martes, 13 de abril de 2010

EN TIERRA Y, FIRMES cap 52


En otro lugar, aldea de pinares y laderas, cerca de donde salieron los intrépidos astronautas sin licencias. Se hallaban Rocinante y su compañero de viaje rucio, y siendo primavera, cuando en los trigales verdes revientan las amapolas rojas y las amarillas margaritas gritan, en tierras de campiña, tales sensaciones no pasan desapercibidas en toda nuestra geografía, sintiéndose aludidos nuestros singulares equinos Rocinante y su compañero rucio, pues no se aburrían y bien saciados con los abundantes pastos verdes que ofrecía Galicia.

A Rocinante, le vinieron a su rico olfato, algo más que olores primaverales del campo, y se acercó a tal motivo; cinco yeguas percheronas, todas bellas y hermosas con ganas de retozar, la ocasión se pintaba calva, con sus señales de rabos en alza, enseñando cada una la hoguera de sus vanidades. Rocinante, no se lo pensó y, montando una tras otra con el ritmo de música que mandan los mandamientos, con buen tino, mucha experiencia en kilometrajes y sin miedo a enseñar el tacómetro.

-HI, HI, HI, HI; - Decía una.

-HE, HE, HE, HE; - Decía otra.

-HUAS, HUAS, HUAS; La tercera, y así el resto.

A Rocinante, el paraíso, sin duda tenía el color del paisaje verde. Un anciano que pasaba con su burra por dicha zona, viendo el tal panorama y, aprovechando que dicha burra estaba en celo, que dicha especie de asnos estaba en vías de extinción, a diferencia de otros asnos de dos patas de raza gurtel-ano, que habían crecido como el sarampión.

Este anciano quiso enriquecer su legado, acercó la burra por nombre mambruna, al rucio, este empezó a olisquear a la burra. Hacía nueve primaveras que el rucio no olía esa clase de aroma que le supo a rosas, el rucio montaba a mambruna por el cuello, por el costado, todo ofuscado y finalmente al igual que el anciano, este determinó de hacer de mamporrero y,………..

-¡Me caguen dios carallo!! ¡¡Si yo tendría tu edad!!.......... tienes incrustado el queso de Cabrales como la escayola en el techo.

Una vez acertada la diana, mambruna complacida, al rucio se le abrieron los ojos de par en par, se sintió servido y alagado como un rey, finalmente, hasta recitando poesía.

-¡¡HI HA, HI HA, HI HA!!.........

Mientras tanto D.Quijote y Sancho se acercaban al puerto pesquero de La Coruña por la ria.

-Mire, señor D.Quijote, a su derecha y vea, esa es la famosa torre de Hércules. Como puede ver sigue estando en su sitio, por lo menos desde dos mil años nadie la ha movido de sitio.


-Capitán, agradezco su bondadosa hospitalidad, pero he de decirle y perdone las abundantes metáforas, que entre estar y no estar hay un mundo, pero estando y en el mismo mundo, las intenciones de enderezar entuertos, ennoblecen los corazones.

-Creo, y se lo digo sinceramente, es que deje la literatura, dedíquense a trabajar, entreténganse en algo de provecho.

-Mi señor, dígale lo de ese juez que de tan provechoso es su trabajo, que al llegar a los asuntos de la cartera, ahora lo quieran echar y enchironar.

-Sancho, la maldad que es madre de todos los males, y estos sus hijos se unen en aquelarre para entregarle al diablo en forma de presente.

-¡Claro! Los aquelarres se dan unos festines de santo padre.

-Castro, en cuanto lleguemos a puerto, acércalos a ese lugar donde dicen que han dejado al caballo y al burro, tengo ganas de quitarme esta pesadilla.

Y, así fue, Castro los acercó con su coche a ese lugar, con muchas ganas de regresar y quitarse aquel muerto. Llegados al lugar se encontraron con la fiesta, que el mismo contramaestre Castro servía de testigo, si aquellos equinos enlazaban matrimonios, pero no quiso firmar, marchándose rápidamente deseándoles mucha buena suerte.

-¡Hay! mi rocín que ese anciano picaron me lo pervierte y me lo pierde, robándole todas sus voluntades.

-Sancho, además de ser primavera estos animales se manifiestan en toda su naturaleza.

