanas, aparecen por la localidad de San Millán de la Cogolla, concretamente en el monasterio de Suso. Donde según cuentan las leyendas, un monje ermitaño, de cuya localidad lleva el mismo nombre, parió nuestro castellano, parto que sin duda dio a luz después de los dolores, lo cual pudiera igualar a la mismísima Santa María, manteniéndose este singular monje, virgen después de concebir su hijo "el castellano".

-Que de valle mas bonito mi señor, se nos presenta en destas tierras.

-Sancho, la madre naturaleza que es generosa escribe sus propias caligrafías y dibujos en los surcos de la tierra.

-Si, mi señor, que tiene de generosa, que es la época de la recogida del rábano y rabanillos que de ricos están con unas buenas migas de pan y de sofríto del ajillo.

Como si del mismo medievo se tratase, estos intrépidos galopantes, aparcaron al singular pollino y a su inseparable Rocinante. Justo a la entrada del monasterio de Suso, donde en otros tiempos, el tal San Millán afinase las plumas de las soberanas gallinas y calamares en su tinta, para deleite de los castellanos-parlantes, máxime reunión que se haya denominado este lugar patrimonio de la humanidad. Dos monjes se dirigieron al encuentro de estos fantásticos caminantes.

-Muy buenos días tengan ustedes...¿Pero, no han leído el cartel anunciador que dice que está prohibido subir con automoviles y, que hay que hacerlo andando?

-Perdonen vuestras mercedes, que ande este caballo, o que ande su caballero andante, monte tanto, tanto monte como Isabel y Fernando, pues fieles mi caballo Rocinante y yo somos en el pensamiento...¿Y, de que orden o cofradia son ustedes que les venga tanto recelo?

-Somos los Agustinos de Recoletos...Servimos a dios cristo y a hombres de buena voluntad.

-Muestren esa buena voluntad a este caballero y su fiel escudero, resolvedores de entuertos, que la providencia se muestre generosa a sus necesidades para que se esgrimen en fuerza y la debilidad se aleje como el rabo del perro entre sus patas.

-¿Tienen hambre ustedes?

-Si, Agustinos, que mi señor se expresa en maneras y a mi la tripa en tormentas y nubarrones.

Aquellos monjes se quedaron impresionados, con las formas en expresión de este hidalgo caballero y, en compañía de Sancho su escudero. Camino a la despensa, estos dos monjes se preguntaban por separado si, aquello había sido una alucinación o aparición, como las innumerables apariciones marianas que ellos veneraban. Y dándoles unos bocadillos, Don Quijote y su escudero se alejaron dándole las gracias a este par de ermitaños.

-Mi señor, que de bocadillo de chorizo tan rico, que hace que me sienta agustín, que sea de muy buena recolecta los criados cerdos y que de ahí les venga el nombre de Agustinos de Recoletos.

-Sancho, se ha de perseguir el buen fin para justas causas, los nombres por si solos, no dan soluciones.

Entre dos luces aparecen en Logroño capital, plena celebración de semana santa "Jueves Santo". La "Calle Mayor" abarrotada a ambos lados de los portales, muy diferente a aquella otra película que con el mismo nombre de esta calle, aquí se rodó. Un cristo nazareno sobre una plataforma, una cruz llevaba a cuestas y demás adornos de corona con sus espinas y cara ensangrentada con mirada baja. Don Quijote y Sancho atravesaron por una calle paralela "Laurel" calle de tapeo que en ese momento estaba vacía. Adentraronse hasta la Calle Mayor en culla maresma protocolaria de autoridades y banda de música con sus ciudadanos expectantes, muy impresionado queda Don Quijote montado en su caballo, viendo a un señor sangrando en tal escenario.

-¡Sancho! ¡Que me pierdan los diablos! ¡cuan cobardes se muestran estas gentes y disfrutando de sus sufrimientos de un hombre atado soportando el peso de un madero!

-Hay, mi señor que de esto me huele mal, que son muchas gentes quienes lo consienten.

