viernes, 13 de noviembre de 2009

ESCRITURA GRAVE cap 42








En una vieja nave y palomar, se había alojado nuestro hidalgo caballero, su nueva estancia por el momento. De muebles un colchón de paja, una mesa vieja barroca carcomida y, de compañera una silla. Con un brasero de carbón vegetal, que, el buen escudero Sancho le había procurado, más si cabe decir otro regalo que, le llevó. Un ordenador portátil que a su mujer le había tocado por puntos en el Carrefour.

-¿Que tal en su nueva estancia, mi señor?

-No me quejo Sancho, pero como bien sabes, de esta estancia yo, no soy propietario. Futuro incierto tengo como esas palomas suspendidas, en esos tirantes, a la espera de que sean devoradas por viles comadrejas.

-Mire lo que le traigo, que de me creo que le saque buen provecho, por que, aunque barato este piano, lo sea porque le falte su cola.

-Sancho veamos tal instrumento musical que, aunque se vea escaso en menudencias, sus principales notas hablaran a los ruiseñores, pidiéndoles las mejores disculpas si por tales oníricos sonidos se sintieran humillados.

-Ya, de le veo muy puesto en partituras que, de impaciencia estoy a rebosar.

Y, disponiendo sobre la vieja mesa el portátil ordenador como un libro abierto y sus teclas muy a la vista, D.Quijote se sienta en la mesa ejercitando los dedos como los deportistas en competición.


-¡Mirad Sancho! siguiendo este abecedario en el teclado, pondré nombre a la historia que quisiere contar o denunciar, que de seguro un entonado sonido musical acompañara.

-Pues, toque ya, que mis oídos ansiosos están de ser testigos deste piano sin cola.

La configuración de este portátil desarrollaba un tono musical en cada una de sus teclas, que lo primero que le vino en mente fue, siguiendo cada letra de los nombres de personas mas queridas y, después con los malvados enemigos. Al principio la música sonaba de lo más suave, más tarde resultaba roncona y decaída, hasta que se acabo la pila.

-Ya no suena mi señor.

-¿Que decís? yo, aún la oigo.

Tecleando sin descanso, con su música aparte, en su mundo particular y de todos.

-Sancho, hasta los sordos crean música ¿Como podéis decir que no oís?

-Ese aparatejo moderno, que no suena y bien limpios tengo los oídos.

-¡Mirad esas palomas allí arriba! ¡Que atentas y dispuestas!

-Si, atentas, si se le escapa algo del zurrón y, dispuestas a planear en vuelo para llenar el buche. Bien, me marcho mi señor, que tengo clases de baile particulares para mi curriculum devitae, aprovechando este tiempo de parado.

Don Quijote, siguió tecleando sin descanso, todos los nombres conocidos, desconocidos, haciendo frases con historias bien acabadas e inacabadas, escuchando su propia música, la que en su memoria cada letra le decía, dibujando las mil batallas hasta el amanecer. Minutos más tarde aquellas quinientas y pico palomas que pasaron su noche en aquella nave, dispusieron su vuelo en una dirección magnética de su inteligible gps, haciendo su vuelo sobre una autovia por la cual un coche de gran cilindrada había sobrepasado el doble de la velocidad permitida. Ese coche era el único que circulaba y, como aviones las palomas descendieron su vuelo para cruzarse en un punto con el loco conductor, que todas defecaron a escasos metros sobre su parabrisas, desconcertando al piloto, impidiéndole reaccionar con un giro inesperado de su volante, dando trece vueltas de campana. En la prensa aparece un articulo "Alcalde muere en accidente de tráfico" casualmente se había dado orden desde la fiscalía nacional, de su detención por malversación, cohecho y fuga de capitales a paraísos fiscales.
D.Quijote seguía tecleando partitura.

-He de conseguir la solución, melodía que dé descanso y paz en la tierra, como esas palomas que fueron a buscar su ramo de olivo..........Tras la caida del muro, de ambos lados se aunaron las mentiras, las verdades quedaron aletargadas.


4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

La música no suena, pero él aún la oye...
Es genial.
Sencillamente genial.

Saludos.

Antonio Martín Bardán dijo...

Es muy curiosa la mezcla, amigo Terry, de Don Quijote solo en su palomar tocando el portátil, como piano silencioso, y las palomas matando accidentalmente al señor alcalde corrupto...
Lo siento por el alcalde, pero me ha gustado ese azar.
Además de la música de Beethoven, claro.

Un abrazo.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

igual que muchas veces no hace falta mirar para ver...otras tantas no hace falta oir para escuchar....
Besos

terry dijo...

Toro, quizás sea todo, música y aparte frecuencias asociadas.

Saludos.



Antonio, la música, las palomas, el pianista. Todo un cóctel molotov explosivo para hacer un canto a la alegría.

Saludos.



Alas de Vida, como siempre haces cántico a la sensibilidad de las mariposas.

Besos.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