miércoles, 8 de abril de 2009

LA FIESTA DE LOS ESPINOS cap 31





Como saltamontes en busca de su grano, como las cigarras que frotan sus alas, estos dos caminantes, medio perdidos, medio encontrados con ellos mismos, con las herraduras que protegen cascos y almas por tierras riojanas, aparecen por la localidad de San Millán de la Cogolla, concretamente en el monasterio de Suso. Donde según cuentan las leyendas, un monje ermitaño, de cuya localidad lleva el mismo nombre, parió nuestro castellano, parto que sin duda dio a luz después de los dolores, lo cual pudiera igualar a la mismísima Santa María, manteniéndose este singular monje, virgen después de concebir su hijo "el castellano".

-Que de valle mas bonito mi señor, se nos presenta en destas tierras.

-Sancho, la madre naturaleza que es generosa escribe sus propias caligrafías y dibujos en los surcos de la tierra.

-Si, mi señor, que tiene de generosa, que es la época de la recogida del rábano y rabanillos que de ricos están con unas buenas migas de pan y de sofríto del ajillo.

Como si del mismo medievo se tratase, estos intrépidos galopantes, aparcaron al singular pollino y a su inseparable Rocinante. Justo a la entrada del monasterio de Suso, donde en otros tiempos, el tal San Millán afinase las plumas de las soberanas gallinas y calamares en su tinta, para deleite de los castellanos-parlantes, máxime reunión que se haya denominado este lugar patrimonio de la humanidad. Dos monjes se dirigieron al encuentro de estos fantásticos caminantes.

-Muy buenos días tengan ustedes...¿Pero, no han leído el cartel anunciador que dice que está prohibido subir con automoviles y, que hay que hacerlo andando?

-Perdonen vuestras mercedes, que ande este caballo, o que ande su caballero andante, monte tanto, tanto monte como Isabel y Fernando, pues fieles mi caballo Rocinante y yo somos en el pensamiento...¿Y, de que orden o cofradia son ustedes que les venga tanto recelo?

-Somos los Agustinos de Recoletos...Servimos a dios cristo y a hombres de buena voluntad.

-Muestren esa buena voluntad a este caballero y su fiel escudero, resolvedores de entuertos, que la providencia se muestre generosa a sus necesidades para que se esgrimen en fuerza y la debilidad se aleje como el rabo del perro entre sus patas.

-¿Tienen hambre ustedes?

-Si, Agustinos, que mi señor se expresa en maneras y a mi la tripa en tormentas y nubarrones.

Aquellos monjes se quedaron impresionados, con las formas en expresión de este hidalgo caballero y, en compañía de Sancho su escudero. Camino a la despensa, estos dos monjes se preguntaban por separado si, aquello había sido una alucinación o aparición, como las innumerables apariciones marianas que ellos veneraban. Y dándoles unos bocadillos, Don Quijote y su escudero se alejaron dándole las gracias a este par de ermitaños.

-Mi señor, que de bocadillo de chorizo tan rico, que hace que me sienta agustín, que sea de muy buena recolecta los criados cerdos y que de ahí les venga el nombre de Agustinos de Recoletos.

-Sancho, se ha de perseguir el buen fin para justas causas, los nombres por si solos, no dan soluciones.

Entre dos luces aparecen en Logroño capital, plena celebración de semana santa "Jueves Santo". La "Calle Mayor" abarrotada a ambos lados de los portales, muy diferente a aquella otra película que con el mismo nombre de esta calle, aquí se rodó. Un cristo nazareno sobre una plataforma, una cruz llevaba a cuestas y demás adornos de corona con sus espinas y cara ensangrentada con mirada baja. Don Quijote y Sancho atravesaron por una calle paralela "Laurel" calle de tapeo que en ese momento estaba vacía. Adentraronse hasta la Calle Mayor en culla maresma protocolaria de autoridades y banda de música con sus ciudadanos expectantes, muy impresionado queda Don Quijote montado en su caballo, viendo a un señor sangrando en tal escenario.

-¡Sancho! ¡Que me pierdan los diablos! ¡cuan cobardes se muestran estas gentes y disfrutando de sus sufrimientos de un hombre atado soportando el peso de un madero!

-Hay, mi señor que de esto me huele mal, que son muchas gentes quienes lo consienten.