-Pues su Rocinante es un buen manifestante, tanto que mete y arremete como el Messi-as en el campo verde.




lunes, 29 de marzo de 2010

PERCEBES cap 51



Rodeados de tan singular fauna marina, y muy sorprendidos por tales circunstancias, suspendidos en una capsula metálica, no acertaban a deducir los finales de sus suertes.


-Mi señor, estos de animalejos no nos quitan ojo de encima, y no tenemos ni comida en sobres para peces de pecera.


-Sancho, es fenómeno extraño que tanto animal haya venido sin avisar de nuestro encuentro, como que ahora nos veamos sobre lo que queda del caballo que, nos subiera a los cielos, tan falso como Clavileño el Aligero.


-Por lo menos aquel caballo muy a pesar del ruido nos devolvió al mismo sitio y en la tierra. Que deste haya echo cursillos acelerados, dándonos de un brinco, de la tierra pasando por los aires y cayendo en estos mares.


Un acontecimiento se viene a dar en esas latitudes, un barco mediano se aproximaba en la dirección de esta pareja de aventureros y rodeados de gran número de fauna marina. Se trata de un barco de pesca que regresa de las islas Seychelles con media carga de atunes rojos con dirección a puerto de La Coruña.


-¡Capitán! ¡Capitán!-


-¿Qué pasa Castro? No me des estos sustos que ya dejemos la faena hace tres días en las costas somalíes.


-Mire Capitán, a babor un gran número de ballenas y otros peces variados se arremolinan alrededor de unos náufragos.


-Increíble, nunca había visto nada parecido, tenemos la pesca al lado de casa y vamos a pescar a las quintas leches. ¡Nos dirigimos hacia allí, Castro!


-¡Venga, venga preparen redes! ¡Se acabó la fiesta, a menearse coño!


En dicho barco llamado Esperanza, solo el capitán y Castro eran españoles, el resto; dos marroquíes, un coreano, tres nigerianos, un chino cocinero, dos rumanos, un portugués y dos ucranianos formaban la tripulación de pescadores. Pero a medida que el barco pesquero se acercaba, las familias de peces y ballenas se perdían en las profundidades. Todas las redes echadas al agua, fuéronse acercando hacia donde se encontraban D.Quijote y Sancho sobre aquella capsula que por fuerza del oleaje entraba agua a su interior.


-¡Pero donde coño están los peces!


-Anda Castro, subid a bordo a ese par de robinsones, que tienen el mismo color de las berenjenas.


-¡Veis Sancho como la esperanza es lo ultimo que se pierde! Ella sola ha venido a buscarnos.


-Si, mi señor, como un grajo blanco que encuentra dos gusanos en sus meriendas.


Una vez a bordo, D.Quijote agradece tales gestos al igual que Sancho.


-Mil gracias, tenga usted por buen samaritano mayordomo de la señora que recupera en los últimos alientos a los perdidos en las derivas de este océano.


-Si, si, yo y mi señor, estamos agradecidísimos de que con nosotros se de hayan tropezado, que los tropezones en tazones conocen sus finales, y nosotros sabiendo que la esperanza se de pinta verde, como el heno guardado y este seco, en un pajar asegura los alimentos de equinos, cabras y borregos en los fríos inviernos.


-¡Qué! Castro, me parece que el sol le ha tocado la azotea a nuestro comandante Cousteau y a su marinero de agua dulce a bordo de su nave Calypso. Acompáñalos al comedor, que merienden algo y luego les pediremos explicaciones.


-Si, Capitán,--


-Sancho, fijaros, este sin duda es el capitán general de los siete mares, ha ido recogiendo náufragos de todas las razas. Acción que ennoblece a tan altos caballeros.


-Si, y de me parece que le haya echo contratos en las faenas de la pesca por los manejos de las redes.

Dirigiéndose al comedor y guiados por Castro, este, impaciente y curioso.


-¿Qué es esa nave en la que iban agarrados como los percebes a las rocas?


-Es lo que queda de la noble torre de Hércules, buen mozo, que el rey Marte de cuajo arrancó con un fuerte estornudo, lanzándonos por los aires y, que luego el Tritón mandó a todo su ejército marinero.

Permítame mi señor esta explicación como escudero.


