Siguiendo la ruta jacobea, de oeste a este, estos incansables peregrinos se acercan a la comunidad de Navarra, justo el día de San Fermín, observan como cientos de personas se dirigen a un mismo lugar, plaza del Ayuntamiento, D.Quijote y Sancho con sus equinos se ven arrastrados por la gran marea de masa humana.
-¡Mi señor! Estas gentes, bien mayorcitas han decidido celebrar sus primeras comuniones y, por un pañuelo rojo al cuello hayan cambiado por penitencia el rosario.
-Sancho, donde se dirigen estas gentes, nos resolverá la gran novedad de esta ola humana.
En pocos minutos se vieron en medio de la plaza del Ayuntamiento, eran de los pocos que sobresalían montados sobre sus equinos del resto de la muchedumbre, que de pronto todos irrumpieron a cantar.
“¡¡¡¡ Uno de enero”
“Dos de febrero”
“Tres de marzo”
“Cuatro de abril”
“Cinco de mayo”
“Seis de junio”
“Siete de julio San Fermín !!!!……… y un largo etc, etc.
-Ahora entiendo mi señor, como todos no caben en la iglesia, celebran las comuniones en esta explanada y hacen sus rezos con la música de la tabla de multiplicar, de paso también fiesta del botellón.
-Extraña comunión la de este oleaje humano, Sancho.
-Mire mi señor, que por el mismo precio aprovechan para hacerse los primeros bautizos, con esas botellas, como manda la santa madre Iglesia.
Y, de pronto suena el chupinazo, cientos de botellas se descorchan, llueve champán, zurracapote, cerveza y otras lisonjas sobre estos caballeros, el griterío es atronador, como los movimientos de los celebradores.
-Mi señor, parece que tendremos fuerte marejada a gran oleaje, que esta marea ya, nos lleva a deriva.
-Como podéis observar Sancho, una a una se han sumado estas gentes que, en su totalidad su fuerza nos vence como una riada, pero el arquitecto sin duda dibujo los caminos y paradas, veamos donde nos lleva y si advertimos peligros, el improvisar con rapidez la afrenta.
-Si si, aprovechemos la fuerza de esa riada, cojamos la diagonal, pues la mejor contracorriente y siendo de locos, es seguirla que aprovechando el empuje sorteamos el margen derecho o izquierdo de ese río y con su riada, evitando los auxilios del boca a boca con la de enfermedades que hay contagiosas, mi señor.
Y, en ese transcurrir de calles cuando el sol peinaba la tarde, desde uno de aquellos bares se oye….
-¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡¡¡GOOOL DE ESPAÑA!!! ¡¡¡GOOOOOOOOOOL DE PUYOOOOOOOOOOOOOL!!!
El personal da gritos de alegría, tanto que se suben al caballo de Rocinante y al burro, acompañando a sus veteranos jinetes, curiosamente dos californianos que vienen cada año a pasar estas fiestas, poniéndose de pie en los equinos y arrojándose al personal en plancha y así un rato largo sin poder evitarlo, fueron invitados a beber tanto a D.Quijote como a Sancho, todo era una locura, pero supieron guardar la compostura hasta el día siguiente en la carrera de los encierros. Detrás de una de aquellas barreras, en la calle estafeta estaban posicionados y sobre sus equinos D.Quijote y Sancho que, ven como un grupo de aquellos jóvenes y otros no tanto que hacían su primera comunión, compraban el periódico, después lo liaban y comprimían dirigiéndose calle arriba.
-Mi señor, ¿Qué pensáis que estos comuneros piensan de hacer con esos periódicos?
-Sancho, como veis son de esta vida disciplinados y con esos periódicos que han comprimido y compactado por una sarta de mentiras en sus páginas imprimadas que, se las harán tragar a un grupo de políticos que cerca estén merodeando.
Y, minutos después suena un cohete, un ligero silencio acompañado seguidamente de un tropel de carrera por los corredores del encierro calle abajo. D.Quijote y Sancho, en su sitio privilegiado montados en sus equinos y detrás de la barrera…..
-¡Mi señor! esos jóvenes vienen en tropel con sus periódicos calle abajo, parece que esos políticos no se andan con chiquitas, pues estos jóvenes van con el semblante miedoso y preocupados.
-Así es Sancho, y fijaos bien quienes son sus perseguidores, por un encantamiento maléfico van disfrazados de toros.
-Y, ¡que cuernos amenazantes, con caras de no perdonar las vidas!
Ya, lejos de allí…….
-Mi señor, ese Don Fermín tiene que ser un buen sindicalista, por los seguidores y cánticos y plegarias de todos los comunioneros.
-Sancho, si no recuerdo mal, este señor Fermín también es de madera.
(“Dedicado a mi padre, se marchó con la primavera” ……..desde esa otra dimensión envíame señales para seguir navegando en esta )