Hincando las espuelas Don Quijote a su amado rocín, se dirige hacia el hombre presumible indefenso, que al oír el estruendo de los gritos de este caballero, abrieron paso las gentes viendo lo que se les venia encima, dejando paso hacia la imagen del nazareno.

-¡¡¡COBARDES FARISEOS!!! ¡¡¡DETENED ESTE JUICIO, QUE JURO POR EL SOL NACIENTE CON VUESTRA SANGRE ADORNAR MI ESPADA!!!

Subiose de un brinco desde su caballo a esta plataforma y escenario con espada en mano. Un silencio sepulcral se produjo en ese instante.

-¡Buen señor! ¿De que os acusan estos infames silenciosos, que solo hablan con la música de su banda? ¿Que tan horrendo crimen habéis cometido, para que sacien sus iras con esas espinas y el peso de ese madero?

-Mi seeeeñor, desto me huele mal, baje se de ahí.

Don quijote, quitó parte de las espinas, clavandoseles algunas de ellas, intentó quitar el madero, pero una buena tornilleria se lo impedía y.

-¡¡¡Responde hombre de los sufrimientos, que os habéis quedado como una piedra!!!

-Mi señor, baje se de ahí, que ese señor está embalsamado, para que dure tiempo y no haya que reponerlo, no vaya usted mi señor a ser su sucesor.

El concejal de festejos no daba crédito a lo que veían sus ojos, igualmente el hermano cofrade quedando se para un largo tiempo perplejo. Mientras tanto la policía municipal de servicio, que mejor momento para demostrar su eficacia al mundo entero. Agarraron de los tobillos al hidalgo caballero, haciéndole caer en la plataforma o escenario, desde dicho escenario, lo tiraron al suelo sonando su armadura oxidada como las cace-roladas en plena crisis de la pampa, se vuelve a levantar, de nuevo le tiran al suelo, lo sacan a rastras de esa calle, Sancho les dice basta, que como un remolino, a el tambien le pilla en la refriega, sacados a un apartado, un coche patrulla los lleva a comisaria donde pasan en calabozo la noche.

-Ay, ay, mi señor, que ya le avisé de que me olia mal, que estas heridas que sufre mi señor, están en el numero de caídas y las porras agresivas, mas con las espinas de regalo que le regaló el hombre embalsamado.

-Digno y humano es Sancho, prestar auxilio al desfallecido, al inocente condenado...Muchos sufrieron en paredones, la cobardía de las masas, de los fariseos, de la ignorancia...Bla, bla, bla, blas.

13 comentarios:

cristal00k dijo...

Y eso, es lo que acostumbra a pasar, a los que sin dudar, ayudan en las dificultades... aunque la información acostumbra a ser básica para no meter la pata jeje!
Muy propia de la época tu entrada, amigo Terry.
Un abrazo.

SraM. dijo...

Con cruz o sin ella, son siempre los mismos los que reparten leña.
Un besito.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Algunas personas cegadas por ayudar, nos herimos a nosotras mismas. A veces sin preguntar que es lo que necesita el otro.
BEsos y feliz Semana Santa.

terry dijo...

Cristal, muy buena observación por tu parte y, teniendo esa información tenemos que preguntarnos que podemos hacer por mejorar este mundo individual mente...Dejar de ser masa podría ser una solución.

Besos.




Sara M, casi siempre son los mismos, los que se creen ser inteligentes , pero hay una neurona que no les evoluciona. Decía mi abuelo; Hay personas que arrascando se el ombligo necesitan mirarse lo al mismo tiempo, por que dudan si se arrascan el ombligo o los mismos huevos.

Besos sin leña.




Alas de Vida, creo que con solo el echo de ayudar, tiene que ser una satisfacción. Es posible que la impaciencia nos haga saltarnos el conocimiento de lo que los demás necesitan, pero la intención siempre es positiva.

Besos Alados.

TORO SALVAJE dijo...

Que pena me da siempre Don Quijote.
De verdad.

Saludos.

terry dijo...

Toro Salvaje, a lo largo de la historia hemos conocido muchos personajes que dan pena. Puede que se estén repitiendo parecidas circunstancias.

Saludos.

Antonio Martín Bardán dijo...

