Tras pasar en una larga caminata, dos centauros bien armados, mas sujetos a su silla y albarda, adentraron se en tierras de castilla, concretamente en la hermana Soria, pues tal velocidad e inercia hallaron casi fuera de esta provincia, no sin antes pasar por lo que se denomina las ruinas de Numancia. Caballero hidalgo bajó de su Rocinante bien cansado y, invitó a su escudero a que le siguiese en ceremonia. Y con rodilla en tierra, arranca un puñado de tierra con su mano derecha dirigiéndose a su escudero.
-Sancho, fija os en esta tierra yerma, ¡tocad la con vuestras manos! y decid me que no estáis sordo, ahora que tenéis la oportunidad de oírle sus lamentos aquí escritos en otros tiempos.
-Que no es de sordera, la que sufra yo mi señor, si no mas bien que, dándonos un baño de pascuas a ramos, en mis oídos estén de sembrar las patatas para recogida en verano.
-En esta Numancia hace dos mil años, sus ciudadanos mostraron valentías y la mas alta resistencia al maremotum romano. Imperio que acumuló todas las experiencias en batallas y guerras, como tecnologías y la sociología recogidas en pergaminos, que el ser tan bien ordenados para un buen fin intencionado.
-Determino mi señor, que de por esas de tecnologías sicológicas, aquellos ciudadanos no quedase ninguno para contarlo.
-Buena determinación Sancho, pero parte de esa historia la escriben los vencedores, de costumbres les viene las informaciones acumuladas en pergaminos. Que dicha información mas tarde, el Emperador Justiniano cediese a la iglesia de los cristianos, siendo estos últimos en occidente quienes escribieran la historia a capricho convenido.
-De los libros sois mi señor bien leído, que yo no tenga razones ni mas argumentos, que para saber cuando suena mi barriga, la lengua se me quede seca y llevemos encima mas resiembra que la de un palo en gallinero.
Saliendo de aquella zona, en dicha carretera a mano izquierda divisaron un dinosaurio echo de hormigón. Las dimensiones eran tan grandes que dos horas se quedaron inmovilizados sin quitarle ojo, no por ello los sudores y lo que arrastraban se quedaban quietos. Un lugareño que pasaba por el lugar, al verlos inquietos y con indumentaria conocida les pregunta.
-¿Que? ¿les gusta el animalejo echo de cemento?
Sancho, se adelanta interrumpiendo el protocolo.
-¡Buen señor paseante! ¿El artista que a posado para tal figura vive por destos andurriales?
-Bueno, en tiempos de maría castaña, estas tierras ellos si que las dominaban, ahora mismo están desaparecidos.
A lo que Don quijote añade y dice.
-Ya me parecía a mi, que algo de personalidad le falta a esa cara de lagarto. Para verlo desde tan lejos y retratarlo.
Resuelto este pequeño entuerto, decidieron cambiar de dirección, no por precaución, si no más bien seguir un poco la dirección del sol, ganarle unos minutos de luz al día, pues aún eran las once del medio día. Se adentraron en una muy buena sierra, tierra de abundantes y diferentes especies de árboles que pugnan por el espacio y que están delimitados por la altitud. Entre ellas está el haya, que crea un cerrado soto bosque y crece a altitudes relativa mente bajas que comparte con el pino albar, que es el rey del territorio y forma grandes bosques. El roble albar, el abedul y el álamo temblón, en definitiva fueron a parar hasta la "laguna negra", divisando se agua cristalina en sus bordes y orillas, como contrapunto hacia el centro se percibía la oscuridad del mismo averno.
-Mi señor, otro milagro de la naturaleza que nos viene a las manos, aligere monos bien la carga que nos cubre el pecho, espalda y demás piel reclama.
Mientras sus rocines mojaban sus cascos y bebían de ese agua cristalina, Don Quijote rodilla en agua, brazos abiertos y mirando al escenario de las estrellas...
-¡Aaaah, quietud de agua calma!
¡Espejo de los mensajes quietos!
¡Caídas de lágrimas de la luna!
¡Espejo del sol donde peina sus rayos!
¡Ladrona del alma de los poetas!
¡Cárcel de los cuatro puntos cardinales!
¡Gobernadora de la voluntad del joven Narciso!
¡¡¡Despierta la sensibilidad al mundo entero, que con los ojos abiertos dan pasos de ciego!!!
Mientras tanto, Sancho se había agenciado un puñado de plantas aromáticas y sentado cubierto de agua hasta el ombligo, frota que te frota. Lugar de paseo y turismo que las personas disfrutaban los fines de semana, fijando su atención en dichos personajes.
"Laaaago neeegro"
"laaaago blaaanco"
"paatitoo chaapurrea"
"paatitoo ne laagua"
Evidente mente, el baño esta prohibido, pero la escena de estos dos personajes que allí al personal visitante les pilla de improviso, aprovecharon para disparar sus cámaras fotográficas como si se tratasen de animales en extinción.
-Mi señor, que de gente mas rara, que se aglomera en grupo cerrando un ojo y escondiéndose el otro detrás de una lata de anchoas.
-Sancho, es posible que quieran atrapar con sus ojos ciegos, lo que nosotros impregnamos con los nuestros abiertos.
-Pues yo, me impregnado de bien con los abiertos y los cerrados, destas hierbas en estos andurriales, de los pies a la cabeza, que mas razón tengan ahora de llamarle laguna negra.
Alejaron se de allí en sus rocines, ignorando que los de medio ambiente iban a buscarlos.
8 comentarios:
Pues sí que lo son, a punto de extinguirse como sigan así...
Mi beso
Sara.M, la ingrata comunidad de valores de este mundo les mantiene en pie...O, inversamente proporcionales a la justicia o injusticia, su estancia en esta tierra.
Y, el mio.
Me maravilla este Quijote tuyo, del que siempre haces la moraleja oportuna amigo Terry. Como buen hidalgo,siempre a punto de ir contra la injusticia.
Un abrazo.
Pues me lo he pasado muy bien acompañando al querido hidalgo y su escudero, por la Laguna Negra.
Gracias, Terry.
Muy oportuna y graciosa la pregunta de Sancho sobre el dinosaurio, jejeje.
Esperemos que estos dos no se extingan nunca.
Un saludo, amigo.
Gracias Cristal, sirva esta nuestra literatura para mejorar aunque sea en intenciones.
Besos.
La verdad Antonio es, que los he convertido a estos personajes en unos oportunistas, teniendo en cuenta que nuestras costumbres en 4 siglos y medio no han cambiado mucho.
Un abrazo.
Amigo terry: Gracias a su amable visita tengo la suerte de haber dado con su blog y con esta maravillosa prolongación de tan amados personájes. Un placer su lectura y me llevo además la grata sensación de estar viviendo en la misma época y circunstancias que estos mágnificos caballeros, lo que no es poco privilegio este, que nos regala la buena literatura.
Un abrazo cordial.
Extraordinaria idea.
Qué buena.
Me ha gustado mucho.
Es un homenaje y a la vez una herramienta magnífica.
Saludos.
Gracias Foguel: Son las maravillosas palabras de nuestra universal literatura, las que nos acercan a un buen entendimiento, siempre fuente de riqueza del ser humano. Los ignorantes se harán esclavos del poder y su dinero.
Un abrazo.
Toro Salvaje: Desde aquí te saludo y, tambien al espíritu Manitú, Nube Blanca, Toro sentado, Jerónimo y un largo etc, que con sus plumas de tinta roja, escribieron en prosa y verso, el verdadero amor que se siembra en las praderas.
Un Abrazo.
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