jueves, 11 de diciembre de 2008

DE CORRIDAS POR LA ANDALUCIA cap 17





Amparándose en la gravedad de las manzanas, como de la misma forma descienden los ríos, estos caballeros andantes se disponen, a seguir el cauce del río guadalquivir, entre la preparada marcha, este caballero, da explicaciones a su fiel escudero.


-Este río guadalimar sin duda, Sancho, nos llevará hasta su padre Guadalquivir, camino de la medina Córdoba y la trianera Sevilla.
-Mi señor, no sabia que los ríos de tendrían de familia numerosa.
-Sancho, todos estos influyentes ríos se reunen con su padre, en este caso el Guadalquivir, allí reciben el cariño, todo depositado y devuelto a su padre, que este, en el colchón de los mares, muy enamorado de su madre, con los sofocones, caricias de las olas y haciendo el amor con el calor del sol, deja preñada a su madre, como el globo de Julio Verne. Mas tarde, donde da, la primera luz del sol, en la cima de las montañas, esta madre cariñosa parirá toda la placenta en aguas, estas criaturas hechas sin carne y hueso, solo oxigeno e hidrógeno, en descenso correrán al corre que te pillo, haciéndose mayores y nuevamente devolverle los cariños a su padre. Por eso os digo, que siguiendo a este hijo, sin duda nos llevará a nuestro destino.


-Cuanto sabéis mi señor.


Siguiendo el cauce derecho de este Guadalimar río, a unos mas que pocos kilómetros, se toparon con una rica huerta (Huerta Casa-blanca). Hortalizas regadas por unas aguas, procedente de una fuente natural en dicha finca, que en otros tiempos, perteneció a un noble romano y mas tarde los omeyas modificaron. Este dueto fueron recibidos con el máximo respeto por la familia que allí moraban.


-¡A las muy buenas tengan ustedes!.
-¡Hooola, caballeros!, ¿Que se les ofrece por estas tierras?
-Mire usted, sin animo de molestarles, nos dirigimos a las tierras de las sevillas y, siguiendo el cauce de este río, creo que vamos por buen camino.
-Si señor, este río les lleva al Guadalquivir y, siguiéndolo hasta Sevilla.


Dieron se cuenta, esta humilde familia de la situación de estos caminantes, que muy a pesar de los aperos de las ropas, despertaban mas nobleza que un traje con corbata. Que recibieron un pan de hogaza, tres tripas de chorizo, una de morcilla y otra de butifarra. Cuando agradecidos se prestaron a iniciar su marcha, uno de aquellos hijos del agricultor, se quedó pensativo viéndolos perderse en el horizonte, preguntándose, aquello a que obedece.


-Mira Sancho, ahí arriba en esa meseta, están diseminadas las ruinas de lo que hoy llaman Castillo de Santa Eufemia, que en otros tiempos mas remotos, el famoso Anibal, aquí contrajo matrimonio con la princesa Himilce.
-¡¿El de los elefantes mi señor?!.
-Si, el mismo que vestía y calzaba, que de estos elefantes aprendidos a esquiar, al cruzar los Alpes, de ahí les venga de trabajar en circos y variedades.


Próximos a la Sevilla, por circunvalaciones, rotondas, avenidas y kansas city.


-Mi señor por aquí se ven muchos chinos mandarinos con aparatos en las manos, que dan de mirar dentro, solo con un ojo, hasta que se cansan y, habrán venido por la ruta de la seda, con una muy buena despensa de mojama seca, pa atletismo de sus muelas sanas.
-Mi fiel escudero, no te niego que la ruta sea la de seda,,, pero Rocinante de pronto, lo observo muy talante, revoltoso y pendenciero, será mejor que me baje, ahora, que estamos en este hermoso parque.
-¡Mi señooor!, a su buen caballo le ha crecido la quinta pierna, que sin dudarlo a, que de buen seguro la culpa, la tiene aquella yegua que agarrada, esta, de su carreta, que le hace señas de cartas, enseñandole el remite con el rabo.


Entre el parque Maria luisa y la plaza España, ciertamente es parada de carretas, con sus correspondientes conductores y ahí que de una de ellas, tirada por una yegua, lo mas torda, por el arte de los instintos equinos, como y forma rápida que se despeinan las marañas de un peine, esta yegua se desprendió de el enganche y demás atalajes, corriendo hacia el encuentro de Rocinante en medio de la plaza España. Que turistas, japoneses y transeúntes allí mismo fijaron su mirada.


