jueves, 22 de enero de 2009

EL ULTIMO ZAPATO cap 24







"Por el camino verde"

"de camino verde"

"que va a la ermita"

"camino verdeeee..."

-Sancho, si esa hierba verde tiene oídos, sin duda, le cambiareis la letra, de haberla convertido en amarillenta y seca en vuestro estribillo.

-Mi señor, queda claro que, ni me den premios rancios, pero que a falta de goma de mascar, tarareo lejos de un jurado que, siempre será mejor pisar huevos con zapatos, que descalzos.

-Si es por falta de calzado, con que en intenciones pongáis cuidado, daros por perdonado, que de premeditados y alevosías llenas están las estanterías.

Siguiendo la linea de playa, fueron a parar a un restaurante en los limites de Murcia con Alicante, que dicho restaurante se llamaba "R. La Pradera" pararon allí, el aspecto rústico de la última aventura seguía, más cuando la linea de vida que este par de aventureros, en el tiempo leían temperaturas.

-Que bien huelen mis narices que, me dicen que no sean perdices, sino cordero asado con guarnición, patatas y bien adornado.

-Sancho, no os niego, sino afirmo que finos estáis en olores y de gustaciones. Hagamos un alto en el camino y, entremos en esta posada, repongamos fuerzas y alientos, pues como dijo el poeta, andando se hacen los caminos.

Dejando atados a sus rocines a dos ruedas de carreta de adorno en la entrada, más siendo hora de medio día, el dueño del local los recibía.

-¡Los que faltaban! pasen y sienten se como en su casa.

-¡Buenos días tengan vuestras mercedes! en esta humilde posada, queremos tomar un bocado, para coger unas agradecidas calorías y seguir caminando, pues dios es agradecido con quien es sirviente de, quien arregla entuertos, dolores de cabeza y, otras fiebres.

A Sancho, la boca se le hacia agua.

-Eso, eso, de que a caballo regalado, no se le mira el diente.

Y, añade el restaurador.

-Miren, es temporada baja y, como veo que son actores en paro buscando promoción, les invito para que hablen bien de este sitio. Les sirvo cordero asado y una ensalada ilustrada.

El dueño del restaurante, presumiendo que eran dos actores en paro, haciendo muy bien su papel pensó que, quien mejor para hacerle propaganda en todos los lugares de España. Justo enfrente de la mesa de estos dos caballeros invitados colgaba de la pared un lienzo, la figura de un señor caminando descalzo con sombrero de paja y, sobre el hombro sujetaba una caña, de cuyo extremo colgaba un hatillo o bolsa de escasas pertenencias. Don Quijote no le quitaba ojo.

-Sancho, ahí en ese lienzo hay un caminante, buscando la dicha de la vida.

-Mi señor, descalzo andando, más que la dicha, los pies le encuentren las heridas.

-¡No! ¡miren! este lienzo, me lo regalo un bohemio que pasó por aquí y yo a cambio le regalé una buena cena.

Acabada la comida, Rocinante y su compañero hicieron buen acopio de macetas y, demás jardinería que, dicho restaurador no se percataba en ese instante, despidiendo a este par de aventureros. Metidos en tierras de Alicante.

-Mi señor, destas tierras son las de los turrones de Jijona.

-Si, Sancho, además de juguetes para niños, sobre todo el calzado, para que en él, las almas tengan descanso.

Llegaron asta el pueblo de Elda, entrando por la Avenida de Ronda, ya en la Plaza Mayor, Don Quijote se dirigió hacia un grupo de hombres que fumaban como descosidos.

-¡A la paz de dios sea con ustedes! ¡bendita sea esta plaza que os abriga y contempla!

-Buenas, las tengan ustedes tambien.

No era celebración de moros y cristianos, pero resultó curioso que el caballero hidalgo con su escudero apareciese por allí.

-Buena hermandad presumo de todos ustedes aquí reunidos, no siendo fiestas de guardar ni domingo.

