martes, 29 de diciembre de 2009

MAQUILLAJE CIRUJANO cap 45


Olas de viento frío se prestan a despedir otro año, año de puntuales fuertes aguas y nieves, como bajas temperaturas y altas lo fueran en el largo verano. Tras haber pasado D.Quijote la noche de acción de gracias con la única compañía de su inseparable Rocinante, en el pensamiento de este hidalgo no cabían más contradicciones, por un lado quería salir a seguir arreglando las malas suertes, por otro quería permanecer más tiempo en el lugar de hospedaje, planificar cada paso y no sufrir las bajas de moral que se adornan en cualquier batalla, pues entendía que en la vida, para vivirla de contemplaciones y otras musarañas, se sentía muy alejado del formulario de los monjes. Aquella mañana, mediante una coloquial charla con su caballo Rocinante, no llegaron a desacuerdo y, con rodilla en suelo dijo un formulario de palabras muy entrelazadas.

-¡OH! Rocinante viajero,

Infatigable en los caminos,

Voluntario en los senderos,

Agradecido a los vientos,

Peinan la crin de tus cabellos,

Vientos de azahar perfumados,

Vientos de sangre y fuego,

De tu nobleza soy testigo,

De la madre nobleza parido,

Yo, soy hombre agradecido,

Para tal empresa sois cumplido,

Universalmente conocido,

En los tiempos duradero,

Con júbilo jamás envejecido,

Brillante tu luminoso camino,

La estrella que alumbra del cielo,

Te allanan todos los senderos………,

Y, así, un rato largo, tanto que Rocinante en uno de esos mágicos momentos, soltó un palabrerío interrumpiendo la estrofa de D.Quijote.

-¡Menos jabón y más soluciones!

Con gran disimulo, Rocinante mascaba granzones secos de paja, haciéndose el sueco y desconcertando al señor hidalgo que, miraba a su alrededor, no viendo a nadie y con los ojos tensos empezaba a dudar de lo que sus oídos escuchaban

-¿Habéis oído Rocinante? La invisible providencia nos aconseja que salgamos de esta estancia pasajera. Cuatrocientos años dan para muchas arrugas de nuestra piel y, la de nuestros cuerpos se mantienen fiel a sus promesas, simétricas a la de nuestros corazones que laten en palabras haciendo caminos infinitos en todos los tiempos.

De nuevo Rocinante, salta y dice….

-Conocí una yegua en Sevilla que, esta perdió su silla por mi sobrada demanda.

Con razón y cabreo, mirando a todas partes menos al sujeto que parió tal frase y, con su espada en mano, le dio por dar sablazos golpes al vacío, en todas direcciones y, picadas de espada de un lado para otro.

-¡Dad la cara menesteroso! ¡Cuan cobarde sois que os escondéis en la otra dimensión! ¡Mostraros en cuerpo y alma, que dudo tengáis alma, que un cuerpo sin alma no sea digno de mostrar por brumosa fealdad!!!

En esos precisos momentos, aparece Sancho por la puerta de aquella vieja nave y, dirigiéndose al caballero hidalgo.

-¿Qué os pasa mi señor, que os veo tan agitado y danzando como los Ninja en el manejo de la espada?

-¡Sancho! ¡Tened cuidado! ¡Alguien me amenaza sin dar la cara escondido detrás del maquillaje de la otra dimensión!!

-¡Ah! Ahora que dice mi señor, lo del maquillaje y que viene a cuento, en Italia un de político ministro, por abusar de los maquillajes, tanto que quisiere de parecer a un niño y, en el primer juego de tirarse piedras, el ha recebido la primera, expresando todos los cabreos de niño y de mayor. Y, que no muy lejos de allí, dando el padre de todos los curas la misa del gallo picantón, que este papado dijo “dejad que los niños se acerquen a mí”. No siendo hora de jugar a las canicas, saltándose una señora toda indignada la valla para enseñarle el horario escolar.

-¿Tan viaje largo habéis echo Sancho?

-Como bien sabéis las noticias, van bien aceleradas, pero sin irse más lejos, y en estas fechas señaladas, los Belenes estaban rejuvenecidos y maquillados, tanto que la figurita del rey Baltasar, en vez de dar regalos recibe el premio de la paz, y sus compañeros Malechor y Basaltar tienen la guerra emprendida con el máximo accionista de Papa Noel.

-Bien Sancho, algo me dice que debemos partir, hay mucho desarreglo y cobarde suelto que no se brinda a dar la cara, vayamos a su encuentro. La fortuna no ha de esperar en estas cuatro paredes, prepara tu rucio con despensa incluida, mientras yo saco brillo a mi modesta y singular armadura, única bandera que en el mundo se adelanta y representa.

-A pasear tocan.

Otra vez, Rocinante hace de las suyas……..


miércoles, 9 de diciembre de 2009

MOMENTO GRAFFITERO cap 44



Después de la despedida de aquella familia de cales, D.Quijote con cierto nerviosismo entiende y comprende que se repiten los caminos en planes de el año anterior, sin haber resuelto, siendo todo aún con más descontento.

-¡Sancho! ¡Las aventuras de las aceitunas bien salimos escaldados que, aquel mariscal de campo, su ascenso, de muy seguro que lo hizo de chusquero!

-Mi señor, que eso de los estudios para las de batallas desta vida, que de estudiar se quiten las ganas, cuando la elección se hace a dedo. Fíjese que, en política los elegidos se hacen de puertas para dentro, cuando de millones de peregrinos feligreses depositan su voto en un encajonado rajado.
-¡Tengo que expresar esta circunstancia que como un rayo me atraviesa Sancho!

-Si, mi señor exprésese, pero sin que se estrelle, que el ave de pasa muy cerca de estos aposentos y con todas sus velocidades, previniendo un seguro y fijo de hierro camino. De cambiando de conversación, en estos tiempos en que me hayo en paro y como le dije, estoy practicando el baile coreográfico para irme de gira con Lady Gaga. Me he traído este aparato con mucha magia de la buena que, apretándole una tecla aparecen todas las voces encerradas y seleccionadas.

Y, efectivamente Sancho, había traído una vieja radio con porta CD, en el que incluía la música que estaba ensayando en su particular coreografía. Encendido el aparato a Sancho le cambia la mirada, hace el mismo gesto de Gardel con el tango, empieza a moverse despacio al son de la música de Lady Gaga, gestea con los brazos, con las piernas, pero con la redondez de su barriga rompe algo más que el hechizo del momento. D.Quijote rompe y estalla dirigiéndose a las escasas brasas de la hoguera en aquella vieja nave. Coge varios tizones y se dirige a la pared amarillenta de ese cobertizo y entre murmuraciones, pamplinas, tomando dicha pared como si de un lienzo se tratase, D.Quijote empezó a dar tizonadas en todos los sentidos, también usaba las manos para suavizar tonos de la figura que solo en su mente él veía.

-¡Sancho! ¡Veo que en vuestra infancia abusasteis del juego de la peonza! -Lleváis girando veintisiete vueltas como los molinos de estas tierras.

-Mi señor, es que como los molinos, de resulto muy ecológico, que bien me lo agradecerá la capa de ozono. Que ahora que lo pienso usted mi señor, en su juventud de tuvo que ser piconero, por que mueve y alienta los tizones con la gran maestría de los carboneros.

-¡No! ¡Sancho! ¡Y, estáis equivocado! La madre naturaleza que es sabia, nos abastece como hijos necesitados, para crear aquella obra que habita en nuestra mente. Son nobles pinceladas, como noble es la obra que pinto y represento. Las tizonadas, los carboneros, obedecen a otros gremios que, sin duda hagan matrimonios con su nobleza. Pero os repito que vuestro baile, sin querer aburriros, todas sus noblezas presumo quedaran solteras. Por que vuestra música coge la dirección de los caminos olímpicos y, vos mi escudero, la dirección del gallo veleta.

-¡Pues que sepa mi señor!!! ¡Que el gallo veleta nos avisa de los vientos, con todas sus sabias direcciones!!!!

-Cierto Sancho, que, también nos avisen de los adornados relámpagos antes de las tormentas.

-¡Y, ¿Qué pintáis mi señor?

-Pinto un compendio de notas musicales, las notas de muchos políticos, que anestesian nuestras mentes cada cuatro años, de esa eclosión dibujo el ave que nos embruja, anula voluntades y, como bien veis, lo hago con toda la nobleza, respetando al animal que forma una cadena en nuestro habitad.

-En estas fechas, más le valdría haberse de inspirado en el ave del día de acción de gracias, mi señor pintor.

Hubo momentos, en los que no se sabía si, la música provenía de la radio CD de Sancho o del graffiti de D.Quijote.

viernes, 27 de noviembre de 2009

EL HABITO NO HACE AL LOCO cap 43






Tras una noche fría y larga de tecleo de un piano figurado, nuestro caballero hidalgo se encuentra acompañado por una familia de gitanos que al parecer, tenían por costumbre de alojarse en aquella nave abandonada y vieja para pasar el frío invierno, después de haber correteado parte de España en las vendimias, recolección de patatas, fresas y otras frutas frescas. Una vieja furgoneta ligeramente acomodada, herramienta de esta familia de un matrimonio patriarcal de una cincuentena de años cada uno, con sus dos hijas y sus correspondientes maridos. Sumándole cinco nietos a estos patriarcales abuelos. D. Quijote al verse invadido aquel espacio, siente curiosidad y pregunta.

-Bien venidos sean a esta morada espaciosa, grande familia de singular niños, padres y escudería que dan nombre los abuelos. ¿Y, qué les trae por aquí?

-¿Y, Quien eres tú payo? ¿Que haces aquí en nuestro albergue de invierno?

-Yo soy, el caballero de la triste figura, el resolvedor de todos los entuertos encontrados que, la divina providencia pone en mi camino. Estoy en estas guarnecidas paredes compartiendo vecindad con una banda de palomas que, se marchó esta mañana y, sin previo aviso presumo, de una leve despedida. Ellas no me confesaron que este singular albergue ya, tenía sus inquilinos.

Esta forma de hablar, hizo que nuestro caballero andante se hubiese rodeado y con interés de toda esta grande familia que, en toda la vida de esta consanguinidad de generaciones, jamás les habían hablado con tal respeto alocado. Dicho sea de paso que haya un dicho hipérbole “más vivo que un gitano”

-¿Aquel caballo delgao es tuyo? ¿Y, cuando pensaba marcharse deste lugar?

-Ciertamente es mío, su delgadez obedece a las tristezas y alegrías compartidas, no están hechos los caminos de rosas, del cielo cae lluvia y granizo, el sol en su estación preferida calienta nuestros huesos, quemando nuestra piel al descubierto, los calabozos también se prestan como albergues no deseados. Decís de mi marcha, eso solo lo sabe el reloj que marca la hora de mi fortuna.

-Que tiene usted razón, que asines son nuestros caminos. ¡Neneeee!!!!! ¡deja tranquilo al pobre caballooooo que te va a dar una pataaa!!!

