"EL TEOLOGO"

-Más al sur de Francia, concretamente a este lado del pirineo, donde no se celebran concilios ni Trentos, cerca de Burgos; -Estando mi abuelo descansando encima de una piedra, con la boina calada hasta las orejas, con sus manos callosas, porque no usaba “nívea” y, su pitillo celtas cortos, apagado entre sus dedos (como la canción). –Alguien se le acercó por detrás y, le toco el hombro- -Mi abuelo dijo-; -¡Quien va! – -Y este le responde, con un saludo apenas entendible y dijo; -Yo soy “El hombre de Ata puerca” (nuestro teólogo). Apenas entendible pero como cerca de allí nació el castellano, tenía una poca ventaja.

-Este señor tenía una sola ceja, el mentón muy pronunciado, apenas si se le veía la piel con tanto pelo. –Mi abuelo le dijo; -¡Y en qué le puedo servir!- -El hombre de Ata puerca le respondió-, -Mire usted, ahora mismo todas las razas de colores, tienen sus religiones,….su cielo….su infierno y, a nosotros nos niegan nuestra existencia, nuestros sentimientos. –Mi abuelo le respondió-, -Mire usted, eso tendrá que denunciarlo en un juzgado. –Muy bien y gracias, este hombre con cara de lunes, le respondió y se marcho decidido a demandar el histórico injusto.

-Cuando este hombre, entro en la gran urbe, fue apresado, encerrado en una amplia jaula. Se hizo famoso, al paso del tiempo su pelo se volvió blanco, tuvo millares de visitantes, millones quizás y hasta le habían puesto nombre “Copito de Nieve” - Cuando los visitantes se le acercaban y le daban un plátano,……..este se les quedaba mirando fijamente, con mirada que desnuda el alma,…..mirada que decía ¿En qué lugar de la reja se encuentra el animal? -Y allá, en el atardecer, donde las olas golpean las rocas, donde se dibujan las sirenas, se oyó una voz (SÓCRATES) -Yo soy lo más parecido a ti.