- Bueno, bueno, ahora se toman una sopita caliente y verán que bien….




sábado, 13 de marzo de 2010

EL ARCA QUE NO ES cap 50




Dos náufragos a la deriva sobre una capsula de satélite, sobre el océano atlántico. Sin embargo los movimientos que D.Quiojte hizo con su espada a dicho satélite antes de caer, causó un hecho bastante curioso, que hondas hercianas por su autopistas habían quedado revolucionadas.

-Mi señor, deste armatoste todo metálico es una suerte que aún siga flotando, y sin estar en un campanario, nuestros rumbos son los de la veleta.

-Cierto sea, que queriendo enderezar entuertos, se haya producido uno de los mayores encantamientos Sancho, pero nuestra verdadera bandera lleva escrito el color de la esperanza. No rendiremos cuentas de momento a la madrugadora señora, con el destello de su afilada guadaña.

-¡Ay! ¡Mi señor! ¡Que veo brillar algo entre las aguas acercándose a nuestra orilla, que esa señora mala y afamada de tiene que ser campeonísima en pentalones y olimpiadas!

-¡¡PUES YO HARÉ SABER QUE, EL RELOJ NO HA DADO NUESTRA HORA!!

Muy lejos de lo que Sancho y D.Quijote habían pronosticado y prevenga de batalla, el brillo que se les acercaba, no era más que una botella flotando de ron, extraviada de pescadores o turistas domingueros y, que Sancho de un manotazo con rabia, agarró dicha botella mirándola con todo detalle.

-¡Mi señor, es una botella y de ron! –por estas de aguas tienen que transitar pescadores y bucaneros, que en los descuidos como los clientes en los supermercados, de caerse botellas y romperse en el frío suelo, desta botella cogiendo la misma velocidad y suerte, con el agua salada ha cogido desa verde esperanza.

-¡Tened cuidado! ¡Sancho! –al igual que los artistas hacen he introducen diminutos barcos en una botella, esta nos acabe tragando, pues la seda negra de la hábil señora, bien pudiera ser de la misma fibra del cristal de esa botella.

-Mi señor, ¿Y, si nos sale un genio al descorcho desta botella, que con los tres deseos arreglamos deste revuelto mundo sus entuertos?

-Sancho, no se hacen los caballeros con pruebas en degustaciones de caramelos. Flaco favor y engaño el que se tenga por caballero con el mínimo esfuerzo.

-Mi señor, con su permiso me presto ha abrir esta botella. Saldremos de dudas si es de seda negra, de caramelo o de rico ron, que siendo deste último, bien nos valdrá para calentar el gaznate un rato y variar los alientos destas aguas saladas.

Ni corto ni perezoso, Sancho abre la botella dándose el primer trago, ofreciéndole el segundo a su señor, negándole este gesto y para mayor refuerzo, en el segundo trago de Sancho, abusó con los segundos el empinado. Y, aún hubo un tercer trago y, por cada recuerdo de su Teresa, su hija Sanchica, su hijo pierde pueblos y su queridísimo rucio que dejó pastando al lado Rocinante en la costa. Pero la rotura que D.Quijote había propiciado en el aire sobre el satélite que ahora flotaba a la deriva, sin quererlo había provocado en el resto de los satélites que se encontraban en órbita por efecto dominó, la desactivación total de comunicación como si se tratase de el más peligroso de los Hacker. Tanto es así, que por falta de comunicaciones se habían paralizado los choques de fuerzas internacionales en Irak y Afganistán. En la CIA se empezaba a investigar, pero otro hecho insólito se estaba produciendo, D.Quijote y Sancho por el mismo desorden de de ondas hercianas que habían provocado; cientos de cetáceos de diversas clases, miles de atunes, docenas de delfines, cientos de tiburones martillo, tortugas, rayas y así un largo etcétera, por toda esta fauna se vieron rodeados. Los ojos de D.Quijote daban todo el crédito al hecho producido y sin duda……..

-¡Sancho! ¡El rey de los mares nos manda todo su ejército, por haberle sustraído su botella de ron, sin los permisos que demuestran la buena educación!