Los integrantes de dicha familia, de la sorpresa y entusiasmo pasaron al exceso de confianza, haciendo acopio del dominio de la superficie de aquella vieja nave, tanto que uno de aquellos gitanillos con una vara le dio por pinchar a Rocinante en su bajo vientre. Rocinante con la sabiduría de un maestro, acercósele su hocico al oído del gitanillo, y con voz baja muy clarita.

-Enano, date con esa vara en los huevecillos y verás como te crecen………

-¡Glup!!

El gitanillo, muy sorprendido no dio ningún crédito y, miró a su alrededor para ver si cerca había alguien más. A esa distancia, ni siquiera sus tíos y primos, hermanos era imposible que alguno de ellos, se haya pronunciado con aquel acento llano castellano.

Aquel niño, más que una coz, recibió una lección, tiempo le llevará cambiar el semblante de su cara. Corrió al encuentro de sus otros primos y hermanos forzando una risa para encubrir tal misterio. Mientras tanto los demás hicieron un hermoso fuego que poco a poco se fueron arrimando a el, acomodándose en unas sillas y, el resto en piedras. Todos escuchaban a D. Quijote, que en pié, narraba algunas de aquellas aventuras tiempos atrás, pero más que sus aventuras con Sancho, era su forma de contarlas y con el respeto que lo hacia a tan gratos contertulios. Uno de los yernos de patriarca gitano, se hizo el remolón y, encendiéndose un cigarrillo se puso en pié y allí donde horas antes había fijado su mirada, se acercó como el que no quiere la cosa, en un rincón estaban las armas oxidadas y armadura magullada de nuestro hidalgo. Más por el valor de su antigüedad que de su peso, este gitano había echo sus cálculos financieros en el rastro de Madrid y disponiéndose a coger lo que no es suyo, una vez más Rocinante acompañado en su montura, un conjunto de palomas superpuestas sobre si, aparentando una figura humana, caballo y jinete figurado se acercan sigilosos al presunto delincuente. Y, una vez más Rocinante.

-Pissssssssss, oye tú, ¡pero hombre! ¿Vas a vaciar a ese pobre hombre productivo, como hacen las empresas con los eres a sus trabajadores con su sueldo digno, para contratar a una mitad o tercio de jóvenes empleados con derechos a la baja?

Nada más decir esto Rocinante, las palomas en orden se fueron marchando deshaciendo la figura humana que hacia de jinete.

¡AH! ¡Perdone usted! Es que me gustan las antideguades, y ¡Eh!

Al ver tal fenómeno, las palpitaciones del adulto gitano hicieron que se tragara el cigarro y empezara a toser con tos carrasposa hasta que expulsó lo que fue un cigarro, dirigiéndose a la tertulia del hidalgo caballero, que disfrutaba como un enano contando sus aventuras. A todo esto que vino Sancho al lugar, ya entrada bien la noche.

-A la paz con todos ustedes, buena compañía tiene mi señor.

-Honorable familia es la que hoy me acompaña, ¿Qué buenas traes Sancho?

-Que el trabajo esta muy mal, que no puedo pagarme mis clases de baile y, he de pensado que podríamos ir a las recolecciones de las aceitunas, que bien nos vendrá.

-Cierto que tendríamos que probar fortuna una vez más, ahora me hayo distraído con esta numerosa familia, contándoles algunas de nuestras experiencias aventureras.

El patriarca de repente se acordó que en aquellas tierras andaluzas tenia parientes y, que bien les vendría buscar algún tajo de aceituna. Con lo cual decidió recoger y salir zumbando. El nieto gitanillo, el del percance insólito se abrazó al cuello de su abuelo comiéndoselo a besos. El yerno, el admirador de las antiguallas le dio por cantar una seguidilla bien acentuada. Fueron despedidos a la buena fortuna y, Nuestros caballeros quedaban haciendo planes de economía, Rocinante rumiaba algo de paja.

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viernes, 13 de noviembre de 2009

ESCRITURA GRAVE cap 42








En una vieja nave y palomar, se había alojado nuestro hidalgo caballero, su nueva estancia por el momento. De muebles un colchón de paja, una mesa vieja barroca carcomida y, de compañera una silla. Con un brasero de carbón vegetal, que, el buen escudero Sancho le había procurado, más si cabe decir otro regalo que, le llevó. Un ordenador portátil que a su mujer le había tocado por puntos en el Carrefour.

-¿Que tal en su nueva estancia, mi señor?

-No me quejo Sancho, pero como bien sabes, de esta estancia yo, no soy propietario. Futuro incierto tengo como esas palomas suspendidas, en esos tirantes, a la espera de que sean devoradas por viles comadrejas.

-Mire lo que le traigo, que de me creo que le saque buen provecho, por que, aunque barato este piano, lo sea porque le falte su cola.

-Sancho veamos tal instrumento musical que, aunque se vea escaso en menudencias, sus principales notas hablaran a los ruiseñores, pidiéndoles las mejores disculpas si por tales oníricos sonidos se sintieran humillados.

-Ya, de le veo muy puesto en partituras que, de impaciencia estoy a rebosar.

Y, disponiendo sobre la vieja mesa el portátil ordenador como un libro abierto y sus teclas muy a la vista, D.Quijote se sienta en la mesa ejercitando los dedos como los deportistas en competición.


-¡Mirad Sancho! siguiendo este abecedario en el teclado, pondré nombre a la historia que quisiere contar o denunciar, que de seguro un entonado sonido musical acompañara.

-Pues, toque ya, que mis oídos ansiosos están de ser testigos deste piano sin cola.

La configuración de este portátil desarrollaba un tono musical en cada una de sus teclas, que lo primero que le vino en mente fue, siguiendo cada letra de los nombres de personas mas queridas y, después con los malvados enemigos. Al principio la música sonaba de lo más suave, más tarde resultaba roncona y decaída, hasta que se acabo la pila.

-Ya no suena mi señor.

-¿Que decís? yo, aún la oigo.

Tecleando sin descanso, con su música aparte, en su mundo particular y de todos.

-Sancho, hasta los sordos crean música ¿Como podéis decir que no oís?

-Ese aparatejo moderno, que no suena y bien limpios tengo los oídos.

-¡Mirad esas palomas allí arriba! ¡Que atentas y dispuestas!

-Si, atentas, si se le escapa algo del zurrón y, dispuestas a planear en vuelo para llenar el buche. Bien, me marcho mi señor, que tengo clases de baile particulares para mi curriculum devitae, aprovechando este tiempo de parado.

Don Quijote, siguió tecleando sin descanso, todos los nombres conocidos, desconocidos, haciendo frases con historias bien acabadas e inacabadas, escuchando su propia música, la que en su memoria cada letra le decía, dibujando las mil batallas hasta el amanecer. Minutos más tarde aquellas quinientas y pico palomas que pasaron su noche en aquella nave, dispusieron su vuelo en una dirección magnética de su inteligible gps, haciendo su vuelo sobre una autovia por la cual un coche de gran cilindrada había sobrepasado el doble de la velocidad permitida. Ese coche era el único que circulaba y, como aviones las palomas descendieron su vuelo para cruzarse en un punto con el loco conductor, que todas defecaron a escasos metros sobre su parabrisas, desconcertando al piloto, impidiéndole reaccionar con un giro inesperado de su volante, dando trece vueltas de campana. En la prensa aparece un articulo "Alcalde muere en accidente de tráfico" casualmente se había dado orden desde la fiscalía nacional, de su detención por malversación, cohecho y fuga de capitales a paraísos fiscales.
D.Quijote seguía tecleando partitura.

-He de conseguir la solución, melodía que dé descanso y paz en la tierra, como esas palomas que fueron a buscar su ramo de olivo..........Tras la caida del muro, de ambos lados se aunaron las mentiras, las verdades quedaron aletargadas.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

400 AÑOS DE PERDÓN cap 41



Como una estatua de bronce, de la que no ve pasar el tiempo, sin que le afecten las inclemencias del tiempo, por que no pasa de moda. Nuestro D. Quijote, sentado en su solar, acompañado de su inseparable Rocinante y, el galgo mas contento de todos los canes del momento. Ignorando que algunos gurteles estan al descubierto, más si cabe, otros que dicense llamarse pogres, tambien cogieron costumbres de gurtelanos. El verano se ha hecho largo, los traunsentes más preocupados por su bolsillo, apenas advirtierón que D.Quijote se habia quedado sin techo, pero que más dá si se habia dedicado ha ser un trotamundos, junto a su escudero Sancho. Se habia prometido salvar al mundo de las injustas causas, resolver los entuertos que a su paso pusiera la divina providencia, ser honorable a la simpar Dulcinea. Un cierto dia de madrugada, una constructora le invitó a abandonar dicho solar, que iban ha hacer los agujeros para cimientos y aparcamientos, que aquella finca ya no le pertenecía. La policia local al servicio del Alcalde, presenciaba de cerca la actitud de D.Quijote.

-Rocinante, alejemonos de aquí, en nuestro pensamiento y zapatos escasos, está todo nuestro mobiliario, ligeros de equipaje busquemos el centro de gravedad para que no nos disipe el aire.

Sancho, cada dia le visitaba y, algo le llevaba para comer, ese dia un bocadillo de mortadela con aceitunas. Y, al pie de un alamo negro, en pie estaba nuestro D. Quijote hablando con las ramas y pajarillos que este árbol alvergaba.

-Oh! nobles pajarillos revoltosos que gritais con vuestros canticos de felicidad, que la naturaleza se os muestra generosa y formais parte de esta partitura músical!!. Se me tome a mi por loco, por no caberme entre pecho y espalda este viejo corazón!!.

-Entre de pecho y espalda te vas a meter este bocata de mortadela de la buena, que es hora de descanso en este teatro de los libres albedrios.

-Sancho, como siempre, desentonas la partitura al unisono de las confabuladas estrofas.

-Ah, de propósito mi señor, me estoy de proponiendo adelgazar unos kilejos. Quiero intentar como medio de vida, aprender de bailarín y formar parte en la coredeografia de Lady Gaga, ya que esa insula se quedó de muy cuesta arriba.

-Sancho, no conozco a esa señora o señorita, pero no deberias renunciar a lo prometido, en mi fé, en mi vida doy palabra de caballero.

-Mi señor, tengo que deciros, que en este pueblo que os vió nacer, y con mucho dolor decirolo, os tienen por loco.

-Sancho, tu y yo hemos viajado mucho, en muchos lugares, en muchos pueblos y ciudades. ¿Observasteis que en cada lugar deambulaba algúno, que suelen llamar loco?

-Si, alguno de recuerdo en esos caminos y de callejuelas.

-Pues, que sepais que, llamarlos locos por que hablen solos, solo es un sintoma de que estan sobrados de palabras y necesitan repartirlas como rosas perfumadas. Darle gracias a la naturaleza y sus seres vivos como yo hace un momento hacia con estos pajarillos.

-Si, mi señor, pero en este mundo hay pajarillos, pajaros y pajarones, que de estos últimos con sus artimañas, su casa, se la han desvalijado hasta los cimientos. Como ese Alcalde gurtelano o gominado urbanita con relojes, trajes elegantes y laboriosos. Llevando toda su riqueza a paraisos fiscales.

