miércoles, 28 de julio de 2010

REGRESO A LA CORDURA cap 55



El reloj entona los tiempos y, las estancias en los senderos madurando cada cual su fruto, que de este fluyen los pasatiempos adornando a este par de caminantes con su rumbo a alguna parte. Pero el comportamiento de D.Quijote, empieza a resultarle extraño a Sancho, que atravesando el puerto de piqueras con dirección sur y camino de pinares, observa, que la postura de D.Quijote sobre Rocinante ya no es tan erguida y desafiante.

-Mi señor, ¿tenéis alguna dolencia que vuestros humores sean de mirar fijos a la tierra? ¿Acaso os resulta penoso el juego de las hormigas donde ponéis vuestra mirada fija?

-Sancho, os seguiré llamando así, y, tengo que deciros que volvemos a la tierra que nos vio nacer, que vuestra fidelidad y humildad en este tiempo yo, como loco os había prometido, ser gobernador de una ínsula, ahora que me creo cuerdo sois merecedores de de gobernar todo un reino (frases cogidas con permiso de Cervantes). Tengo que deciros y os seguiré llamando Sancho que, desde un principio me negué a tomar fármacos, debido a mis depresiones y mi esquizofrenia, tanto que decidí arreglar los entuertos del mundo entero y, es de locos, dos locos arreglar lo que duele a muchos y encontrar a la sin par Dulcinea. Tenemos que volver a nuestra tierra y, antes pasarnos por la tienda de souvenir y antigüedades de Toledo para devolverle esta magullada armadura, hasta pagársela entera por los sacrificios en los caminos, luego tenemos que devolver estos bondadosos equinos a aquella casa de alquiler, que con buen porvenir alarguemos sus paseos por toda clase de senderos. Como os iba diciendo, me negué a tomar fármacos, en otras palabras, si entendemos la enfermedad mental como una merma de la autonomía individual, todo aquello que ayude a fomentar esa autonomía actuará contra la enfermedad. Pero, ¿Qué tipo de autonomía puede conseguirse con un puñado de de cajas de medicamentos y una pensión (dado el caso de que fuera concebida) que en ocasiones no llega a los 400 euros? Y aquí se desvela el gran problema de las familias, que frecuentemente tienen que hacerse cargo del mantenimiento del psiquiatrizado. Si se cronifica una situación mediante la ingesta sistemática de psicofármacos, sin ningún tipo de intervención real y efectiva en los problemas que viven los pacientes, si se les niega un subsidio que realmente les garantice la subsistencia…¿Cómo tirar para adelante? Los psiquiátricos fueron cambiados por la química de los medicamentos, pero el problema nunca fue afrontado de raíz. ¿Por qué? Simplemente por que ese al que llaman “enfermo mental” no significa absolutamente nada para el sistema. El fallo es estructural, en un mundo que se rige exclusivamente por los criterios de la economía, el desviado, el loco, no pasara nunca de ser un error, un elemento que debe situarse al margen de la comunidad y el mercado. El único interés que realmente podemos suscitar los psiquiatrizados es el que despierta nuestra capacidad para engullir fármacos. Por lo general no solemos ser buenos trabajadores ni grandes consumidores, y somos lo suficientemente pocos como para que nuestra capacidad de voto que mayoritariamente, y con mejor criterio que la sociedad “sana” no solemos ejercer, valga algo.

-Yo también os seguiré llamando D.Quijote, y también tengo que contaros la causa de compartir con vos estas aventuras.