-Si, somos buena hermandad, pero en paro después de haber trabajado en el calzado.

-Ahora lo entiendo Sancho.

Y, como si se tratase de un mitin de campaña electoral, Don Quijote les dice en medio de la plaza.

-¡A, los desta Plaza bella, aquí reunidos! ¡yo os digo que el mundo entero arrojó sus zapatos al fantasma calavera, zapatos de cuyo peso han soportado las ingratas injusticias y presiones que, se ha preferido andar descalzos como niños, para ver el día claro de nuestra inocencia, pero las heridas producidas en ese caminar, en el horizonte se divisa el color púrpura de una esperanza de ungüentos bálsamos.

Unos, decían bravo, otros reían, otros con hipotecas hasta las orejas hacían amagos de soltarse los zapatos y lanzárselos, pero solo en intentos se quedarón. Lejos de aquel lugar.

-Mi señor, si de la hierba verde que se quede amarillenta y seca de cantarle mal, la del color púrpura ¿le pasará igual?

Con el entrecejo fruncido, a Don Quijote mutismo total.

-Bueno, yo, por si las moscas de vuelan, me pido zapatos de gamuza azul.

8 comentarios:

Antonio Martín Bardán dijo...

Esperemos, Terry, que ese horizonte púrpura no tenga el mismo destino que Don Quijote le augura a la hierba cantada por Sancho... Además, el caballero de la triste figura no canta nada mal.

Un saludo con zapatos.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Todos tenemos heridas en los pies no sólo de caminar descalzos, sino de caminar por caminos inciertos y mal caminados...Andar descalzo por la vida, desnudarse de corazas, abrir el corazón y sanar las heridas...
Besos

terry dijo...

Antonio, eso mismo espero yo tambien, a este Quijote le inquieta la incertidumbre de los buenos discursos. Esperemos que el color purpura no sea para blanquear las almas negras que revestidas están de una piel blanca.

Me encantan los mocasines por su origen.

Un abrazo.


Alas De Vida, es cierto lo que dices, es precisamente a pecho descubierto cuando privamos al destino de que nos coja sorprendidos, es una ventaja llevarle esos metros de distancia porque estando ligeros de equipaje se danza mucho mejor.

Besos.

cristal00k dijo...

Ay! Terry, con y sin zapatos difíciles están los caminos amigo!
La entrada ha quedado "niquelada" y traviesa esa alusión de viejo rockero alos zapatos de gamuza azul...
Un beso.

Anónimo dijo...

Hola Terry, hacía días que no me paseaba por tu blog, me bloquearon por Spam ¿?. En fin, la tecnología, que no acabo de comprender. Bueno, dicho esto, me alegraste la tarde, y me consuela saber lo "supervivientes" que son en todas sus aventuras. En cuanto a los zapatos..... Me los pido de puntillas de ballet, para pasar de "idem" estos tiempos revueltos. Muchas gracias por el rato que me regalas. Besos, Mercedes.

terry dijo...

Creo Cristal, que hará falta algo más que un rockero para atravesar un mar laberinto de marea que nos moja los pies primero.

Mercedes, espero que disfrutes igualmente con tus zapatillas de ballet y, más que danzar sobre esta marea que nos sacude, te sepa como bailar el "lago de los cisnes"

BESOS

Anónimo dijo...

amigooooooooo!!!!!!!!!!!
Que no pude ver al Bueno de Sancho y a Don Quijote en la Plaza Mayor de Elda, mi pueblo.

Un abrazo y enhorabuena por tu talento
Ahora los zapatos que se venden en Elda, en realidad vienen de China.

terry dijo...

Capitanchinaski, si no vistes a este par de aventureros seguro que en ese momento estabas trabajando y, eso ya es bastante bueno. Esperemos que ese calzado que nos viene de china, al menos tenga la influencia de Confucio.

Saludos.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