-Sancho, de cristianos van por la vida, pero sin embargo, invierten sus dineros en paraisos terrenales, esa sea la verdadera fe que les mueve o quererse asegurar el cielo y la tierra, apuñalando a ambos lados de las fronteras.

-Mi señor! fijaos en esas avecillas que acaban de pararse en esa rama, la una no para de moverse como si acabara de salir de una cabina de telefonia y la otra, ¿Os suena ese suave canto hilado?

-Sancho, de palabras estamos hechos, nuestras carnes, ropas, nuestros versos y sufrimientos. Estos buenos pajarillos vienen a saludarnos, que sepas que durante su tiempo aquí en la tierra, ellos nos han estado cuidando. ¡Mira que felices se les ve contemplandonos!

-Bien mi señor, tomese este bocata.

-¿Que me habeis traido hoy?

-De mortadela....

-Sancho en dos meses, te has mantenido fiel a la mortadela.

-A caballo regalado, no le mires el diente.

Rocinante, se les quedó mirando dejando de mascar granzos.

sábado, 15 de agosto de 2009

DE VUELTAA CASA cap 40





Como perdidos en el espacio, como saturados andadores del ancho campo, el dúo anémico, sin haber resuelto ningún entuerto, deciden volver a la suya tierra que, les vio nacer. La distancia que aún les separaba del lugar desde donde se encontraban, hasta su aldea, no les fue menos dificultoso, el atravesarlo entre caminos, autopistas, jarales y, sus vecinos pinares abrasados por la mala educación de esta nuestra inquilina población.

-Mi señor, el decir que estamos más quemados que la pipa un indio, caerá en deshuso por ganarle en carreras estos pinares y laderas.

-Sancho, la naturaleza en esta tierra es un circuito cerrado, sola se regenera, pero los que se encierran en una botella, se embuten como los chorizos, acortan las alas a la frágil inteligencia. En cambio nosotros si, nos quemamos, dicha quemadura, dejará su huella de cualesquiera de las maneras, cicatriz física o mella en nuestro privilegia do pensamiento.

Es evidente, que estos andantes, en esos trayectos reponían calorías en algunos melocotoneros y melonares. Si con ropas limpias salieron de sus hogares a la buena ventura, la vuelta a casa, una grande diferencia con preliminares. La ropa de Sancho había perdido su color, desgastadas y como roídas de los ratones, hacían juego con un mosaico de lamparones. Su barba de cinco días mal afeitada, con polvo y tierra invitaba a sembrar una cosecha de patatas.
Metidos ya en la provincia de Ciudad Real, acercándose a su comarca y, vuelta de su destino. Una mujer con mucha entereza, Teresa, la paciente mujer de Sancho con una hija casadera y, otro hijo Sanchico, pierdepueblos como su padre. Teresa, Sueña con comprarse una lavadora NEW POL
va en serio, de clase energética A, con las presumibles riquezas que traería su marido de tales aventuras. La pobre mujer que, se quedo en su humilde casa de la aldea, lavando los trapos sucios de algunos vecinos pudientes en una tabla de lavar en el pilar de la vieja fuente, frota que te frota, tambien al cuidado de un cerdo que con cariño le llamaban ricanor, cuatro gallinas ponedoras y siete conejos de crianza, como medio de subsistencia o economía domestica.

-¡Ay! mi señor, que ya diviso mi casa, mi hogar y tranquilidad. Con mucha pena de no traerle presentes a mi mujer e hijos, porque, en este nuestro viaje todo ha sido una desdicha.

-Sancho, no perdáis los ánimos, siempre en cualquier lugar puede saltar la liebre.

-¡Eh! ¡mi señor, no me habléis de saltos, que sin haber trabajado en un circo, tengo las practicas aprobadas y, de confirmar en pergamino con su sello el sipcotecnico!.

Y, acercándose estos lugareños intrépidos a casa de Sancho propiamente dicho y comentado, la hija que a unas decenas de metros observa como se acercan y los contempla.

-¡Mama! ¡mama! se acercan dos gitanos.

-Que raro, a estas horas del dia con estos calores y, estando todos en rastrillos y mercados.
Asomara se, la pobre mujer a contemplar lo que la ignorancia demanda. Esta era su sorpresa, no quería ver, ni siquiera creerse a quien pudo finalmente ver.

-¡Dichosos los ojos que contemplan a mi hija y, a mi queridísima Teresa.

-¡Dichosos tienen que ser, para que aún con esas fachas yo te pueda reconocer, pero mas me cave adivinar que a mi el frotar no se va acabar!

Y, Sancho se echó a llorar como un descosido, entendiendo que de aquella inversión en aventuras, ni ínsulas, ni migajas trajo a esta humilde casa. La patente de la desgracia es vieja y rastrera.

-Perdone mi intromisión buena señora, pero siempre hay un mañana por descifrar, una semilla amarillenta y seca, retorna en hermosa esperanza verde.

-¡Si! ¡pues a mi parecer esas semillas danzarinas han estado todo un año dando saltos sin poner los pies en la tierra!

-Bueno, señora muchas explicaciones y arrumacos tendría que daros vuestro marido Sancho, marcho a mi hogar, que allí me esperan la Ama y sobrina, ¡nos vemos Sancho!

Dispuesto el hidalgo caballero D. Quijote se dirigía hacia su noble hogar, desconociendo la suerte que le aguardaba, que el galgo pulgoso minutos más tarde le iba a revelar. Y, ciertamente en el lugar donde tendría que estar la noble casa, solo era un solar limpio de polvo y paja, allí aguardaba el galgo pulgoso dando vueltas en dicho solar que se alegró mucho de ver a su dueño acompañado de las carantoñas y su protocolo. Rocinante miraba extraño ese lugar, de su cuadra, solo quedaban los cimientos.

-Mi querido pulgoso, mi velocímetro destos restrojos y enemigo de las liebres saltarinas,
¿Decidme? ¿que ha pasado aquí? ¿donde está mi Sobrina y Ama? y esta casa que parece que la han arrancado de cuajo?

Pero, aquel viejo galgo poco podía explicar, solo mostrar alegría y cariño a su dueño. Se da la circunstancia Que el párroco de la villa es del opus dei y muy convencidos Ama y sobrina de que su tío está loco y que no tienen nada que hacer con el, al párroco se le ocurrió la idea de que podían meterse ellas a monjas clarisas, en la confección de mazapanes hasta el final de sus días. El alcalde del lugar que, al mismo tiempo tenia una constructora, promotora, inmobiliaria y tambien es el máximo accionista. Mediante un nuevo plan urbanístico aprobado, había decidido construir en ese mismo solar un gran bloque de pisos, mediante una cesión de firma por la sobrina, subrayando por todas las autoridades que D. Quijote estaba loco...Negocio redondo.

-Rocinante, como conoces tu rincón de descanso que, por encantamiento el mismísimo cielo nos ha robado nuestro humilde techo, que las penas se van sumando al abrigo de las escasas alegrías...

Y, sentado en cuclillas nuestro hidalgo caballero, apoyandose su cabeza en su viejo lanzón, con mirada perdida al horizonte acariciando al mismo tiempo al agradecido galgo que parecía ser el más optimista.

miércoles, 22 de julio de 2009

BARATO Y VA MAS cap 39





Sin dejar la rivera de playa, ya, metidos en costa levantina, con el sol que aprieta y la humedad que no refrigera, dos compañeros inseparables con sus ropas quijanas. Dos equinos, Rocinante y su compañero asno no pasan desapercibidos a los olores de sardinas, difiriendo bastante a los olores de los henos y la paja. Las playas saturadas muy a pesar de la crisis, predominan do la fruta fresca y los generales bocadillos de tortilla de patatas, previamente traídos desde casa.

-Mi señor, mucho les gusta el agua resalada a estas gentes domingueros y entre semanas.

-Sancho, la chispa de la vida está en sazonar la vida sosa en su justa medida.

-Y, me de parece tambien mi señor que, muchos dellos cogen el color del salmón ahumado.

-Acepto que cojan colores pero, los humos los acumulan durante todo el año, Sancho.
En uno de aquellos escasos claros, entre tanta sombrilla y, señoras de la tercera edad en grupos caminando playa arriba, arreglando medio mundo, grupos de señores de la misma edad playa abajo, arreglando la otra mitad. D.Quijote y Sancho deciden parar y darse un descanso en uno de aquellos escasos claros.

-Sancho, hagamos un alto en este camino arenoso apiñado de gentes ligeros de ropa, tan armoniosos, desiguales por los colores de la piel y cinturas radiales.

-Mi señor, bien nos vendría de darnos un remojon, para que las axilas no demanden desodorantes, que estos tufillos que llevamos, van de gratis sin haber pagado peaje.

-Remoja te tu, Sancho, que yo me sentaré a observar a estas gentes, ver que demandan, que les duele, que padecen. Que yo pueda sus males resolverles.

Nada más sentarse en la arena, nuestro estimado caballero oye una voz que se dirige hacia él.

-Massag, massag, buenos dias señol, un massag.

-Apenas, si os entiendo, pero vuestros rasgos asiáticos certifican vuestro mal castellano. Si os explicáis un poco mejor.

Una señora de procedencia China de mediana edad, entre su mal castellano y gestos con las manos, fue entendida por nuestro caballero andante.

-Y, decís que vuestro masaje, me dejará como nuevo. Bien, primero tengo que despojarme de esta armadura.

La chinita bien intencionada, se prestó a ayudar a nuestro caballero a deshacerse de su armadura. Pero, esta armadura, no es una armadura cualquiera, entre nudos de cuerdas, correas de cueros entrelazadas, remaches y demás abolladuras empalmadas, apremiaron una hora bien rematada. Que la chinita se quedó con las manos desguazadas, que mañana volvería y le daria un masaje.

-Como queráis pues, pero somos caminantes y, quizás hayamos partido para mañana...De todas formas, me siento más relajado, más aireado, como las sardinas libres de su lata abriendo las fronteras a la divina brisa del mar.

-No pasaron dos minutos, cuando un africano joven de color, se acerca tambien a nuestro hidalgo.

-¿Gafas Raiban? ¿cinturones Doche Gabana?

-Buen africano, gracias por vuestras ofrendas, pero os seré sincero, tengo un cinturón con tal fama como su inseparable compañera espada y de gafas huso la visera de mi yelmo de mambrino.

El africano al oir esto, siguió su camino. Otra chinita de la misma edad que la primera, se ofrece a dar un masaje.

-Massag, buenos lias, ¿un massag?

-Buenos los tenga usted tambien, pero he quedado en casi palabra, con una compañera de usted para mañana.

Y, así, cinco chinitas más, otros siete africanos por lo menos, con las debidas explicaciones a cada uno por nuestro caballero D.Quijote, con más paciencia que un ciego contando un saco de muelas. Mientras tanto, Sancho revolcando se entre las olas como un cerdo en un charco, decide más tarde salir del agua y contarle a su señor las maravillas del baño.

-Y, después una ola me reman guilló, que no sabia donde estaba el bajar o subir, sin atreverme a dar un paso en ninguna dirección por si bajaba de sopetón.