-Perdona Sancho, tengo que seguir el hilo de la madeja para no perderme y me coja el toro minotauro como hizo Teseo en la antigua Grecia……. como os iba diciendo, sabemos que estas afirmaciones son desoladoras, pero al menos son honestas y sinceras, la situación de los sujetos diagnosticados con enfermedad mental en el seno de una sociedad en la que todo se organiza alrededor del dinero siempre será penosa. Y en el caso de que se decida arañar al Estado algún tipo de reforma y ayuda, si lo que se busca es el beneficio del paciente y la mejora de sus condiciones de vida , nunca se debe pasar por pedir a un juez que la policía le obligue a tomar pastillas por la fuerza. Parece mentira que una perogrullada de tal calibre se nos ocurra a nosotros, pobres desviados de la norma y tarados mentales, antes que a toda esa gente inteligentísima y bondadosa que dice velar por nuestros intereses. Ahora bien, la gente que aún no ha perdido el velo de la ingenuidad y que todavía cree que este es “el mejor de los mundos posibles” preguntará: ¿Cómo puede una sociedad que se proclama a viva voz democrática y garante de libertades, permitir la anestesia química y el abandono de quienes sufren mentalmente? Muy sencillo: buscando una coartada, asumiendo como propia una teoría que la exculpe de manera definitiva de todos sus errores y males. Si quien sufre no lo hace porque este mundo en inhabitable, sino porque tiene un desajuste bioquímico y se descubre alguna sustancia para subsanarlo, el problema habrá quedado prácticamente resuelto. Si además disponemos de “algo” en nuestros genes que nos empuja hacia la depresión o el delirio, la culpa recaerá en la naturaleza y no en una sociedad que ha hecho de la existencia un tiempo muerto en el que los hombres y las mujeres no deciden prácticamente nada sobre sus condiciones de existencia. En términos pedantes, esta teoría se llama biologicismo, y en el campo de la psiquiatría, que es el que nos ocupa, psiquiatría biologicista, y viene ha decir que lo que les pasa a nuestras escacharradas cabezas nunca tiene nada que ver con nuestra infancia, nuestras relaciones, nuestros miedos, nuestros asquerosos trabajos o nuestras casas de mierda. Se trata pues de una lotería… en el caso de la esquizofrenia, ese maldito 1%. Tu enfermedad, tu dolor, se debe de manera exclusiva a una cuestión de probabilidad; ser uno entre cien. Y, ahora Sancho bien nos vendrá tomar un trago, parando en esa fuente que llaman Rotaria, que me he quedado seco el gaznate.

-Bien vendrá para que beban nuestros animales y, poder contarte este que decidió llamarse Sancho, el motivo de compartir estas aventuras y que no me arrepiento. Verás, como bien sabes tengo una familia, y un día notándome un bulto en el pecho fui al medico, el diagnostico final fue cáncer de mama, muy extendido y con escasas esperanzas de cura por lo avanzado y lo desgarrador que resulta este tipo de cáncer en los hombres, aún recuerdo como esperando mi cita en admisión, una enfermera sin mirarme a la cara, me preguntó cuando tuve por última vez la regla. Calculado el tiempo que me quedaba en esta tierra, decidí conocer parte de España, hasta de arreglar entuertos con usted, con permiso de la familia, de tal forma que me sentí ser el personaje de Sancho y yo a usted lo he visto como al mismísimo Don Quijote de la Mancha y, con esa premisa me despediré de este mundo.

-Me parece haberte visto en televisión contando tu caso Sancho.

-Así es Maestro, fue una forma de saludar a todas las personas conocidas y enviarles un fuerte abrazo.

Y, así, el resto del camino que les llevaba a sus estancias, sobre el cielo, en la despedida del sol, algunas nubes salteadas, una de ellas sonreía, era la viva imagen de Miguel de Cervantes, fundiéndose esta imagen en el horizonte junto con D.Quijote, Sancho, Rocinante y Asno.




Aquí, termina esta aventura, que con todo el cariño del mundo, dedico a todos mis lectores.




martes, 6 de julio de 2010

DON FERMÍN cap 54



Siguiendo la ruta jacobea, de oeste a este, estos incansables peregrinos se acercan a la comunidad de Navarra, justo el día de San Fermín, observan como cientos de personas se dirigen a un mismo lugar, plaza del Ayuntamiento, D.Quijote y Sancho con sus equinos se ven arrastrados por la gran marea de masa humana.

-¡Mi señor! Estas gentes, bien mayorcitas han decidido celebrar sus primeras comuniones y, por un pañuelo rojo al cuello hayan cambiado por penitencia el rosario.

-Sancho, donde se dirigen estas gentes, nos resolverá la gran novedad de esta ola humana.