Hincando las espuelas Don Quijote a su amado rocín, se dirige hacia el hombre presumible indefenso, que al oír el estruendo de los gritos de este caballero, abrieron paso las gentes viendo lo que se les venia encima, dejando paso hacia la imagen del nazareno.

-¡¡¡COBARDES FARISEOS!!! ¡¡¡DETENED ESTE JUICIO, QUE JURO POR EL SOL NACIENTE CON VUESTRA SANGRE ADORNAR MI ESPADA!!!

Subiose de un brinco desde su caballo a esta plataforma y escenario con espada en mano. Un silencio sepulcral se produjo en ese instante.

-¡Buen señor! ¿De que os acusan estos infames silenciosos, que solo hablan con la música de su banda? ¿Que tan horrendo crimen habéis cometido, para que sacien sus iras con esas espinas y el peso de ese madero?

-Mi seeeeñor, desto me huele mal, baje se de ahí.

Don quijote, quitó parte de las espinas, clavandoseles algunas de ellas, intentó quitar el madero, pero una buena tornilleria se lo impedía y.

-¡¡¡Responde hombre de los sufrimientos, que os habéis quedado como una piedra!!!

-Mi señor, baje se de ahí, que ese señor está embalsamado, para que dure tiempo y no haya que reponerlo, no vaya usted mi señor a ser su sucesor.

El concejal de festejos no daba crédito a lo que veían sus ojos, igualmente el hermano cofrade quedando se para un largo tiempo perplejo. Mientras tanto la policía municipal de servicio, que mejor momento para demostrar su eficacia al mundo entero. Agarraron de los tobillos al hidalgo caballero, haciéndole caer en la plataforma o escenario, desde dicho escenario, lo tiraron al suelo sonando su armadura oxidada como las cace-roladas en plena crisis de la pampa, se vuelve a levantar, de nuevo le tiran al suelo, lo sacan a rastras de esa calle, Sancho les dice basta, que como un remolino, a el tambien le pilla en la refriega, sacados a un apartado, un coche patrulla los lleva a comisaria donde pasan en calabozo la noche.

-Ay, ay, mi señor, que ya le avisé de que me olia mal, que estas heridas que sufre mi señor, están en el numero de caídas y las porras agresivas, mas con las espinas de regalo que le regaló el hombre embalsamado.

-Digno y humano es Sancho, prestar auxilio al desfallecido, al inocente condenado...Muchos sufrieron en paredones, la cobardía de las masas, de los fariseos, de la ignorancia...Bla, bla, bla, blas.

domingo, 22 de marzo de 2009

LAGUNA NEGRA cap 30





Tras pasar en una larga caminata, dos centauros bien armados, mas sujetos a su silla y albarda, adentraron se en tierras de castilla, concretamente en la hermana Soria, pues tal velocidad e inercia hallaron casi fuera de esta provincia, no sin antes pasar por lo que se denomina las ruinas de Numancia. Caballero hidalgo bajó de su Rocinante bien cansado y, invitó a su escudero a que le siguiese en ceremonia. Y con rodilla en tierra, arranca un puñado de tierra con su mano derecha dirigiéndose a su escudero.

-Sancho, fija os en esta tierra yerma, ¡tocad la con vuestras manos! y decid me que no estáis sordo, ahora que tenéis la oportunidad de oírle sus lamentos aquí escritos en otros tiempos.

-Que no es de sordera, la que sufra yo mi señor, si no mas bien que, dándonos un baño de pascuas a ramos, en mis oídos estén de sembrar las patatas para recogida en verano.

-En esta Numancia hace dos mil años, sus ciudadanos mostraron valentías y la mas alta resistencia al maremotum romano. Imperio que acumuló todas las experiencias en batallas y guerras, como tecnologías y la sociología recogidas en pergaminos, que el ser tan bien ordenados para un buen fin intencionado.

-Determino mi señor, que de por esas de tecnologías sicológicas, aquellos ciudadanos no quedase ninguno para contarlo.