-Sancho, veo que habéis disfrutado como los niños y sus golosinas. Pero aquí sentado sin moverme, me han ofrecido innumerables regalos y hasta masajes curtidos para este cuerpo delgado, pero como podréis comprobar estoy bien servido y, todos ellos he rechazado. En estas tierras, parece ser que, se tienen costumbres de hacer regalos, que pudieran ir desde la alta bisutería a colecciones de trajes, para más tarde hacer inversiones de capitales en paraísos fiscales, tomando por imbéciles a todos estos ciudadanos.

-Me queréis de decir, que políticos de estas tierras os han visitado mientras yo me daba un baño.

-No Sancho, esa clase de políticos solo se mezclan con estas gentes para pedirles su voto.

-Pero si decís que son ofrendas, los destos africanos y chinos, yo he visto que algunos domingueros a cambio pagaban unos dineros.

-Sancho, aún, así, los finales beneficiarios compartiran la misma mesa y filosofías.

-Queréis decir, los mismos destinos residencia les como vecinos.

-También, se puede decir así, Sancho, pero entre esos con vecinos, los gastos que generen, se harán cargo de pagarlos estas humildes gentes, que forman la verdadera comunidad.

-De osease, que las derramas son como las olas que te arremolinan.

-Sancho, se piensa mejor teniendo los pies en suelo y firme.



martes, 23 de junio de 2009

LA SIRENITA cap 38








Siguiendo la rivera de playa de, este, nuestro querido mediterraneo, los cascos flacos de un caballo y, su compañero jumento, salpicando a cada paso, como los niños hacen con las papillas en su babero. Entrando en playas de Tarragona, refrigerando los equinos sus patas y bien sazonadas, fieles a sus monturas dos caballeros van cogiendo tonos morenos que a un lado izquierdo tienen las caprichosas olas de mar y al derecho un gentío con sus sombrillas, sillas y, demás alfombrillas.

-Cuanta de gente, hay aquí mi señor, que, sus alrededores y capitales las hayan quedado vacías.

-Sancho, no todos presumo tengan crédito, muchos se han de conformar con el orballo de la ducha, la piscina del ayuntamiento y, si me apuras, el río de toda la vida, compartido con las resistentes carpas a los residuos de mercúrios, aceites y demás familiares químicos.

Una avioneta, con su correspondiente banda de propaganda, interrumpe la presumible tranquilidad de esta pareja de viandantes que, chapurrean por aguas refrescantes.

-Mi señor, ese aparato de vuela como los antiguos dragones meneando su larga cola.

-Sancho, verás, sucede que estas gentes, acostumbradas a ver en casa sus videntes aparatos cuadrados, donde las tele bricomanias ejercidas por los adivinadores echadores de cartas y suertes, ahora, estas nobles gentes en su tiempo ocioso, no echen de menos, los parecidos consejos. Para que la vaselina de engrase, a la vuelta del engranaje, este sistema responda,con esos aparatos voladores como dragones, así, recuerdan su memoria.

Un niño enteradillo salta y, dice.

-¡Papa, papa, mira...Son los del anuncio que han cambiado las bicicletas por un caballo y un burro!

-¿Veis, Sancho lo que os decía? hasta los niños han cogido la enfermedad de la tele bricomania.

-Si, mi señor, pero con bicicletas o burros, nosotros estamos haciendo aventuras con el giro y tour por destos mundos las veinticuatro horas del día.

Siguiendo la misma dirección, se encontraron con una playa tranquila, Waikiki por nombre, pocas gentes se veían y todas ellas desnudas, que la primera que avistaron, era una bella dama sobre una roca erosionada en la misma orilla, mirando el horizonte que confunde el color del mar con el cielo.

-¡Mi señor! ¿Veis lo que yo veo?

-¡Por Neptuno que si lo veo Sancho! ¡Una hermosa sirena regalada por la brisa del mar, se presta a contemplar la despedida del sol de este día, con su alegre canto y melodía!

Y, D. Quijote con su escudero se acercan hasta tan semejante imagen idolatrada, haciendo todos los honores ocurrentes que están escritos, más los improvisados por caballero andante frágil y servidor de las buenas causas. Sancho alegraba una vez más las bolillas de los ojos, dejando hacer a su fiel caballero todos los honores que manda el protocolo, tomando el mismo interés en la observacion de los movimientos angulares y gráciles de la presumible sirena que, bajando se estos de sus equinos. Sancho se queda a unos metros custodiando a Rocinante y a su jumento, acercándose D. Quijote y con rodilla clavada en la misma orilla y arena.

-Buenas y encontrados sean los horizontes que anhelan vuestros ojos de sirena, permitid que me presente: Por humilde caballero me tengo y mi nombre Don Quijote de la mancha, acompañado de mi fiel escudero Sancho Panza. No es, nuestra intención molestaros, simplemente satisfacer la curiosidad que, escrita está en los libros y hoy la providencia nos brinda a contemplaros.

-Que cosas más bonitas dice usted caballero, gracias por lo de sirena ¿Nunca vio una mujer desnuda? Por que creo, que usted, ni es Don Quijote por mucha chapa que lleve oxidada, ni yo una sirena. Me parece un viejo verde, con ganas de ligar. Aquí, en esta playa somos transparentes y, no escondemos nada de detrás de la ropa, menos aún de la mente.

-Creo, que me juzgáis mal, hija de Poseidon, princesa de los siete mares, por más desnuda y clara yo tengo el alma. Que os pido y suplico que en este casual encuentro, no nos retengáis 20 años con encantamientos, como al sabio Ulises, desesperando a su Penélope y, yo a mi Dulcinea del Toboso, pues son muchos los caminos torcidos que, enderezar tengo para que me hagáis perder ese tiempo.

No cabe duda, que el ego de esta bella mujer, esa misma tarde le había crecido. Naturalmente, la que confundieron con sirena no estaba sola y, su compañero viendo que esta tenia compañía, se acercó haber que pasaba. Sancho, advirtió tal presencia y aún más grande sorpresa. La bella sirenita viendo acercarse a su novio...

-¡Haberse visto cara dura! ¡encima vacilandome y quedando se conmigo!

-¡Mi señor, de se acerca el sireno con las manos vacías, pero, con el tridente entre las piernas y, por la arena arrastrando!

-¿Que pasa cariño?

-No, nada mi amor, estos señores..., sobre todo este muy gracioso...Les he dicho que esta es una playa para nudistas, que si no toman ejemplo, se marchen y guarden respeto.

-Bueno, señores, oído cocina, o toman ejemplo o mejor sigan su camino.

-¿Quien se atreve a dar ejemplos cívicos a este caballero?

-Mi señor, sigamos nuestro camino y que la providencia salga a encuentro nuestro. Este tritón desescamado nos lo dice muy educado.

-Sí, que no se piense este al que le cuelga el minutero que, siempre las horas le darán toda la razón.

Y, sin mediar más palabra por parte de los nudistas, los famosos caballeros, montan sus jacopacos y siguen su camino. La sirenita protagonista no puede evitar mirar por el rabillo del ojo, alejarse al caballero de la triste figura.

-Mi señor, esta playa de tenia un nombre, así, como guay quiqui y, aunque los sirenos no tengan escamas, la pescadilla siempre muerde la cola.

-Sancho, prevalecer de buenas intenciones es de caballeros, como de intenciones es hacer buena siembra, ya sea en tierra fértil o pedregales.



viernes, 12 de junio de 2009

HACE Y DECAE cap 37







Tras comprobar, que este par de personajes no constaban en tales ficheros y todos los presumibles locos habian fichado por la mañana en dicha localidad y demás España, quedando claro que nadie faltaba. Este jefe de policía decidió que allí encerrados pasaran la noche, que mientras buscarían el lugar exacto de donde según el, este par de locos o personajes extraños, se habian escapado.

-Mi señor, otra vez enrejados.

-Sancho, prendidos, esposados, enjaulados, enclaustrados, que más da. Este es uno de los resultados que, de consecuencias tiene liberar al mundo de su ceguera.

-Lo dice por lo de arreglar entuertos, mi señor que, más le hubiese valido ser estudioso en la universidad, la rama de oftalmologias y, de paso cantar los clavelitos pa enamoramiento de su Dulcinea.

-Sancho, no deja de sorprenderme vuestra frescura de palabras, tan entonadas como relacionadas, de un tiempo acá, en esta universidad que compartimos sin techo desde el alba de aller al de mañana. Cumpliendo un circulo redondo en todos estos amaneceres, para que la luz del sol satisfaga la demanda de todos los rincones, por la penumbra de su ignorancia.

Este policía de grado superior, responsable de la suerte de Don Quijote y Sancho Panza, se le ocurrió una idea redonda, puesto que el era el responsable, tanto que, decidió controlar el asunto de la forma siguiente. Resulta, que esa misma noche actuaban en Barcelona los AC/DC y durante muchos años, el poli había reprimido sus instintos y gustos por el heavy, llevando una vida familiar tradicional más aburrida, que una tortuga lamiéndose su propio caparazón. Decidió y sacó del cuartelillo a estos dos caballeros por una puerta trasera más discreta y, les pidió que por favor, les acompañaran ha ver dicho concierto que, el se hacia cargo de las entradas. Y, así mismo se iban sucediendo los hechos que, llegados al lugar donde se iba a celebrar dicho concierto, antes de bajarse del coche y disponer de las entradas, este jefe de policía se puso una peluca de melena larga y unas gafas de sol. Hecho que no se había atrevido a hacer con sus compañeros y otros conocidos por la forma de vida que había elegido, para ir de conciertos. Una vez dentro del campo de fútbol y concierto.

-Mi señor, que raro de resulta este nuestro mecenas de concierto, que lo mismo ba pa Vigo que pa Valencia, que solo tenga la consonante "V" parecido.

-Sancho, a veces los caminos elegidos en la vida resulten tortuosos. Puede que con nosotros, nuestro obligado compañero, esté viendo la luz que antes el sol, solo, le hacia sombra.

-Bueno, lo de la luz seguro, que estoy viendo un montón de soles que me deslumbran y de más gente que cabe en hormiguero con silbidos incluidos.

Y, empezó el concierto de los AC/DC. Estos curiosos espectadores, estaban cerca del escenario donde sonaba la música a reventar. Con un cubata Don Quijote, Sancho y su acompañante mecenas, este medio poli, medio heavy empezó a saltar y mover la cabeza como un desarmado, rompiendo toda la frustracion y rabia acumulada, tarareando las letras en directo que eran cantadas por Brian Johnson
como vocalista y Angus Young con su guitarra, con el resto de músicos acompañan tes.

-Mi señor, estos de músicos me suenan de algo que, juraría que en las ventas los vimos hace un año. Los sal titos del guitarrista y su traje cito de me suenan muy de cerca. Parece que a su traje cito de niño escolapio le cogió cariño y no se lo quita de encima, ni con aceite hirviendo. Y, el vocalista parece con su gorrilla un tentador de toros andaluz, con mucho chillo en la boca.

-Sancho, he de deciros que ni escolapio y que ni andaluz, son australianos, por que tambien así lo dicen los libros.

-Ya de me parecía a mi lo sospechoso de los sal titos. Costumbre sin duda cogida de los nobles canguritos y, con el vocalista no me habré mucho equivocado que, de su tiempo libre pa ensayo, dedique sus ratos libres al pastoreo y los chillos a tan noble ganado, sean cabras, sean ovejas o vacas en restrojos australianos.

