domingo, 5 de octubre de 2008

EL SENDERO DE ULISES





-Es notorio que los entendidos digan que la búsqueda evolutiva del origen de las especies, nos venga acentuada por el científico y analista Darwin, pero, yo personal mente creo que algunos milenios atrás, cuando los dioses no satisfacían campañas individua les, el precursor se aventuró a navegar con los riesgos físicos y químico cerebrales. En Europa, todos aquellos dioses se condensaron en uno, igualmente ocurrió en Asia y países Árabes.
Pero especialmente me llama la atención la odisea del ser humano, las primeras connotaciones de una clara búsqueda de la verdad, en los viajes de Ulises todas las aventuras se unen por un mismo mar, independiente mente de que esos escritos, correspondan a mitos, su autor se cuestionaba todas las preguntas y al mismo tiempo, hacia, el mismo, dicho viaje, aun sabiendo que Penelope era paciente y sabia esperar como manda la madre naturaleza el regreso de su autor el escribiente.


Sin duda el papel fundamental de Penelope, tiene varias posibilidades, dependiendo el rango, ¡claro! cada mujer es reina de su casa y, por aquel entonces había que suponer o acreditar que Ulises se marchó a una guerra y a su regreso, parece ser que el día estaba nublado, los colegas, una copita mas, que si ahora paramos aquí, que si yo conozco un lugar de abuten, que hacen no se que, que si el gigante Policemo de un solo ojo nos tenia retenidos. Bueno lo de convertirse en animales, tenemos que tener en cuenta que eran varios colegas, y que varias tenían que ser las expoliaciones que dichos guerreros tenían que dar a sus penelopes, siempre de acuerdo con el rango militar, el cabo tomatero y los soldados rasos, no tendrían que estrujarse mucho el cerebro, seguramente habrían elegido la conversión del cerdo y en ese viaje que todos hicieron, se pondrían hasta el culo para creerse que eran un plato exquisito para unos monstruos gigantescos como los molinos del Quijote.


Pero las Penelopes por la duración de la tardanza, era razonable que siguieran preguntando, porque seguramente alguna y con razones habría esperado noticias, antes de dejar de reprimir los instintos mas antiguos y exquisitos de esta nuestra vida y, lo harían de esta manera: -¡bueno, monstruos, convertirse en animales, un gigante con un solo ojo! , ¿Es que por esos caminos y mundos no hay mujeres?. Y me imagino que en esto se tendrían que haber puesto de acuerdo, puesto que había una super reina y cualquier cosa no la iban a convencer, teniendo en cuenta que la música amansa las fieras, si debierón decirle todos a un mismo son de maestro de orquesta, ......delante de nuestro barco se interpusieron unas sirenitas, unas tocaban el arpa, otras la flauta (no veáis como desafinaban, les hacían entender), otras el violín, -era la música tan placentera, que hasta se pararon las olas, la luna brillaba mas, el viento dejo de soplar en nuestra razón y, fue ahí justamente cuando perdimos los sentidos ayudados por la hambruna, nos alimentaron con poquitos a pocos, como aconsejan los endocrinos, el vino nos aletargaba el sueño, con el tiempo y una caña fuimos recuperando musculatura y, hacíamos diferentes ejercicios en todas las posiciones, una vez ya, recuperados, restaurado nuestro barco, tintado nuestro pelo blanco por el paso de los años y, ese viento que siempre caprichoso, esta vez nos quiso dar la razón, nos pusimos de regreso, que veinte años son como aquel que se fue a por tabaco, una cajetilla con veinte cigarrillos.


Penelope, como la reina que era, debería atenerse a ese guión de protocolo y cuestionar a todos, quiero decir, a toda la nobleza, su papel de exigir ese derecho, de recuperar a un marido después de haberse ido a por tabaco, no perdón a la guerra de Troya, a un marido con toda su esplendida juventud y, hizo que se concursase, haciendo varias pruebas, en las que veinte años atrás, Ulises las superaba con creces. Durante ese tiempo Penelope tuvo pretendientes, una vez acabada la guerra y la vuelta del resto de supervivientes, tanto que en su plena libertad, tejia de día, destejía de noche para alargar una libertad, de una historia escrita por los hombres, como en las sagradas escrituras, no hay un parrafo escrito escrito por la mujer.

4 comentarios:

rossae dijo...

Leyendo esta nueva entrada he realizado un particular viaje: desde el maravilloso poema de Ítaca de Cavafy, hasta la canción más que conocida del Sr. Serrat, "Penélope".
El viaje es lo importante, la espera si es excesiva, un error.

Por cierto hay una frase que dice algo así como : " detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer", con eso creo que digo bastante. ;)

Un beso.

terry dijo...

Hasta esa famosa frase y bien intencionada trae una inercia machista, pero es perdonable a su autor, porque se dijo en otros tiempos. Hoy diremos "al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer". Esta frase no hacia justicia a aquella mujer que hacia temblar a las joyerías, cada vez que las visitaba y, mucho menos a su marido. Besos Rossae.

Martín Garrido dijo...

Sin mujeres no habría hombres. Yo las adoro, y Ulises no debía ser menos aunque de vez en cuando se acostara con algún mozalbete para celebrar sus grandes gestas... De todas formas, en mi vida ha habido muchas mujeres que, de tanto marearme, han estado a punto de morir ahogadas entre mis manos... En fin, me he ido por las ramas.

Saludos.

terry dijo...

Vale Martín, menos mal que te ibas por las ramas, si te hubieras ido por el tronco otro gallo hubiese cantado, seguro que de todas esas experiencias has aprendido a ser mas caballero y, ahí está la fortuna, porque hay quien nunca aprende. Me alegra que me sigas visitando.

мι ℓιѕтα ∂є вℓσgѕ