-Pues de mire, hip, hip, la de ducación que yo le tengo a ese rey hip, hip, que no tiene los guevos de dar la cara y nos manda todo su arsenales de submarinos y fragatas. O, es que como no les paga bien sus salarios, quieren que, hip,………hip, habiéndose quedado en el puto paro, nosotros los recojamos en nuestra arca, ¡NEPTUUUUUUNOOOOOOOOO!!!!!!!! hip, hip, ¡BUSCATE UN MÉDICO QUE TE CUREL REUMA QUE TIES EN TUCABEZA DURA!! Hip, hip, ¡MI SEÑOR, ES QUE DE TANTO TIEMPO EN REMOJO, SE LE HAYA ENCOJIDO EL CONOCIMIENTO UN POCO!!!

-Sancho, os entiendo que estéis alterado, está fuera de la norma tantas familias de peces, hoy aquí reunidos y por todos ellos nosotros rodeados.

-Hip, hip, es que de ssan enterao que había hoy berbena, jijijijiji, hip, y los mejores dijey ponian la música en desta fiesta.

¡OH! ¡Nobles animales destas frías y Atlántidas aguas, accidentalmente caímos en este océano, no es nuestra intención haceros daño, todo lo contrario, queremos salir a tierra y dejaros en vuestra paz interrumpida, siguiendo nuestros caminos, pues nuestros corazones son de andar por tierra!!……………………..continuará.




jueves, 25 de febrero de 2010

DE POR VIDA, SATELITES cap 49









Como peregrinos caminantes por caminos de Santiago, aparecen estos incansables hispanoparlantes. D.Quijote sigue en su mundo particular, murmurando sin descanso, afligido y cabreado se dispone a acabar con la que está cayendo.

-¡Sancho! ¡Tenemos una difícil empresa a las puertas! ¡Además destos tiempos de crisis, desde los cielos nos inundan con abusadas lágrimas y aguaceros, inundando humildes casas y campos!

-Creo, mi señor que, esta será una empresa muy de fácil tarea, basta con que recemos un rosario al apóstol Santiago.

-¡No entendéis nada, la diosa Venus está siendo maltratada por su compañero Marte, ocasionándole todos los sollozos y sufrimientos! ¡Desahogándose ella en ríos de lagrimas y mares, llegados hasta nosotros su socorro mensaje!

-Bueno, hacemos los mismos rezos y al apóstol le cambiamos el nombre por martes, por que se dice que el caballo blanco de Santiago siempre será blanco.

-¡NO ENTENDEIS NADA! ¡PRONTO, BUSQUEMOS LA TORRE DE HÉRCULES, DESDE LO ALTO DESAFIARÉ AL TIRANO DE MARTE! ¡HOSTIGADOR DE LAS MALAS ARTES Y INDUCTOR DE TODAS LAS GUERRAS!!

Llegados y acercándose por la comarca de la Coruña, cerca de la costa donde toda imperiosa llena de majestad se encontraba la torre de Hércules. Pero se dieron unas circunstancias casuales e inesperadas, se daba el hecho de que cerca y en la misma costa…..

-Sancho, está anocheciendo, tenemos que ser sigilosos, es posible que un enjambre de soldados estén esperándonos para frenar tan importante afrenta, por tratarse de un dios tan poderoso.

-Si, que de me parece grande afrenta, que desde encima de esa torre, mucho tendrá que afinar las cuerdas vocales, además de amplificar el vocerío que emplean los serenos, pa que, ese dios martes, le oiga bien clarito desde lo alto de los cielos y, de presumiendo que no haya estado de juerga y ahora esté durmiendo la mona.

Entre dos luces divisaron una presumible torre, a Rocinante y su acompañante rucio los dejaron pastando en una arboleda rica en pastos verdes, quedándose bien contentos. Y, sigilosamente, D.Quijote y Sancho se dirigieron a dicha torre, empezaron a ascender por la torre con ciertos inconvenientes inesperados y tras saltarse una alambrada antes.

-Mi señor, no es por nada, pero, de seguro que aquel Hércules además del oficio de picapedrero ¿Tuvo las licencias de chapistas y forjados?

-Cierto es, Sancho, que esta torre siempre la tuve echa de piedra y con escalera cuadrada de caracol. Es posible que estén de obras y reformas, pues es reconocida como patrimonio histórico, pero ello no hará que desista de esta empresa, desafiando desde lo alto al cobarde Marte, que induce a la bella Venus a derramar sus lágrimas por los campos de Andalucía y encender la mecha de todas las guerras.

-Desde luego ese señor dios martes, lo lioso y chinchoso que es, que no para, más le valía a sus padres, haberle bautizado con el nombre de domingo o sábado que, son días de descanso.