Mientras tanto, el melenudo con sus gafas de sol, se lo pasa pipa, se mueve al compás de todos como una ola cantando las mismas letras.
El vocalista Brian Johnson, nada más percibir se de un señor entrado en años como el, con una armadura (nuestro Don Quijote) se dirigió hacia él invitándolo a subir al escenario, bajando al mismo tiempo el tono de la música, Sancho desde abajo, más ancho que orgulloso y cara de asombro. Y le habla Brian a D. Quijote.

-¡Bravo! ¡bravo! ¡puta madre! ¡you are cojonudo! ¡this fans heavy metalico de pies a cabeza! ¡we are of the la misma quinta y, my congratuleission que will come vestido así....!

En el cuadrilátero del bullicioso público, al unisono de esta manera pedían.

-¡Que cante el quijote! ¡que cante el Quijote!
!que cante el Quijote!...

Animado por la sublime oferta y, con permiso de los principales, Brian Johnson, deja el micrófono a nuestro D. Quijote.

-¡¡Gracias público bullicioso!! ¡¡que aclamáis a tan diestros trovadores en su canto, así, como a sus rimas de acordes y tambores!! ¡¡os atiendo y dispongo!!

SEPAN TODOS USTEDES QUE,

HOY AQUÍ SE HAN CONCENTRADO,

INCLUSO PAGANDO UNOS DINEROS,

UN BUEN NUMERO SE HAN JUNTADO,

MUCHOS CON IDEAS DIFERENTES,

PERO TODOS PAGAMOS AL FISCO,

TRIBUTOS Y DEMÁS INTERESES,

SI UN SOLO DIA, AL MISMO TONO DE VOZ,

PACIFICO SIN GASTARNOS UN DURO,

EN UNA SOLA NACION,

USTEDES MULTIPLICAN EL NÚMERO,

MILLONES EN LA CALLE DICIENDO,

BASTA YA A UN SISTEMA,

DE CUATRO SINVERGUENZAS,

AHORRAREMOS DOLORES DE CABEZAS.

Angus Young, con su guitarra y sal titos distinguidos acompañó a la letra de D. Quijote.
El policía quería subir a darle un abrazo a Brian Johnson y su compañero guitarrista, aludiendo que el, apadrinaba a D. Quijote, pero dos gorilas se lo impidieron. Sancho con lágrimas en los ojos, ve por primera vez, como su caballero es aclamado por varias decenas de miles de personas.
Y, la fiesta siguió, que una vez acabado el concierto, el apadrinador llevó a este par de personajes a las cuadras donde muy cómodamente descansaban Rocinante y su fiel compañero de herraduras, que tras una despedida, decidieron ir haciendo caminos por las playas con dirección a los levantes. Que a eso de medio dia.

-Mi señor, todas esas señoras ligeras de ropa y discretas hecha das sobre la arena como las salchichas a la parrilla, vuelta, vuelta y, listas.

-Toman el sol Sancho para mejorar, un tono de piel y con cremas de cuidado.

-Ah! como el lomo adobado y sabroso. De a propósito ¿Sabe mi señor que yo tambien canturreo un poco?

-Cantad, pues.

"Como una ola es mi Teresa"

"Como una ola que golpea las rocas"

"Si haciendas de ínsulas se vaporan..."

-Sancho, ya estáis con la burra a brincos.

-Mi señor, es un burro dócil y tranquilo.


domingo, 31 de mayo de 2009

KELVINATOR cap 36






Y, entre el devaneo de si era cigüeña o águila, los calores aprietan, con casi 40 grados en los pilares de Cristóbal Colon, la semana se acalora entre mítines políticos para representacion en Europa.
El submarino amarillo de Riosa Diez, como quien cambia de pelo con la misma facilidad que se disfraza mortadelo. Una apuesta fuerte, casi del mismo talonario que apuesta por un club merengue.

-Mi señor, ese empeño vuestro de ir corriendo a las americas espero que sea pasajero, por que habiendo sido Colon el descubridor, toda la gloria y su nombre se la quedo ese Americo, que de su apellido Vespucio le venga lo de avispado y astuto. Digo que arreglemos primero nuestras calles y vecindario como hace aquel buenisimo Alcalde de Marina leda, austero y total que, bien querido.

-Sancho, no os falta razón, tanto tiempo nos han tenido engañados con lo de salvar a la oveja descarriada, de salir todos a su encuentro, cumpliendo las reglas impuestas de las bien guardadas, para manjar del lobo y su camino abierto bien dispuesto.

-Si os fijáis bien mi señor, ahora que esta mas de cerca ese pájaro y, haciendo vuelo en raso os repito que yo veo una cigüeña.

Y, nuestro Don Quijote mira nuevamente hacia riba, con la letal mala suerte, que dicha cigüeña defeca en vuelo y, en dicha altura, cayendo le toda la gracia en la mismísima cara de nuestro hidalgo y caballero.

-¡Hija de puta! ¡tenéis razón Sancho! ¡el espíritu del águila jamás nos enviaría un mensaje de tales maneras!

-Si, mi señor que, esa cigüeña, su mensaje es de diarrea, de cagar en alto como se hace en los campanarios.

El pobre hidalgo y caballero, los tintes del gallo en su frente, le cambiaron como un boquerón enharinado y, quito se las cuatro plumas mal colgadas, asentándose, no sin calentar temperaturas a las tres de la tarde, cuando en dicha rotonda pasaban automoviles con un remolque y gran pancarta con la figura de un señor y una gaviota, con megafonía incluida que dice "Vota a la gaviota para que no te tomen por idiota" ante tal mensaje, reacciona Don Quijote.

-¡Voto a bríos! ¡que de tal gaviota prima de la cigüeña, nos tome por unos primos!

Y, con los ojos vidriosos, rabiosos de la anterior cagada, embiste con su lanza al carro con su cartel anunciador, volcando a este en medio de la circulación, desenganchando a dicho carro del vehículo que lo transportaba.

-¡Hay mi señor! ¡que la habéis tomado como con pajaros de cuidado! pero este es de cara acartonada y no dice ni pío.

-¡Tened cuidado Sancho! estas son las avanzadillas de zapadores con almidones acartonados.

Casualmente, otro carro propagandistico enganchado a su vehículo y megafonías, hace el mismo recorrido, cuyo emblema dice representar a todos los trabaja-dores y cuyo eslogan dice, "Por una Europa de progreso de futuro". A lo que nuestro hidalgo caballero Don Quijote, aún mas cabreado si puede y, con la misma lanza golpea dicho carro, que lo vuelca igual que al primero.

-¡Insensatos! ¡si dejáis esa fresca y roja rosa para regarla en un futuro! ¡A BUEN SEGURO QUE LA ENCONTRAREIS SECA Y MARCHITA!

-Mi señor, esa rosa tambien es de cartón, que ni siente ni padece y, la estáis liando.

Cierto que la estaban liando, interrumpiendo el tráfico, hasta los que tenían facilidad de salida, paraban su coche para ver tal escena de película, por que así lo creían. No tardaron, en venir los mozos de escuadra bien equipados, con sus uniformes hasta los dientes, que empezaron a repartir a diestro y siniestro. Hasta Rocinante se tiro un cuesco y, su compañero asno soltó un par de coces que, según parecía tuvieron que venir refuerzos. El tráfico completa mente colapsado en el lugar, Don Quijote amenaza con su lanza a la calma, pero las venillas de sus ojos rojos como tomates, no dicen lo mismo.

-¡Mi señor! ¡me de dao de cuenta que aquí no se reparten caramelos! ¿Y, si, nos alejamos en un descuido?

-¡Sancho, si, decidimos no hacer las americas y solucionar los entuertos destas tierras!
¡queda os junto a vuestro caballero, como hace todo bien servidor, haciéndose llamar escudero!

Pero las bolas de goma con su velocidad y repetidas fue fácil tumbarlos en el suelo, aún así Don Quijote se arrastraba hacia uno de aquellos blindados mozos de choque, con el sonido característico de su ya desgastada armadura sobre el asfalto y sus ojos rojos ensangrentados, más por la rabia que por el dolor, que en eso tenían callos. Fueron llevados al cuartel y sus rocines a las cuadras, estos últimos disfrutaron de un buen pienso. Y,en el cuartelillo.

-Vamos ha ver, ¿Quien coño sois vosotros?

-Yo, soy Don Quijote de la mancha y, mi fiel escudero quien en mi nombre me acompaña.

-Y, yo Santa Teresa de Jesús...No me toquéis los cojones, ¡encima de la que habéis liado!

-Con permiso, señor gendarme y, de mi señor, si, nosotros somos quien somos y usted Santa Teresita, pa que tenga cojones de me pienso que es un tras-vestido.

-JAAJAAAAAJAAJEEE, JAAAJA, JIIIJJJIIII, JAAAAAAAJA..... ,

Los demás compañeros de este interrogador, no pudieron aguantar la risa. Don Quijote pidió un poco de agua fresca y se la sirvieron, prestando la siguiente declaración.

-Me dá igual si ustedes creen en mi nombre o no y, de quien me acompaña. Dicho de otra manera soy el mensajero del tiempo, testigo de los buenos hace res, soy la frescura de este planeta, como este agua que me servís y refresca mi garganta seca. Vengo anunciaros que las malas educaciones del ambicioso bolsillo, hace subir en grados temperaturas, sucumbiendo las esperanzas verdes de las Dulcineas y hombres buenos.

-Así, que mensajeros del tiempo. Una ficción de Cervantes hecha realidad. ¡Sargento Perez! ¡llama al centro psiquiatrico haber si esta mañana estos dos no han fichado!

-Mi señor, estos de gendarmes nos toman por locos.

-Si, Sancho, tomando el camino recto nos llaman locos, los que se dejan arrastrar por las costumbres de caminos tuerzos y del avaricioso dinero.

sábado, 23 de mayo de 2009

UNA MUY BUENA RESACA cap 35







Y, como la canción de Juaquín Sabina a este par de personajes, en tal fiesta de celebraciones, les dieron las una, las dos y las tres de madrugada. Que incluso fueron invitados a bailar sardanas, hecho muy gracioso y, que la bebida en exceso invita ha decir tonterías.

-Mi señor, que deste baile de sarnada con gusto no pica.

-Sancho, he de corregiros, es sardana, baile de folclore que identifica a estas nobles gentes catalanas.

-Un poco de lento, si que es mi señor.

-Y, con lo que habéis tomado entre bebidas y granja avícolas, ¿Podéis mover vuestro redondo cuerpo al son de un rocanrol?

-Si, será para que nos baje la cena con gracia.

-No, os acordáis, cuando de niños jugabais al corre que te pillo, pues ya habernos todos maduros, quedamos pillados en el laberinto de los diferentes bailes pagando tributos.

Despidieron se, del FC- Barcelona de jugadores y directivos, ofreciéndose estos, a invitarlos nuevamente el próximo año si se proclamasen tri campeones. Y, por el paseo de Las Ramblas pasadas las tres de madrugada, montados en sus pacientes rocines, corrieron otra fantástica suerte al ser acometidos por jóvenes africanas ligeras de ropa y, hasta lo mas parecido a un tanga.