¡Por fin he aterrizado aquí, amigo Terry!
Es que estoy más liado que la pata de un romano, jeje.
Pero bueno, ¿cuándo le va a salir algo bien a nuestro querido hidalgo? Lo de desfacer entuertos va de fracaso en fracaso.
Dale una alegría al pobre Don Quijote, Terry, que creo que ya es hora de un respiro.
Te cuento que tuve un sueño de niño en el que intentaba hacer algo parecido, pero a mí no me arrestó la guardia ni nadie, ¡menudo era yo con la espada!
Lo que no recuerdo es el final del sueño, si es que lo hubo.

¡Don Quijote vencedor! ¡Sí señor!

Un saludo, Don Terry.

Anónimo dijo...

Buenas tardes querido Terry,

Estaba perdida en mis circunstancias, pero pasearme por la Península con tus adorables caballeros, me agrada y anima siempre, aunque la Semana Santa nunca ha sido santo de mi devoción, no dudo del valor cultural de todas estas manifestaciones y de devoción para los creyentes, pero no les he pillado nunca el punto.

Me quedo con tus nobles de corazón y de alma, especialmente, tu Quijote. Y sí, creo fervientemente que hay que ayudar, y más vale pecar de exceso que de defecto......aunque las consecuencas para tu Quijote, la verdad, deberían ser consideradas como un calvario emocional y en ocasiones físico.

Besos Terry, tantos como motivos hay para solidarizarnos y ayudarnos unos a otros. Un poquito de intención, un muchito de acción y un infinito de corazón.

terry dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
terry dijo...

Antonio, ya sabes que no tienes que dar expliaciones, esto no es una obligación, sino mas bien un intercambio cultural sin descuidar nuestras obligaciones y tiempo libre de vacaciones.

Es cierto, quiero darle una alegría a estos caminantes para que olviden las penas. Creo que cambiaste la espada por la pluma, haciendo las paces con aquel niño.

Saludos

terry dijo...

Meranfan,creo que no estabas perdida, sino, mas bien, reinando en tu feudo particular y respetable. Esta ultima aventura, la he relacionado con estas fechas festivas, buscando ese lado que muy pocos quieren ver. Estoy bastante alejado de esas creencias y por supuesto respeto a los creyentes.

Tus palabras son acogidas muy amablemente, tanto que Quijote y Sancho te lo agradecen de mil amores.

Besos.

Anónimo dijo...

Reencuentro con el ingenioso hidalgo (soneto): poema terriano nª1

Tiempo hace que reencontrarte quería,
amigo Terry, sin par narrador
de las aventuras todo candor
de la pareja que siempre la lía.

El vecino oye esta risa mía
cuando me zambullo en el humor
del fiel escudero y de su señor,
todo atrevimiento y gallardía.

Espero que de ahora en adelante
mis visitas sean más habituales
y que no haya nada que me espante.

Vale la pena superar los males,
de la pantalla ponerse delante
y gozar de relatos tan cabales.

Métrica:
TIEM-POHA-CE-QUE-REEN-CON-TRAR-TE-QUE-RI-A
A-MI-GO-TE-RRY-SIN-PAR-NA-RRA-DOR (+1)
DE-LAS-A-VEN-TU-RAS-TO-DO-CAN-DOR (+1)
DE-LA-PA-RE-JA-QUE-SIEM-PRE-LA-LÍ-A
EL-VE-CI-NO-O-YEES-TA-RI-SA-MÍ-A
CUAN-DO-ME-ZAM-BU-LLO-EN-EL-HU-MOR (+1)
AUN-QUEA-VE-CES-SU-FRA-CON-EL-DO-LOR (+1)
TO-DOA-TRE-VI-MIEN-TO-Y-GA-LLAR-DÍ-A
ES-PE-RO-QUE-DEA-HO-RAEN-A-DE-LAN-TE
MIS-VI-SI-TAS-SE-AN-MAS-HA-BI-TUA-LES
Y-QUE-NO-HA-YA-NA-DA-QUE-MES-PAN-TE
VA-LE-LA-PE-NA-SU-PE-RAR-LOS-MA-LES
DE-LA-PAN-TA-LLA-PO-NER-SE-DE-LAN-TE
Y-GO-ZAR-DE-RE-LA-TOS-TAN-CA-BA-LES

terry dijo...

Que mas puedo decirte Oderfla, agradecidos y contentos, mas que unas maracas estos aventureros. Se aprecia que eres un arquitecto de las letras, estudias tes con buena nota las tildes gramaticales que, aquí bien se notan.

Gracias Alfredo y un abrazo.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