Entre trepa, trepa y descansos, estuvieron escalando toda la noche, que no fue fácil tarea y, justo amaneciendo D.Quijote hace desde lo más alto, su desafío al dios de Marte.

¡¡EEEEEEHHH TUUU MARTE!! ¡¡TE DESAFIO A QUE BAJES Y EN CARNE HUESO RECOJAS ESTE GUANTE!! ¡¡Y, SI NO HACES, QUEDATE AHÍ COMO UNA RATA VIL COBARDE!!

Apenas unos segundos, un ensordecedor trueno reventaba al pié de la creída torre de Hércules. Hecho que hizo que se despertaran acelerados los instintos de supervivencia de esta pareja de sabuesos y por una ventana auxiliar se metieran al recinto, lo que parecía su interior y su entrada una lavadora con paredes de almohadillas bien aisladas, cableadas. Sintiendo D.Quijote y Sancho que se elevaban.

-¡HAAAY MI SEÑOR, QUE ESE MARTES LE HA COGIDO LA PALABRA ECHANDONOS TODAS LAS FURIAS POR HABERLE LLAMADO RATA!!!

-¡¡PUES YO LE MOSTRARÉ MI CARA FUERA DE ESTA CAJA DE LATA!!!!

Y, con su espada dando sablazos en todas direcciones, cortaba cables, hacia cortocircuitos, rompía ensamblajes. Lo cierto es que, lo que habían creído que era la torre de Hércules, fue una lanzadera para un nuevo satélite Hispasat de telecomunicaciones, además el servicio de vigilancia de dicho área, estaba siendo custodiado por una subcontrata de seguridad; tema de reducción de costos y cada vigilante mirando a la luna, haciéndose su particular cuentas de la lechera.
Este Satélite, a raíz de haber sido lanzado, era seguido por diferentes países y controlado todas sus evoluciones parametrales. Tanto así, que enseguida detectaron los daños que D.Quijote había ocasionado, que dos minutos más tarde del despegue, decidieron desviar dicho cohete al océano Atlántico, desprender la capsula del satélite del resto de depósitos de combustión, haciendo descender el mal herido satélite de comunicaciones con sus inquilinos dentro con un paracaídas para estos casos. Ya, sobre un flotador, descansaba dicha capsula, por la portezuela asomaba Sancho.

-Mi señor, dese dios martes no de se anda con chiquitas, si antes no queríamos agua, ahora dos tazas bien sobradas y con colmo. Ya, solo falta que se nos trague la ballena de Jonás.

-Sancho, poderoso es el mal que nos conoce todos nuestros vericuetos pero a pesar de su poder, no tenemos que desistir, he incluso en la otra fábula del creador de Pinocho. Desde que nos pare nuestra madre, andamos locos por salir airosos desta ballena llamada tierra.

viernes, 12 de febrero de 2010

LAZARILLO DE TORPES cap 48




Por la comarca de Valladolid, aparecen los intrépidos incansables, por laderas, montes y pinares. Horas lleva nuestro hidalgo murmurando, hablando consigo mismo, en su particular mundo planetario, viéndose siempre acorralado por tanta desdicha en el camino que ofrece la tan singular vida. Y, murmurando sobre su caballo Rocinante, sintió como que un ruido desconocido, le venia por detrás, a escasos metros de ellos. Creyó ver al girarse, un gigante libro, ocupando toda la carretera comarcal, dando botes y, en cada bote este libro se habría por la mitad, como queriéndoselos tragar.

-¡¡SANCHO!! ¡¡AVIVA TU RUCIO, EL CARCELERO DE LOS TIEMPOS QUIERE ATRAPARNOS, ENCERRARNOS EN EL LETARGO Y TROCEARNOS EN DIMINUTAS LETRAS, LEJOS DEL CONOCIMIENTO, ARROPANDONOS CON MULTIPLES CAPAS DE POLVO EN EL TRASTERO DE LOS OLVIDOS!!! ¡¡Y, ATACA POR LA ESPALDA COMO VIL COBARDE, SIN BUENAS INTENCIONES ALEJANDOLO DE SER TODO UN CABALLERO!!!!!!!!!

La tranquilidad del pobre Sancho se había roto, llevándose tal susto, más por el ruido de su señor que, de las amenazas de un libro que no pudo ver.