-Señor del caballo, ¿Quiere que juguemos con su lanza?

-Si, os referís a mi, tengo que deciros que esta mi lanza, es solo para resolver entuertos.

A Sancho, no le faltarón tambien sus alagos.

-Baja te de platero y, te hago la borriqueta.

-¿Es que no queréis echar un polvo?...A lo mejor es que son chaperos...

Y, siguieron caminando despacio alejándose de aquel encuentro.

-Mi señor, lo de chapero, al igual lo decían por su armadura, pero lo de querer hacerme la borriqueta, tengo mis dudas si esa frescura que mi Teresa manchega nunca salió a la palestra, o de quería juguetear con mi pollino.

-Sancho, de cualquier manera estas jóvenes de color nos invitaban a otra fiesta y, no tengo ánimos de responder les con un "no" con clase de caballeros, por que aún me hormiguean los ojos por el exceso del cava. Pero si recodáis la aventura que tuvimos en Albacete hace algunos meses, la estructura y coacción de estas jóvenes alejadas de sus tierras están sometidas contra su voluntad. En alguno de los puntos falla este mundo liberal capitalista, que permite esclavos con cadenas invisibles hechas de emociones que aprisionan sus manos, haciendo un cerco de miedo en sus mentes para que los agentes dominantes se salgan con la suya.

Cuando llegaron al final de las Ramblas, exhaustos se sentaron en uno de aquellos bancos, después de amarrar a los equinos a los extremos del mismo, durmiendo los excesos hasta...Que un gallo dio su canto a las diez de la mañana enjaulado que, otra persona sentada frente a ellos allí descansaba.

-Mi señor, cantó el gallo al alba.

-No, Sancho, este gallo está fuera de hora, dándonos el tiempo falso.

Un niño de improviso, se les acercó y depositó un euro en el casco o vacin que curiosamente estaba boca arriba en el suelo al lado de Don Quijote y Sancho, corrió hacia su padre que le acompañaba y, ambos padre e hijo esperaron mirando la reacción de estos aventureros. Don Quijote y Sancho, tambien se quedaron esperando mirando fijamente a aquel padre y a su hijo que después de diez minutos el niño rompe diciendo.

-¡Papá! estos cómicos no hacen nada de nada.

-Perdonen, vuestras mercedes pero, estamos en horas de descanso y, que un gallo desfasado de enfrente vino con su canto retardado.

-Es que, ese gallo no se de entera de la fiesta por estar mal de sincronizado.

Solo bastaron aquellas palabras para hacer reír al padre y su hijo, que se marcharon contentos por la inversión de un euro. Pero el gallo enjaulado que tenían en un banco de enfrente con su presumible dueño, no correría las mejores de las suertes.

-Sancho, en este corto descanso donde estamos sentados, me ha venido a buscar el espíritu guerrero indio Jerónimo, me pide que siendo él, el último guerrero dejando aquella empresa sin acabar, corra a continuar la campaña que él había empezado. Y, lo siento por ese gallo de pelea que , ahora mismo lo quito de en medio para competencias.

Ni corto, ni perezoso Don Quijote se levantó como un rayo anunciando la tormenta, dio una patada a la jaula que, después de desguazada agarro al gallo por el cuello, descabezandolo. Su dueño no daba crédito, que viéndolo tan loco no se atrevió a preguntar que es lo que hacia, por si con el, hacia huso con la espada. Que más asombrado quedaba su escudero Sancho, al verle como se dibujaba su caballero en su cara con sangre del gallo los dibujos de empie de guerra, hizo un haz de plumas sueltas que, se las colocó en su cabeza he invitó a su escudero a embarcarse en el primer puerto. Subieronse a sus rocines corriendo el resto de metros que les quedaba de Ramblas y, Don Quijote se para mirando la estatua de Cristóbal Colon.

-Mi señor, vais a acabar conmigo, que de estando en reposo y tranquilo, rompéis los ánimos como las tormentas en tierra y en el mar los remolinos.

-Sancho, tenemos una misión por ser los hacedores del bien de este mundo, fija os en aquel señor petrificado genovés encima de la columna, fue a descubrir las americas para los españoles para mas tarde esclavizar a sus gentes nativas, pero un avispado Americo Vespucio, dicho continente lleva su nombre.

-Entonces las americas están en la dirección que señala su brazo.

-No, exactamente, este señor descubridor parece ser que lo paso bastante mal, hacia allí esta su ciudad natal Génova.

-De seguro que, tendría muchos lloros y añoraba su casa con los abrazos de su madre.
Pero ese cambio de luck con pintura de guerra y plumas descafeinadas sin laca que, me hace mucha gracia. Y, diga me mi señor, si no hemos arreglao los entuertos de este nuestro país
¿Que vamos de arreglar en un país extraño y lejos?

-Sancho, recuerda la fiebre de los mezquinos, si no se corta la cepa que la produce estamos expuestos en todos los tiempos. Ahora veo que el espíritu del águila blanca, allí arriba, viene hacia nosotros, ha servirnos de guia.

-Ese pájaro, me parece mi señor que es una cigüeña.

-Sancho, solo alcanzamos a ver lo que queremos.


viernes, 8 de mayo de 2009

TRIPLETE cap 34




Tras haber dejado atrás los monegros y un antiguo campo de batalla, donde la bisectriz de sus aguas el Ebro dividía en otros tiempos a familias enfrentadas, más por una voluntad quebrada de ignorancia y su inercia de costumbres largas. Don Quijote y su escudero Sancho se adentran en tierras catalanas, tierras de grandes autopistas de peaje, de grandes artistas, escritores, pintores y hasta deportistas. Estos trotamundos habian recibido ecos de que un hecho importante se había producido por un equipo de deportistas, ganaban tres trofeos, hecho histórico para un equipo de fútbol y pudiera ser para el país que representan.

-¡Mi señor! ¿Que destos campeonisimos tripleros han de echo tres esfuerzos?

-Sancho, más bien yo diría que con un mismo esfuerzo, con la misma templanza y caballerosidad se garantizan los premios, que sumarle pueden todos los que se quieran. Bien sean procedentes de un reinado, nacional o internacional y, si me apremias, todos los demás del universo, pues esa es la esencia de seguir el camino recto.

-Mi señor, de se aglomera mucha gente por destas calles catalanas, yo, a mi pollino mejor lo llevo de reata.

-Bien pensado Sancho, que ante tanta aglomeracion y ruidos no se sobresalten nuestros serviciales dóciles equinos.

-Gran celebración se de presta para estos campeones que visten de rallas azul y granas mi señor. Y todo de dicen de averiguar una pelota en la red, que de antemano se la sortean de aquí pallí, da qui pallá.

En una de aquellas calles, perpendiculares a las Ramblas, les llamó la atención una cierta aglomeración de personas que todas quietas en ruedo, estos caballeros se prestaron a satisfacer su curiosidad.

-Sancho, allí en aquella esquina, algo importante debe ocurrir cuando mucha gente se aglomera. Acercaros, asta allí, yo me haré cargo de vuestro asno mientras tanto.

Y, servicial como de costumbre, se presta Sancho a tal recado que, una vez introducido en ese tal bullicio, observa como un señor con camiseta del barsa tiene una caja de cartón con tres cascos de nuez sorteando una pelotita, que curiosamente Sancho a uno de los espectantes le pregunta que era lo que allí se cocía.

-Buen señor, perdone y mil molestias, destoooo, Que es lo que aquí se despacha?

-Ya veo, que usted, hoy es la primera vez que sale de su pueblo. Mire, estos son los trileros, este juego consiste en averiguar donde está la pelotita entre esos cascos de nueces, apostándose dineros, si lo adivina donde está la dicha pelotíta, pero esta gente tiene unos ganchos para que la gente inocente pique y se le quede la cartera escurrida.

Sancho, con oír la palabra "trileros" a lo demás no prestó atención y, fue presto a dar la noticia a su Señor.

-¡Mi señor! ¡los tripleros! ¡los campeanisimos los de tenemos ahí mesmo con demostraciones de juego!

-¡No perdamos tiempo Sancho! demos nuestras felicitaciones a tan cercanos y de providencia campeones, de tal audacia y camino a seguir con los mejores ejemplos de este equipo bien avenido.

Y, abriéndose paso con el más genuino gesto educado, entre tantas gentes, se acercaron ante este triplero o trilero y, con la reverencia que le caracteriza a este Don Quijote, ve y observa como a un inocente pica facilmente llevándose 20 euros en principio y, al final con el mismo juego de cascos de nueces, (aquí, allí, palante, pa trás, izquierda, derecha) deja entrever donde está la pelotita, que este mismo inocente tan seguro de si mismo apuesta los 100 euros que tenia destinados para la juerga de esa misma noche.

-¡Si, aquí! ¡apuesto 100 euros!

Al levantar el trilero el casco de nuez...Aquel inocente pudo sentir el mismo desconsuelo de un portero que recibe seis goles como seis soles. Y, Don Quijote de la tal escena revienta y dice.

-¡¡Estafadores, ingratos!! ¡¡sois como alguno de esos personajes políticos que se disfrazan de colores de partido solo para llenarse el bolsillo!!

-Diga que si, mi señor, del arte birley-birloque, de osease, birlar.

Treinta segundos fueron suficientes para que el malabarista y sus secuaces desaparecieran entre el bullicio. Pero, otro año más, al otro lado del canal de la mancha, para que rime, por que todos navegamos en este océano de la vida. Un desconsolado capitán del chelsea, Terry, comprende que el golpeo de su bota, la que le hizo fallar un penalti en otra competición anterior, otra bota, de la misma marca, este año en los pies de un manchego, ha tenido el acierto de lanzarla a las redes, para discordia de la araña de la serie de la abeja maya. A cinco minutos de allí, todo el equipo del FC Barcelona montado en su autobús descapotable, con la resonancia de vítores y campeones, en lo que estos dos aventureros con sus rocines se vieron embutidos. Tales eran su perfilado porte que desde el autobús el jugador Iniesta, se quedó asombrado y presumió que se le hacia un homenaje con Don Quijote y Sancho por ser los tres de origen manchego. Iniesta dio las gracias a Guardiola y, tambien al presidente, he invitó a subir al autobús a sus paisanos Quijanos, dándose los correspondientes saludos a los tri campeones como se merecen, saborearon el cava en las tres copas que corrían a corro.

-Puyol, tu dentre pecho y espalda te metes un pollo picantón.

-Jajajajajjajaja, jejejejejejjejje y, tu esta noche te vas ha comer otro Sancho.

-Así, Iniesta que sois manchego, se dice que acariciáis el balón con tales cariños que no se despega de vuestra sombra.

-Eso, dicen Señor Quijote, pero este año hemos demostrado ser más equipo, los méritos son de todos.

