FIESTA REPETIDA

Anoche, un día más de fiestas en esta localidad que resido, tierras riojanas, seguramente antes no lo hube mencionado y mi origen andaluz, puede que no importase demasiado, ya sea, el origen, lugar donde pace este homínido, sino más bien los hechos que transcribo les considerase como un final interesante. Paseando esta mañana por los lugares de la fiesta, veo el testigo que gente más joven que yo, ha depositado en aceras, parques y jardines, montones de plástico, semivacíos, vacios, seguramente han sido testigos de conversaciones hechas de molde, como de molde se hacen los vasos que combinan el alcohol con esa ruleta rusa, que nunca nos toca y, si lo hace nadie ha venido a contarlo.

Siempre me digo lo mismo, si este potencial de jóvenes le diera un poquito, solo un poquito por la lectura, de sus zapatos saldrían raíces, adentrándose incluso atreves de las rocas, rocas enquistadas en los caminos que nublan la vista, pero que muy a pesar de ello, se deberían ignorar, como la ballena ignora las lapas de su piel, lee la frecuencia y, paginas de las olas para asegurar su destino. Es por eso que en lo poco que yo he leído, he hilvanado un mensaje siempre repetido, desde la clásica Grecia, gracias a los árabes Andaluces, la humildad de Cervantes y la libre interpretación de los escritores del siglo IXX, generación del 27 y otros, pero desgraciadamente, paralelamente casualidades de un terreno abonado con alevosía, maneja bien la manada, que la contradice, sodomiza y elige a dedo quienes son los mejores representantes de su destino.

Si gobiernan los unos, el ataque lo recibimos a estribor, si gobiernan los otros el ataque es a babor, es, precisamente ese pescado escaso duro de conseguir, vivo no vale nada, en la red tiene el valor del sudor del pescador, pero en las grandes superficies estando mucho más muerto, dicho pescado multiplica su precio. Por ello digo, que esta juventud si sigue dormida en el sueño más largo del pescado, como manadas y bien ordenado, aportará los mejores beneficios a los almirantes de la marina en tierra, sin riesgo de que se los lleve la marea, porque no suben a ningún barco, las leyes del libre comercio corren viento a su favor, cualesquiera que sea la orientación de dicho viento en los cuatro puntos cardinales. ¡¡¡¡ Me cachen la mar!!!! -, pero si yo estaba paseando por el parque y plazoleta, tan tranquilo, bueno seguramente, otro día pasearé por el mismo lugar, no habrá testigo de dicha fiesta, algún cartel de anuncio medio roto de actuación de verbena, en dicha verbena bailaron todos el paso doblero del Euribor, si, otro día todo será normalito, la orientación de las calles y sus manzanas recalificadas de precio, mostraran la tranquilidad y parsimonia que unos días de fiesta acentuaron unos chavales que dicen saben divertirse.