-¡AAHHYYYY MI SEÑOOOR!!!

-¡¡SANCHO, SEPAREMONOS!! ¡¡GIRA A TU DERECHA QUE YO LO HARÉ A MI IZQUIERDA!! ¡¡VENDEREMOS CARO LA AMENAZA DE ESTE PRESIDIO!!

¡¡LA DIVINA PROVIDENCIA NOS ACERCARÁ MÁS TARDE EN ALGÚN LUGAR DEL CAMINO!!!

Sancho, vuelve a mirar hacia tras y, una vez más no ve nada, se queda quieto con su rucio al pié de la carretera, viendo como su señor se aleja perpendicularmente de la carretera, perdiéndose entre unos pinares verdes. Pero la vida ofrece casualidades, que casualidades ofrece la vida. Unos instantes después, Sancho miró nuevamente hacia donde su señor había visto algún peligro, pues un ruido sospechoso se dirigía hacia el por el camino. Era tal la velocidad con la que se acercaba, que con la misma el se santiguaba.

-¡Hay mi rocín, que va ha tener razón mi señor y a ese libro, con nosotros se va ha tomar el primer almuerzo!!

No muy lejos de allí, nuestro hidalgo caballero, llegado a un riachuelo, con aguas transparentes y sus orillas como las esperanzas verdes. Rocinante, clavó sus herraduras en aquel lugar, negándose a continuar y con ganas de reclamar sus derechos sindicales, más revisión de contrato.

-¿Por qué paráis Rocinante? ¿Es que quieres que, engrosemos en las listas del soldado desconocido?

Rocinante, hacia oídos sordos, bebía agua cristalina, con la misma felicidad que los bebes maman de su biberón.

Mientras tanto, Sancho corría otras suertes. Un furgón destartalado, con un matrimonio de jóvenes gitanos, se acercaba a la altura de Sancho. Este furgón venía con una rueda trasera reventada, de tal forma que lo que quedaba de dicha rueda, era un trozo de cubierta que golpeaba dicha carrocería a medida que esta giraba. Sancho, se quedaba más tranquilo, pero el ruido aún le mosqueaba, tanto era así, que la furgoneta paraba a su altura, al ver el susto en la cara que Sancho reflejaba.

-Miiiiira Liboooorio, que carita tiene ese paaaayo, con la misma cara que su borriiico.

-Dulgeenia, coge datras en la caja un racimo de uvas, haber si asina se le va el susto.

Este matrimonio con fruta fresca, como las uvas (posiblemente de Alicante)

-Andaaa paaayo, coge estas uvas pa ve si te cambia el color de la cara, que la tienes como el simblante de tu borrico.

-Gracias, mil gracias,- ¿Ustedes no de habrán visto un libro gigante pegando saltos por estos caminos?

-Aaaaaay Liboooorio, arranca la fregoneta que hoy llegamos tarde al mercadillo.

-Si, amonos que a este paayo, la dao unaire.

Sancho, con las riendas de su rucio en una mano, y en la otra, el agradecido racimo de uvas, sigue el rastro que dejó el ilustre hidalgo. Encontrándolo en dicho arroyuelo.

-Dichosos sean los ojos con los que te veo mi fiel escudero, veo que de momento, hemos dado esquinazo al sabueso libro.

-Si, mi señor, dese libro de tiene que ser más canso y pegajoso quel del Paco Umbral. Y, además, dos ángeles caídos del cielo me han dado este racimo de uvas frescas que, ahora mismo nos las compartimos. Ya librados de que nos expriman en letras, también quedan libres estas uvas de exprimirlas, convirtiéndolas en vinos y vinagres.

Repartido aquel racimo de uvas y, mitad en mano de Sancho, mitad en mano de D.Quijote y, este con la mirada perdida en el horizonte. Mirandole Sancho haber si vuelve. Ni corto ni perezoso, Rocinante con habilidad, coge el medio racimo de la mano de su jinete DQuijote, el rucio hace acopio, también coge el medio racimo de Sancho, endulzando el paladar de dicho día.

-Sancho, en mi frente siento la brisa fresca, del movimiento de que deja la página desta vida.