-Sabias palabras, de todo un caballero, presumo que tenéis una muy buena escudería...Este cava sabe bien, me lo dicen los rizos de mis bigotes...Y, llevamos caminando un largo trecho que bla,bla,bla, en la fiesta de blas.

jueves, 30 de abril de 2009

FIEBRE MEZQUINA cap 33






Antagónico resulta el asfalto de carretera que, en la refriega de unas herraduras desgastadas, al unísono tableteo de castañuelas en concierto de dos tonos equinos de un caballo desgastado y de un domado jumento, que al compás de sus movimientos de orejas fijan la medida de velocidad que no cortan los vientos. Ligera brisa les peina, a quien acompaña oxidada armadura y albarda, con dirección a Zaragoza, siempre por donde no molestan ni a coches y camiones, guardando todas las distancias entre el mundo de las prisas y la suave caída de la pluma del ave Phoenix.

-Ah! mi señor, que de dolor de riñones, de llevar siempre la mesma postura en deste mi dócil pollino.

-Sentiros orgulloso, pues sois vos quien monta al burro. ¿Sentiríais los mismos dolores si fueses tú quien caminando y sobre tus hombros llevaríais a tan dócil burro?

-Dejemos lo estar así mi señor, que el contrato entre mi animalejo y yo, no se hizo con letra pequeña que, fue testigo el mismo notario que sirvió entre vos y Rocinante.

-Cierto, pero mis quejas no se entretienen en menudencias ni pelos de ombligo y soluciones baratas que no afectan a propio bolsillo.

-¿De que bolsillo habláis, que yo no tenga conocimiento? que, por no tener ni lo tengo lleno ni vacío, solo cuento con vuestro pagaré de boquilla pa cobrarme su de prometida ínsula.

-Sancho, es costumbre de aquellos que de lo que tienen sin ningún esfuerzo, se presten a dar consejos a quienes realmente sudan el pan con el sudor de su frente. Dicho de otra manera, como dicen y hacen algunos Pepes, sería que, el burro después de su caída, este se le apalee o reciba dos patadas, se le pida que rebaje su sueldo, se abarate su despido y se le exija que trabaje hasta que justo al doblar la esquina, la parca impaciente, le espere con su barba blanca.

-Mi señor, entramos en Aragón, de seguro que, el entuerto esta al doblar la esquina. Por destas tierras andurreó Agustina del Cañón, tengo de entendido.

-Sancho, el apellido que le habéis puesto a la tal señora son primos de rima, que de ruidos ya lo hace el cañón.

-Mire mi señor, que del roce con mi humilde pollino, además del cariño, se me haya pegado la parte del borrico.

-Es natural que se manifieste esa parte animal, porque de allí venimos. Un buen consejo en la vida, siempre es bien agradecido, Sancho, la experiencia parió a la ciencia y esta sazonó el pescado, midiendo los tiempos de los relojes de Dalí.

-Ahora, de me pierdo mi señor, desto, de un buen consejo ¿Sería bueno un muy buen consejo en la vida, mi señor?

-Ni preguntar tiene lo que se presume de buenas intenciones Sancho. Pero he de deciros que, existen personas que necesitan doce o más consejos para sobrellevar una vida, son los menos dotados que necesitan esa muletilla para poder caminar por este mundo tortuoso. Esta chapa oxidada y abollada que me cubre, es de privilegiados enfrentarse a las inclemencias de la vida que, de insignificantes tormentas, huracanes y demás necesidades sientan
envidia.

Siguiendo por dicha carretera nacional en la provincia de Zaragoza, decidieron apearse en una zona de descanso, donde almorzaba un camionero en una mesa de madera un bocadillo, mientras su camión cargado de cerdos y sus alientillos, junto a los ecos de orquesta chirrional, a esta pareja le auguraba cierta emoción.

-¡Mire mi señor! ¡una carreta de cerdos hasta la bandera, de por lo menos quinientos! mire que rebonicos y de tienen la misma cara que mi cerdo ricanor que, allá deje en la chiquera manchega.

-Y, de seguro que usan la misma marca de colonia Sancho.

El camionero añade.

-¡Dejen tranquilos a los cerdos que ahí no se les ha perdido nada!

-¿Nos tomas por unos ladrones carretero?

-¡No!, miren ustedes, es que hay una fiebre que según dice la contagian los cerdos, es tan rápida que traspasa las fronteras en cuestión de horas y las personas se contagian.

-¿Queréis decir, que unos cerdos encarcelados, sin voluntad propia como los que lleváis en vuestro ancho carro, nos han declarado la guerra?

-No, miren, es que es complicado, parece que el virus que la produce muta y es difícil de controlar.

-De osea, que de usa traje del camuflaje, quiere de decir, mi señor.

-Viene a ser algo así como, ese capital que se deposita en una determinada marca o firma comercial que tiene fama, para exprimirla y, una vez succionada, parte de ese capital irá en busca de otra firma y así sucesiva mente, cambiándose de traje, de acuerdo con el clima y costumbres autóctonas del habitad.

-Bien aconsejados están ustedes, caballeros.

-Noble caballero, solo el consejo de la humildad llevamos como equipaje. Para tal fin de enfermedades se necesitan, como mínimo doce consejos, en cambio vos lleváis enjaulados a unos inocentes cerdos como los mismísimos que, son conducidos a galeras y os ordeno que, ¡los pongáis en libertad!

-¡Estáis loco! ¡me vais ha buscar la ruina!

Y, como alma que pierde el diablo, dicho camionero salió pitando con sus guarros.
Haciendo amagos de persecución Quijote y Sancho, perdieron de vista al tal carruaje de cerdos como ellos entendían y, curioso momento se produce justo al paso de uno de esos radares, cuando un vehículo saltándose el código de circulación, el armarito metálico fijado en dicha carretera, dio su fogonazo de fotografía, que Sancho advirtió con el rabillo de su ojo, pero su burro hizo un requiebro y dio un estruendo salto que a Sancho lo derribó. Tanta era la rabia que con una vigueta metálica abandonada, daba buena cuenta del tal radar, que lo deja más abollado que el peto metálico de su amo.

-¿Que pasa Sancho, que la emprendes con lo metálico?

-¡Mi señor! ¡en deste armario metálico, uno de esos malos consejos sa mimetizao con el terreno! ¡y, de mi caída fina, le enseño un poco de humildad!

-Cosas veredes Sancho, cosas veredes y, raro instrumento habéis elegido para tal enseñanza.

domingo, 19 de abril de 2009

EN LA PIEL DE CERVANTES cap 32




Encerrados, entre cuatro paredes, mas por locos de cuerdos pensamientos, pasaron las horas enrejados como mandan los mandamientos y sus leyes, que como redes no atrapan a los verdaderos delincuentes. Pues sirva ha decirse que el verdadero Don Quijote y su fiel escudero, no se tienen por pijos, ni por amantes de ninguna religión, como falsos que aparecen por ahí, haciendo manifiestos de los reyes católicos y hacedores de uniones europeas bajo una de las religiones que mas sangre haya derramado en todos los tiempos y en continentes, que no son capaces de cumplir ninguno de sus diez mandamientos, como bien demuestra la historia. Todo lo contrario, manifiestan estos dos caminantes, que solo creen en las estrellas que les ayudan a caminar en las noches oscuras y su hermano el sol que les viene a saludar cada día, que sus pensamientos le vienen y, son libres como la brisa. Están muy por encima del orden establecido por los duques de Alba y el conde duque de Olivares, poder a la vista y filosofías que en otros tiempos dirigían este país. Otros quijotes que no se ajusten a este perfil, son sencillamente malas imitaciones, mercenarios a cambio de dinero, cortos de pensamiento, por muchos besos que le den en sumisión al Papa.

Posiblemente, cuando leyeron al Quijote, mas lo hicieron por su fama, por grandes escritores que descubrieron esta gran obra y, el mensaje que dejo Cervantes, solo para los libres de pensamiento y, con cautela para que la santa inquisición no quemara en la hoguera esta obra, como por costumbre tenia de quemarlo todo, estos mismos, los mismos que crucificaron a Jesucristo y, encima quieren de él hacer negocio seculan seculoro.

-Mi señor, vaya nochecita la que nos ha dado manolo de su bombo y familia numerosa.

-Sancho, que sepáis que a golpe de tambor es como marcan el paso de Los Santos que, sacan a paseo, sean de madero o embalsamados, como tu bien dices. Aquí estamos por mi iniciativa de salvamentos falsos, que por intenciones de bondad infinita, a todos hubiera dejado calvos.

-Mi señor, que no sabia de que era entendido en peluquerías, bien podría hacerme un corte de pelo a la moda, de ahora que empiezan destos calores para que no me de confundan con del Jimy Hendry ese.

Por ser, esta tierra de vinos, de de nominación de origen que tienen tanta fama. Las autoridades competentes, decidieron poner a este par de locos en la calle, invitándolos a marcharse de dicha capital, queriéndole quitar importancia al asunto, para que dicha prensa no se hiciera eco del contencioso producido en ese jueves santo y, hacer a este par de caminantes, con de nominación de origen manchego, las competencias de los vinos riojanos en sus tierras, precisamente ahora que tienen un mercado internacional bastante respetable. Y, con dirección a Zaragoza.

-Ah! de propósito, mi señor, ¿Es que el de Los Santos, no sabe tocar mas que del bombo y platillo?

-Mi fiel escudero, en la medida que las gentes agudizan su oído, necesitan para su confusión otro tipo de instrumentos, por que se da la circunstancia que abusando de uno de ellos, no se les llenen las iglesias.

-¿De podría ser, tocando la flauta como Hamelin, otra de posibilidad, mi señor?

-Sancho, cada día me asombras más, tu picardía y agudeza te vienen de tus tripas vacías, haciendo trabajar a tu cerebro, os cuento: Instrumento y Los Santos, tanto monta como desde el Tambor hasta piano piano, y, ya que habéis mencionado la flauta de Hamelin, sin duda el arte con una fina melodía, conducir a las ovejitas en fila, que buen negocio es el escardar le la lana, obtener su leche y, si han gozado de buenos pastos, hacer mercado con sus carnes.

-¿Queréis decir mi señor, que cansados los jefes de ese negocio, del tamborilete tan,tan,tan, ahora le cambien el instrumento sin dejar de ser Los Santos?

-Sancho, por Santos se tienen, pero por mucho que corrijan sus libros de cuentas, la historia no miente.

miércoles, 8 de abril de 2009

LA FIESTA DE LOS ESPINOS cap 31





Como saltamontes en busca de su grano, como las cigarras que frotan sus alas, estos dos caminantes, medio perdidos, medio encontrados con ellos mismos, con las herraduras que protegen cascos y almas por tierras riojanas, aparecen por la localidad de San Millán de la Cogolla, concretamente en el monasterio de Suso. Donde según cuentan las leyendas, un monje ermitaño, de cuya localidad lleva el mismo nombre, parió nuestro castellano, parto que sin duda dio a luz después de los dolores, lo cual pudiera igualar a la mismísima Santa María, manteniéndose este singular monje, virgen después de concebir su hijo "el castellano".

-Que de valle mas bonito mi señor, se nos presenta en destas tierras.

-Sancho, la madre naturaleza que es generosa escribe sus propias caligrafías y dibujos en los surcos de la tierra.

-Si, mi señor, que tiene de generosa, que es la época de la recogida del rábano y rabanillos que de ricos están con unas buenas migas de pan y de sofríto del ajillo.