En pocos minutos se vieron en medio de la plaza del Ayuntamiento, eran de los pocos que sobresalían montados sobre sus equinos del resto de la muchedumbre, que de pronto todos irrumpieron a cantar.

“¡¡¡¡ Uno de enero”

“Dos de febrero”

“Tres de marzo”

“Cuatro de abril”

“Cinco de mayo”

“Seis de junio”

“Siete de julio San Fermín !!!!……… y un largo etc, etc.

-Ahora entiendo mi señor, como todos no caben en la iglesia, celebran las comuniones en esta explanada y hacen sus rezos con la música de la tabla de multiplicar, de paso también fiesta del botellón.

-Extraña comunión la de este oleaje humano, Sancho.

-Mire mi señor, que por el mismo precio aprovechan para hacerse los primeros bautizos, con esas botellas, como manda la santa madre Iglesia.

Y, de pronto suena el chupinazo, cientos de botellas se descorchan, llueve champán, zurracapote, cerveza y otras lisonjas sobre estos caballeros, el griterío es atronador, como los movimientos de los celebradores.

-Mi señor, parece que tendremos fuerte marejada a gran oleaje, que esta marea ya, nos lleva a deriva.

-Como podéis observar Sancho, una a una se han sumado estas gentes que, en su totalidad su fuerza nos vence como una riada, pero el arquitecto sin duda dibujo los caminos y paradas, veamos donde nos lleva y si advertimos peligros, el improvisar con rapidez la afrenta.

-Si si, aprovechemos la fuerza de esa riada, cojamos la diagonal, pues la mejor contracorriente y siendo de locos, es seguirla que aprovechando el empuje sorteamos el margen derecho o izquierdo de ese río y con su riada, evitando los auxilios del boca a boca con la de enfermedades que hay contagiosas, mi señor.

Y, en ese transcurrir de calles cuando el sol peinaba la tarde, desde uno de aquellos bares se oye….

-¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡¡¡GOOOL DE ESPAÑA!!! ¡¡¡GOOOOOOOOOOL DE PUYOOOOOOOOOOOOOL!!!

El personal da gritos de alegría, tanto que se suben al caballo de Rocinante y al burro, acompañando a sus veteranos jinetes, curiosamente dos californianos que vienen cada año a pasar estas fiestas, poniéndose de pie en los equinos y arrojándose al personal en plancha y así un rato largo sin poder evitarlo, fueron invitados a beber tanto a D.Quijote como a Sancho, todo era una locura, pero supieron guardar la compostura hasta el día siguiente en la carrera de los encierros. Detrás de una de aquellas barreras, en la calle estafeta estaban posicionados y sobre sus equinos D.Quijote y Sancho que, ven como un grupo de aquellos jóvenes y otros no tanto que hacían su primera comunión, compraban el periódico, después lo liaban y comprimían dirigiéndose calle arriba.

-Mi señor, ¿Qué pensáis que estos comuneros piensan de hacer con esos periódicos?

-Sancho, como veis son de esta vida disciplinados y con esos periódicos que han comprimido y compactado por una sarta de mentiras en sus páginas imprimadas que, se las harán tragar a un grupo de políticos que cerca estén merodeando.

Y, minutos después suena un cohete, un ligero silencio acompañado seguidamente de un tropel de carrera por los corredores del encierro calle abajo. D.Quijote y Sancho, en su sitio privilegiado montados en sus equinos y detrás de la barrera…..

-¡Mi señor! esos jóvenes vienen en tropel con sus periódicos calle abajo, parece que esos políticos no se andan con chiquitas, pues estos jóvenes van con el semblante miedoso y preocupados.

-Así es Sancho, y fijaos bien quienes son sus perseguidores, por un encantamiento maléfico van disfrazados de toros.

-Y, ¡que cuernos amenazantes, con caras de no perdonar las vidas!

Ya, lejos de allí…….

-Mi señor, ese Don Fermín tiene que ser un buen sindicalista, por los seguidores y cánticos y plegarias de todos los comunioneros.

-Sancho, si no recuerdo mal, este señor Fermín también es de madera.

(“Dedicado a mi padre, se marchó con la primavera” ……..desde esa otra dimensión envíame señales para seguir navegando en esta )




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