-Eso, mi señor, de quiere decir que el libro está a su albedrío, navegando por las tierras, los mares y aires.




domingo, 24 de enero de 2010

DULCINEA DEL DOLOROSO cap 47


Siguiendo la ruta del sol, estos caballeros aparecieron por tierras de Plasencia, caminando sin descanso, salvaguardándose de la lluvia en refugios, bajo puentes y demás apeaderos.

-De vuestra la sin par, inigualable y de resplandeciente señora Dulcinea, no habláis casi nada, por no decir nada, mi honorable señor.

-Parece ser, Sancho, que a vuestra querida y humilde señora Teresa no la pronunciáis, salvo cuando os toca comer pan duro, acordándonos en esos precisos momentos de sus abundantes y apetitosos pucheros.

-¡Ay! no me lo de recuerde que me hace pensarme, lo desta empresa, de arreglar los mundos tuertos. Que si con un ojo sano se vea mucha podredumbre, con los dos sanos estos se multipliquen.

-Si no me falla la memoria Sancho, de aquellos primeros deberes que os encargué, de que llevarais una carta a la venerable Dulcinea, mientras yo hacia penitencia.

-Y, que de preciosa que es mi señor, cuando la vi que, de tal palo le salen astillas.

-Sancho, más que bella posee el aguardiente del amor, tanto es así que, si fallara su ausencia en la madre tierra, yo, de este mi pecho arrancaría este corazón, abriéndolo como una naranja y, en el último de los suspiros, bebería su recuerdo, en la despedida de los más exquisitos paladares de un recuerdo beso.

-Mi señor, visto así, hasta las trancas como los amantes de Teruel y Salamancas.

Mientras tanto, Rocinante y su compañero rucio caminaban impasibles con la tranquilidad que dan conversaciones tan relajadas. Aguantándose la risa maría luisas como el lindo perro pulgoso. Fueron adelantados por un lujoso coche, el cual en su trasero parachoques llevaba varias hileras de vacías latas. Unos recién casados con direcciones a las lunas de miel.

-Y, de hablando de roma por la puerta asoman mi señor, un par de tortolitos equipados y bien de namoraos.

-Sancho, el amor tiene muchos trajes, ese quizás sea el de los domingos pero, los verdaderos quereres se manifiestan con el traje de los lunes a viernes.

-¡Claro! Es que de entre fines y fines de semana lo de en medio como los bizcochos está lo más sabroso.

Unos pocos kilómetros más recorridos, decidieron apearse, observando como un taxi recogía a la recién casada y su novio de rodillas le suplicaba que tal acción al cabo no llevara. Sin éxito por parte del desgraciado amante, ella parte en el taxi bien segura de la decisión tomada al instante. Tales hechos no pasan desapercibidos a los intrépidos D.Quijote y Sancho Panza, acercándose al desdichado amante, preocupándose por los nuevos acontecimientos que invitan a la sorpresa.

-¡Buen joven y enamorado! ¿Qué os ha pasado que de loco enamorado, en un instante habéis pasado a enamorado desgraciado?

-Snif, snif, ¡¡¡¡¡¡buuuuaaaa!!!!!

-Mi señor, de me parece a mi que deste namorao, tomando el postre de los dulces se le haya atragantado.

De nuevo D.Quijote insiste en la pregunta.

-¡¡¡Es que solo sabéis llorar como niños!!!

-Snif, snif………todo iba también,….hasta que le he dicho, que lo he perdido todo, lo invertido todo en acciones Sofico.

-Bien, pues yo os digo, sea por el amor que, de él fluya la verdad, una que produce dolor y de la otra se libere de un lastre como al preso encadenado. Y, dad gracias a vuestra desdicha, siendo esta quien os revela la verdad de la que hubiere sido vuestra amante.

-Snif, snif, snif, ¡¡¡¡¡¡buuuaaaaa!!!!! ¡¡¡¡booouuuaaa!!!!!

-Mi señor, mucho de me temo que, a este amante su ya alejada novia de las lunas y sus días con todas sus mieles, se le adelantaron, arrancándole de su pecho con una puñalada trapera toda una repleta cartera. No quedándole ni una gota de zumo de naranja en su corazón y rompa a rabiar con los llantos.

-Sancho, el amor tiene sus reglas que no obedece al azahar ni a casa de empeños.


viernes, 15 de enero de 2010

CENTAUROS DUROS DE ROER cap 46





Caminando por la llanura de castilla la mancha, toda blanca por causas de las nieves, cogieron el primer camino o carretera que siempre lleva a algún lugar.