-¡Mirele, mirele mi señor!, como monta y remonta con empujes de las ofrecidas posaderas a lo mónaco que le de ofrece la yegua fresca.
-Si, Sancho, he de tranquilizar a su dueño, que con cara de pocos amigos se nos acerca.
-Buen señor de la taximetria equina, este acto del amor hermoso, en medio de la plaza España, epicentro de todas las provincias representa das, origen de un imperio, donde no se ponía el sol ni en madrugada, debeis sentiros orgulloso, pues este mi Rocinante, de pelo gris mas blanqueante, que de mi guia y certificados responden, como atestiguan, que mi Rocín, es del mismo linaje que el caballo alado Pegaso. Pues buen futuro os aguarda, de tener un futuro potrillo O, gemelos para la vuestra carroza taxi que, con su madre yegua sean trianeras.
-De seguro, muy buen taxímetro, por la remetidas, que serán gemelos e diperactivos.
-¡No interrumpáis Sancho!.


Este pobre conductor de carroza, se quedó sin palabras, pensaba en el chiste y la mofa, que sus compañeros de oficio en forma de traca le vendría en tromba. Minutos mas tarde, acabada la media faena de arremetidas, decide la yegua adentrarse en medio del parque Maria luisa, que con la arboleda tropical y sofocos, prestadas sus posaderas a lo monaco normablock, Rocinante se prestaba gustoso y una vez mas...Por casualidades de la vida, otra carrocita de cuatro ruedas y media, subida en ella una duquesa, tirando un gentil caballero, con gafas de sol redondas como las de John Lennon, se toparon con tal espectáculo. La duquesa miraba con cabeza inclinada hacia un lado con 45 grados de ángulo, e hizo un giro manteniendo el ángulo mirando a su caballero, con una mirada que lo dice todo, esa mirada informativa, acumulada por mas de 400 años y, que tuviese ella un centenar de caballos, pero como aquel número, nunca visto y envidiado, por causa de la dureza de la mojada mojama. Acabados los amoríos del romancero Rocinante, regresó al encuentro de estos aventureros.


-Mi señor, acordándome de los elefantes, de circo y de sus de variedades, he pasao mi sombrero entre los chinos mandarinos, que me lan llenao destos euros y he de pensao que nos podemos de ir al barrio Triana, pa tapeo de unas mojamas.
-Sancho, hoy sin duda es el santo de las mojamas...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial aventura. El toque de la visión de la Duquesa, divertidísimo. Un placer leerte. Enhorabuena, pues el estilo de escritura se me antoja difícil y muy arriesgado. Muchas gracias por permitirme un buen rato de lectura. Saludos Meranfan

terry dijo...

Muchisimas gracias Meranfan, por situaciones personales he podido sentir al gran personaje, no tan ficticio Don Quijote.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Espero que fueran agradables. En cualquier caso, si te permite escribir como lo haces, al menos algo positivo tuvo. Gracias a ti, por permitirnos leer abierto.

Anónimo dijo...

Impresionante. Me lo paso bomba. :)

Pero estás bondadoso, últimamente, Terry, con tus aventureros: hoy han llenado la panza, Rocinante ha ligado y más, y finalmente hasta han juntado una recaudación.

Pero está bien, está bien: el relato no bajó de nivel por ser sólo cómico. De hecho, me gustó especialmente, que ya les cogí cariño a los cuatro y un receso de tantas penurias era necesario.

¿Ahora hacia dónde? Mándalos en AVE a BCN (pasando por Madrid, qué remedio) a ver qué opinan de la Sagrada Familia y sus grúas perpetuas.

:)

Anónimo dijo...

Otra excelente historia... Siento a veces una mezcla de historieta cómica con personajes salidos de un libro de historia.

Una joyita su blog.

Saludos!!

Orlando.

terry dijo...

Meranfan, piensa por un momento en el autor Cervantes,la educación que recibió y como después se tropezó con la vida real.

Ordefla, son fechas señaladas, gracias nuevamente, estoy pensando por que camino nuevamente emprenderán.

Orlando, efectiva mente son los personajes salidos de un libro de historia, que me ayudan a contar una realidad actual un tanto cómica.

Abrazos, varios. Gracias nuevamente.

cristal00k dijo...

Este Quijote tuyo, al que no le falta de nada Terry, ni chinos mandarinos ni elefantes esquiadores, jeje!
Me encanta. A la espera quedo de la próxima aventura.
Un beso.

Antonio Martín Bardán dijo...

Gracias, Terry, por esta nueva entrega.
Me ha gustado el arte con que don Quijote calma y convence al de la 'taximetría equina'.
Bueno, y todo en general. Es un gozo leerte.

Un saludo.

terry dijo...

Cierto Cristal, a estos personajes no les falta de nada y, cuando están escasos aun lo tienen en su imaginación.

Antonio Castellon, este Quijote al igual que el de Cervantes, mantiene la elegancia o por lo menos lo intento, haciendo de sus locuras lo mas cerca a la tangente de lo razonable.

Besos,Abrazos, muchísimas gracias.

rossae dijo...

El Quijote en tus manos ha pasado a ser "otra joya" :)

Me apunto a unas mojamas!

Besos

terry dijo...

Gracias Rossae, la joya sois todas/os ustedes, yo solo soy vuestro espejo.

Besos.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