Por que todos los caminos dicen que se llega a Roma, por que todos los caminos son de ida y
vuelta, por que los atascos a campo abierto permiten oxigenar pulmones quietos, en la distancia sean las letras bien vitaminadas que den alimento al necesario pensamiento, sean de libertades a decir lo que a este par de caminantes, les de la gana. Que Don Quijote habiendo se salido de su pesadilla, así mismo se respondía.
-Sancho, por los laberintos de mis pensamientos, de ellos es posible que me sean repetirlos el decirlos, que en sueños, de haber combatido con los turcos por capricho de un ignorante Papa bendecido, dícese estar el, mas cerca del cielo y afirmar de Dios ser su ministro, ¿Donde cabe mas ignorancia? y, encima sea, aun queden ove jitas, ciegas que le sigan. La tal eternidad, sus ministros que la administran, dudo que se hayen en la tierra. La hipocresia se ha apoderado de la faz de la tierra.
-Mi señor, que de las españas no hemos de salido, para que tenga un examen de completo mas allá de las fronteras.
-¡No! no, es necesario, hasta con la punta de esta mi lanza, percibo las hondas y sensaciones de temperaturas de los cambios climáticos y gramaticales que el humano adapta a sus necesidades.
Por uno de aquellos caminos comarcales de la Guadalajara, sin destino a ninguna parte, pues como dijo Colon, el centro de ninguna parte está bajo nuestros pies.
-Mi señor, de un tiempo a esta parte que os de observo raro, que de sus otras rarezas ya, me había familiarizado.
-Sancho, al igual que el chocolate, en mi pensamiento frió, tambien me muestre espeso, sea esta primavera que a diferencia de vestirse de seda, dibujando flores en el cielo por el artista natural de las cuatro estaciones, que sin moverse de su sitio en un año, pinte cuatro lienzos sobre unos pies descalzos.
-Que yo, me de acuerde, mas de medio año llevamos juntos caminando, que de los males pegados a la espalda como lapas.
Rocinante y su compañero asno disfrutaban con tales discursos, hasta se le hacia mas agradables el llevadero de carga a la espalda, mientras con los rabillos de los ojos divisaban nuevos paisajes y horizontes en cada alba. Subiendo una encaminada cuesta, se toparon con el castillo echo de una piedra blanca, castillo de Torija.
-¡Mirad Sancho! que belleza y relieve dibujan los contornos deste castillo, acerquemonos hasta tocar su revestido de piedras.
Don Quijote invitó a Sancho, desde sus monturas a tocar con una mano las paredes de aquel castillo, pretendiéndolo a adivinar el mensaje escrito en el relieve de dichas piedras como si se tratase de aplicar el sistema Braile que aplican los mismos ciegos en la lectura. Sancho, rápidamente sintió los puntos sobre la i.
-¡Aaaay, ay,aay! ¡que de recelosa avispa bien me ha releído la mano!
-Sancho, accidental mente pusisteis vuestra mano en una avispa buscando lugar para confeccionar su casa. Son las inclemencias de la madre naturaleza que cortan comunicaciones, yo, os puedo contar la lectura desta mi mano que me dice: En otros tiempos como villanos, los lugareños de estos campos, pagaban impuestos en especies a sus amos y, si por un casual, estos lugareños les pedían le devolvieran parte de su impuesto en especie, por necesidades de las hambres, tendría que pagarlo con intereses.
-¿Queréis de decidme mi señor, que yo, ahora esté en deuda con la avispa, que sin queredlo me haya pagado en especie y que si tiene de necesidad me pida devolverle, que mas tarde me devuelva con mas intereses???
-Te lo explicaré deste otro ángulo. Hoy cualquier ciudadano paga sus impuestos, las leyes constitucionales dicen que el trabajador de a pié, en proporción paga más impuestos que nadie, ¿Me seguís?
-Si, si, mi señor, al igual que el vuelo de la avispa.
-Bien, Sancho, pues ese impuesto acumulado, por el arte de birli-birloque, está en poder de los bancos, que si necesitáis pedir un préstamo, de ese de vuestro propio dinero, encima tengáis que pagar intereses.
-Marchemonos deste lugar mi señor, que este hinchazón de mi mano, no quiero multiplicarlo por diez.
-Si marchemonos a campo abierto, allí el tomillo y espliego se respira mejor. Este año en las fallas de Valencia una vez mas, el libro cojo constitucional se salvará de la hoguera.
-Se tiene fama, la miel desta Alcarria, mi señor.
-No olvidéis Sancho que las abejas y las avispas usan armas parecidas.