-Mi señor, que de blanco está el campo llano, que de todo silencioso, como los niños de blanco en su primera comunión, esperando su chocolate caliente a la salida de la iglesia.

-Sancho, ese blanco sin duda que, es el alma de la naturaleza, blanca como ella misma descansa en el remanso de la tierra, para luego más tarde elevarse a los altares de los cielos, habiendo echo comuniones con los océanos y sus mares.

-Y, ¿De los silencios?

-Si la música da flotabilidad a nuestra mente, haciendo elevación de nuestro pesado cuerpo, sea esos mismos sonoros los que desgastan, rompen y evaporan las nieves. Sea esa la causa de todos los silencios en estos precisos momentos.

-Le recuerdo mi señor que son pocas las provisiones en alimentos y abrigo que llevamos en el serón de mi rucio. .

-Yo te recuerdo a ti también Sancho, que en otros viajes hicisteis cursillos acelerados, nunca olvidéis que la providencia siempre tiende su mano en las desgracias y escaseces.

-Si que de lo recuerdo, que la elegancia no ocupa de lugar pero, mejor estaría con un armario bien repleto de despensa y sus complementos.

Siguiendo por una carretera recta y llana, tuvieron un particular encuentro. Una señora apeada con su coche en el arcén, estaba siendo ayudada por una patrulla de la guardia civil, poniendo las cadenas a las ruedas del coche por causa del hielo y nieves. D.Quijote y Sancho pasaban de largo por el lugar, pero uno de los agentes de tráfico añadía argumentos a las habilidades de poner cadenas a unas ruedas.

-¡Mira que bien! ¡Esos para caminar no necesitan cadenas!

D.Quijote que les oye, da un fuerte tirón a Rocinante, dando media vuelta y dirigiéndose a los auxiliadores de carreteras.

-¡La paz sea con ustedes! ¡Las cadenas que se han inventado para caminar, restan vuelo al libre pensamiento!

-¡Queeeeeeeee dice usted!

-Perdonen señores de gendarmes, lo que mi señor quiere de decir es que, teniendo una cabra encadenada en un sembrado de los campos, su estomago de esta cabra se mide por el radio de su cadena y que de sus hambres en matemáticas sean calculables.

-¿Hacia donde se dirigen ustedes?

-A resolver las injusticias, a equilibrar los altibajos como estas llanuras que se funden en el horizonte con el cielo, que no haya un resquicio de luz donde el sol tenga un ojo vago, brille la armoniosa alegría y el contento en el universal mundo, hoy tan afligido.

-Mi teniente, parecen las estatuas que han recobrado vida, unos kilómetros más abajo. La de D.Quijote y Sancho Panza.

-Si, dos actores que han cogido un mal día para hacer unos ensayos.

La señora, fiel seguidora de radio onda cero que, escuchaba a Carlos Herrera, apaga la radio, baja aún más la ventanilla de su coche socorrido, prestando su mejor oído.

-Bien, sigan su camino y en la próxima intersección comarcal, salgan de la carretera principal, ustedes podrían provocar un accidente.

Y, así, lo hicieron caballero y escudero.

-Mi teniente, ¿Qué decía de atarle la cadena a la cabra?

-No se, si, creo, estando bien sujeta la cabra con la cadena esta tragaría sin desgana.

La señora que rozaba los 65 años.

-¡Oigan señores agentes! ¡Que aquí no se ven pastores ni cabras ni cabrones! ¡Si quieren auxiliarme, las cadenas son para las ruedas! ¡Y, si no márchense con viento fresco que, por el móvil llamo a mi hermano Lucrecio.

No tocaba otra más que tranquilizar la situación, máximo teniendo en cuenta la competencia en futuros ascensos.

Lejos de allí, por otro camino rural y nevado, nuestro hidalgo y escudero se toparon con un rebaño de cabras negras y pardas. Con sus pezuñas estas cabras escarbaban en la nieve descubriendo escasos pastos y retoños verdes.

-Poca fe de tienen estas cabras que, no esperan que los hielos y las nieves evaporen estos campos, para morder sus escasos pastizales.

-Sancho, la dicha de la vida no está en quedarse quieto.

-Si, si, de igual que las cabras hay que tirar al monte.

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