Como si del mismo medievo se tratase, estos intrépidos galopantes, aparcaron al singular pollino y a su inseparable Rocinante. Justo a la entrada del monasterio de Suso, donde en otros tiempos, el tal San Millán afinase las plumas de las soberanas gallinas y calamares en su tinta, para deleite de los castellanos-parlantes, máxime reunión que se haya denominado este lugar patrimonio de la humanidad. Dos monjes se dirigieron al encuentro de estos fantásticos caminantes.

-Muy buenos días tengan ustedes...¿Pero, no han leído el cartel anunciador que dice que está prohibido subir con automoviles y, que hay que hacerlo andando?

-Perdonen vuestras mercedes, que ande este caballo, o que ande su caballero andante, monte tanto, tanto monte como Isabel y Fernando, pues fieles mi caballo Rocinante y yo somos en el pensamiento...¿Y, de que orden o cofradia son ustedes que les venga tanto recelo?

-Somos los Agustinos de Recoletos...Servimos a dios cristo y a hombres de buena voluntad.

-Muestren esa buena voluntad a este caballero y su fiel escudero, resolvedores de entuertos, que la providencia se muestre generosa a sus necesidades para que se esgrimen en fuerza y la debilidad se aleje como el rabo del perro entre sus patas.

-¿Tienen hambre ustedes?

-Si, Agustinos, que mi señor se expresa en maneras y a mi la tripa en tormentas y nubarrones.

Aquellos monjes se quedaron impresionados, con las formas en expresión de este hidalgo caballero y, en compañía de Sancho su escudero. Camino a la despensa, estos dos monjes se preguntaban por separado si, aquello había sido una alucinación o aparición, como las innumerables apariciones marianas que ellos veneraban. Y dándoles unos bocadillos, Don Quijote y su escudero se alejaron dándole las gracias a este par de ermitaños.

-Mi señor, que de bocadillo de chorizo tan rico, que hace que me sienta agustín, que sea de muy buena recolecta los criados cerdos y que de ahí les venga el nombre de Agustinos de Recoletos.

-Sancho, se ha de perseguir el buen fin para justas causas, los nombres por si solos, no dan soluciones.

Entre dos luces aparecen en Logroño capital, plena celebración de semana santa "Jueves Santo". La "Calle Mayor" abarrotada a ambos lados de los portales, muy diferente a aquella otra película que con el mismo nombre de esta calle, aquí se rodó. Un cristo nazareno sobre una plataforma, una cruz llevaba a cuestas y demás adornos de corona con sus espinas y cara ensangrentada con mirada baja. Don Quijote y Sancho atravesaron por una calle paralela "Laurel" calle de tapeo que en ese momento estaba vacía. Adentraronse hasta la Calle Mayor en culla maresma protocolaria de autoridades y banda de música con sus ciudadanos expectantes, muy impresionado queda Don Quijote montado en su caballo, viendo a un señor sangrando en tal escenario.

-¡Sancho! ¡Que me pierdan los diablos! ¡cuan cobardes se muestran estas gentes y disfrutando de sus sufrimientos de un hombre atado soportando el peso de un madero!

-Hay, mi señor que de esto me huele mal, que son muchas gentes quienes lo consienten.

Hincando las espuelas Don Quijote a su amado rocín, se dirige hacia el hombre presumible indefenso, que al oír el estruendo de los gritos de este caballero, abrieron paso las gentes viendo lo que se les venia encima, dejando paso hacia la imagen del nazareno.

-¡¡¡COBARDES FARISEOS!!! ¡¡¡DETENED ESTE JUICIO, QUE JURO POR EL SOL NACIENTE CON VUESTRA SANGRE ADORNAR MI ESPADA!!!

Subiose de un brinco desde su caballo a esta plataforma y escenario con espada en mano. Un silencio sepulcral se produjo en ese instante.

-¡Buen señor! ¿De que os acusan estos infames silenciosos, que solo hablan con la música de su banda? ¿Que tan horrendo crimen habéis cometido, para que sacien sus iras con esas espinas y el peso de ese madero?

-Mi seeeeñor, desto me huele mal, baje se de ahí.

Don quijote, quitó parte de las espinas, clavandoseles algunas de ellas, intentó quitar el madero, pero una buena tornilleria se lo impedía y.

-¡¡¡Responde hombre de los sufrimientos, que os habéis quedado como una piedra!!!

-Mi señor, baje se de ahí, que ese señor está embalsamado, para que dure tiempo y no haya que reponerlo, no vaya usted mi señor a ser su sucesor.

El concejal de festejos no daba crédito a lo que veían sus ojos, igualmente el hermano cofrade quedando se para un largo tiempo perplejo. Mientras tanto la policía municipal de servicio, que mejor momento para demostrar su eficacia al mundo entero. Agarraron de los tobillos al hidalgo caballero, haciéndole caer en la plataforma o escenario, desde dicho escenario, lo tiraron al suelo sonando su armadura oxidada como las cace-roladas en plena crisis de la pampa, se vuelve a levantar, de nuevo le tiran al suelo, lo sacan a rastras de esa calle, Sancho les dice basta, que como un remolino, a el tambien le pilla en la refriega, sacados a un apartado, un coche patrulla los lleva a comisaria donde pasan en calabozo la noche.

-Ay, ay, mi señor, que ya le avisé de que me olia mal, que estas heridas que sufre mi señor, están en el numero de caídas y las porras agresivas, mas con las espinas de regalo que le regaló el hombre embalsamado.

-Digno y humano es Sancho, prestar auxilio al desfallecido, al inocente condenado...Muchos sufrieron en paredones, la cobardía de las masas, de los fariseos, de la ignorancia...Bla, bla, bla, blas.

domingo, 22 de marzo de 2009

LAGUNA NEGRA cap 30





Tras pasar en una larga caminata, dos centauros bien armados, mas sujetos a su silla y albarda, adentraron se en tierras de castilla, concretamente en la hermana Soria, pues tal velocidad e inercia hallaron casi fuera de esta provincia, no sin antes pasar por lo que se denomina las ruinas de Numancia. Caballero hidalgo bajó de su Rocinante bien cansado y, invitó a su escudero a que le siguiese en ceremonia. Y con rodilla en tierra, arranca un puñado de tierra con su mano derecha dirigiéndose a su escudero.

-Sancho, fija os en esta tierra yerma, ¡tocad la con vuestras manos! y decid me que no estáis sordo, ahora que tenéis la oportunidad de oírle sus lamentos aquí escritos en otros tiempos.

-Que no es de sordera, la que sufra yo mi señor, si no mas bien que, dándonos un baño de pascuas a ramos, en mis oídos estén de sembrar las patatas para recogida en verano.

-En esta Numancia hace dos mil años, sus ciudadanos mostraron valentías y la mas alta resistencia al maremotum romano. Imperio que acumuló todas las experiencias en batallas y guerras, como tecnologías y la sociología recogidas en pergaminos, que el ser tan bien ordenados para un buen fin intencionado.

-Determino mi señor, que de por esas de tecnologías sicológicas, aquellos ciudadanos no quedase ninguno para contarlo.

-Buena determinación Sancho, pero parte de esa historia la escriben los vencedores, de costumbres les viene las informaciones acumuladas en pergaminos. Que dicha información mas tarde, el Emperador Justiniano cediese a la iglesia de los cristianos, siendo estos últimos en occidente quienes escribieran la historia a capricho convenido.

-De los libros sois mi señor bien leído, que yo no tenga razones ni mas argumentos, que para saber cuando suena mi barriga, la lengua se me quede seca y llevemos encima mas resiembra que la de un palo en gallinero.

Saliendo de aquella zona, en dicha carretera a mano izquierda divisaron un dinosaurio echo de hormigón. Las dimensiones eran tan grandes que dos horas se quedaron inmovilizados sin quitarle ojo, no por ello los sudores y lo que arrastraban se quedaban quietos. Un lugareño que pasaba por el lugar, al verlos inquietos y con indumentaria conocida les pregunta.

-¿Que? ¿les gusta el animalejo echo de cemento?

Sancho, se adelanta interrumpiendo el protocolo.

-¡Buen señor paseante! ¿El artista que a posado para tal figura vive por destos andurriales?

-Bueno, en tiempos de maría castaña, estas tierras ellos si que las dominaban, ahora mismo están desaparecidos.

A lo que Don quijote añade y dice.

-Ya me parecía a mi, que algo de personalidad le falta a esa cara de lagarto. Para verlo desde tan lejos y retratarlo.

Resuelto este pequeño entuerto, decidieron cambiar de dirección, no por precaución, si no más bien seguir un poco la dirección del sol, ganarle unos minutos de luz al día, pues aún eran las once del medio día. Se adentraron en una muy buena sierra, tierra de abundantes y diferentes especies de árboles que pugnan por el espacio y que están delimitados por la altitud. Entre ellas está el haya, que crea un cerrado soto bosque y crece a altitudes relativa mente bajas que comparte con el pino albar, que es el rey del territorio y forma grandes bosques. El roble albar, el abedul y el álamo temblón, en definitiva fueron a parar hasta la "laguna negra", divisando se agua cristalina en sus bordes y orillas, como contrapunto hacia el centro se percibía la oscuridad del mismo averno.

-Mi señor, otro milagro de la naturaleza que nos viene a las manos, aligere monos bien la carga que nos cubre el pecho, espalda y demás piel reclama.

Mientras sus rocines mojaban sus cascos y bebían de ese agua cristalina, Don Quijote rodilla en agua, brazos abiertos y mirando al escenario de las estrellas...

-¡Aaaah, quietud de agua calma!

¡Espejo de los mensajes quietos!

¡Caídas de lágrimas de la luna!

¡Espejo del sol donde peina sus rayos!

¡Ladrona del alma de los poetas!

¡Cárcel de los cuatro puntos cardinales!

¡Gobernadora de la voluntad del joven Narciso!

¡¡¡Despierta la sensibilidad al mundo entero, que con los ojos abiertos dan pasos de ciego!!!

Mientras tanto, Sancho se había agenciado un puñado de plantas aromáticas y sentado cubierto de agua hasta el ombligo, frota que te frota. Lugar de paseo y turismo que las personas disfrutaban los fines de semana, fijando su atención en dichos personajes.

"Laaaago neeegro"

"laaaago blaaanco"

"paatitoo chaapurrea"

"paatitoo ne laagua"

Evidente mente, el baño esta prohibido, pero la escena de estos dos personajes que allí al personal visitante les pilla de improviso, aprovecharon para disparar sus cámaras fotográficas como si se tratasen de animales en extinción.

-Mi señor, que de gente mas rara, que se aglomera en grupo cerrando un ojo y escondiéndose el otro detrás de una lata de anchoas.

-Sancho, es posible que quieran atrapar con sus ojos ciegos, lo que nosotros impregnamos con los nuestros abiertos.

-Pues yo, me impregnado de bien con los abiertos y los cerrados, destas hierbas en estos andurriales, de los pies a la cabeza, que mas razón tengan ahora de llamarle laguna negra.

Alejaron se de allí en sus rocines, ignorando que los de medio ambiente iban a buscarlos.




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