-Buena determinación Sancho, pero parte de esa historia la escriben los vencedores, de costumbres les viene las informaciones acumuladas en pergaminos. Que dicha información mas tarde, el Emperador Justiniano cediese a la iglesia de los cristianos, siendo estos últimos en occidente quienes escribieran la historia a capricho convenido.

-De los libros sois mi señor bien leído, que yo no tenga razones ni mas argumentos, que para saber cuando suena mi barriga, la lengua se me quede seca y llevemos encima mas resiembra que la de un palo en gallinero.

Saliendo de aquella zona, en dicha carretera a mano izquierda divisaron un dinosaurio echo de hormigón. Las dimensiones eran tan grandes que dos horas se quedaron inmovilizados sin quitarle ojo, no por ello los sudores y lo que arrastraban se quedaban quietos. Un lugareño que pasaba por el lugar, al verlos inquietos y con indumentaria conocida les pregunta.

-¿Que? ¿les gusta el animalejo echo de cemento?

Sancho, se adelanta interrumpiendo el protocolo.

-¡Buen señor paseante! ¿El artista que a posado para tal figura vive por destos andurriales?

-Bueno, en tiempos de maría castaña, estas tierras ellos si que las dominaban, ahora mismo están desaparecidos.

A lo que Don quijote añade y dice.

-Ya me parecía a mi, que algo de personalidad le falta a esa cara de lagarto. Para verlo desde tan lejos y retratarlo.

Resuelto este pequeño entuerto, decidieron cambiar de dirección, no por precaución, si no más bien seguir un poco la dirección del sol, ganarle unos minutos de luz al día, pues aún eran las once del medio día. Se adentraron en una muy buena sierra, tierra de abundantes y diferentes especies de árboles que pugnan por el espacio y que están delimitados por la altitud. Entre ellas está el haya, que crea un cerrado soto bosque y crece a altitudes relativa mente bajas que comparte con el pino albar, que es el rey del territorio y forma grandes bosques. El roble albar, el abedul y el álamo temblón, en definitiva fueron a parar hasta la "laguna negra", divisando se agua cristalina en sus bordes y orillas, como contrapunto hacia el centro se percibía la oscuridad del mismo averno.

-Mi señor, otro milagro de la naturaleza que nos viene a las manos, aligere monos bien la carga que nos cubre el pecho, espalda y demás piel reclama.

Mientras sus rocines mojaban sus cascos y bebían de ese agua cristalina, Don Quijote rodilla en agua, brazos abiertos y mirando al escenario de las estrellas...

-¡Aaaah, quietud de agua calma!

¡Espejo de los mensajes quietos!

¡Caídas de lágrimas de la luna!

¡Espejo del sol donde peina sus rayos!

¡Ladrona del alma de los poetas!

¡Cárcel de los cuatro puntos cardinales!

¡Gobernadora de la voluntad del joven Narciso!

¡¡¡Despierta la sensibilidad al mundo entero, que con los ojos abiertos dan pasos de ciego!!!

Mientras tanto, Sancho se había agenciado un puñado de plantas aromáticas y sentado cubierto de agua hasta el ombligo, frota que te frota. Lugar de paseo y turismo que las personas disfrutaban los fines de semana, fijando su atención en dichos personajes.

"Laaaago neeegro"

"laaaago blaaanco"

"paatitoo chaapurrea"

"paatitoo ne laagua"

Evidente mente, el baño esta prohibido, pero la escena de estos dos personajes que allí al personal visitante les pilla de improviso, aprovecharon para disparar sus cámaras fotográficas como si se tratasen de animales en extinción.

-Mi señor, que de gente mas rara, que se aglomera en grupo cerrando un ojo y escondiéndose el otro detrás de una lata de anchoas.

-Sancho, es posible que quieran atrapar con sus ojos ciegos, lo que nosotros impregnamos con los nuestros abiertos.

-Pues yo, me impregnado de bien con los abiertos y los cerrados, destas hierbas en estos andurriales, de los pies a la cabeza, que mas razón tengan ahora de llamarle laguna negra.

Alejaron se de allí en sus rocines, ignorando que los de medio ambiente iban a buscarlos.




мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